miércoles, 5 de octubre de 2022

Mujer y ajedrez

Mujer y ajedrez. 

Ricardo Moyano. Febrero 2022. 

La serie televisiva Gambito de dama ha puesto de moda otra vez, como ocurre cíclicamente, el juego del ajedrez, y en particular el ajedrez femenino, o mas exactamente aquel en que una de las jugadoras es mujer, pues por ajedrez femenino suele entenderse aquel en que se excluye a los hombres y juegan las mujeres entre si.

Pero la existencia del ajedrez femenino se debe precisamente al hecho de que tradicionalmente las mujeres han jugado menos y peor que los varones. Por tanto, dicen algunos, mejor que jueguen solas... Y aqui viene la cuestion que abordo en la primera parte de este articulo.

  1. ¿Por qué las mujeres juegan menos y peor al ajedrez?

El ajedrez es un juego de inteligencia, en el que el valor de la fuerza o mejor de la resistencia física  no es nulo pero sí no determinante. Por ello, ante la realidad de que las mujeres juegan en menor número y las que lo hacen juegan peor que los hombres, se ha planteado el interrogante de cuál es la explicación de esta realidad indiscutible, ya que es puramente estadística. A veces se ha dicho que la respuesta a la segunda pregunta es precisamente la primera: juegan peor porque hay menos mujeres que jueguen al ajedrez, y por tanto es lógico que los mejores jugadores sean varones. Pero esta solución sólo traslada el problema: queda sin resolver la cuestión  de por qué el sexo femenino se dedica menos al ajedrez que el masculino, en una proporción de licencias federativas del orden del 95% de hombres y 5% de mujeres -aunque es cierto que con los años el número de mujeres se ha incrementado algo-.

La explicación de la diferencia no tiene a día de hoy una conclusión. Ni es propósito de este artículo divulgativo. Me limitaré a exponer someramente  teorías que se han avanzado, y a citar casos históricos sobresalientes de jugadoras que sí compitieron de tú a tú con los hombres. 

Volviendo a la pregunta, claro es que cuando decimos “las mujeres juegan peor” empleamos el término “mujeres” como género, lo que no impide -faltaría más- que una mujer concreta juegue mejor que uno o muchos varones, y los hombres ya se han acostumbrado a perder contra mujeres en las competiciones, aunque a veces, seamos sinceros, no les haga ninguna gracia. Por supuesto, afortunadamente, algo hemos avanzado, ya han pasado los tiempos en que se empleaban tópicos como “Juega bien para ser mujer”, o “Perdió porque a fin de cuentas es mujer”.

Vayamos con las explicaciones del hecho diferencial:

1.- Teorías biológicas.- Se apela a las diferencias fisiológicas entre hombre y mujer, alguna peregrina como el mayor volumen del cerebro del hombre, y otras más plausibles, como las diferencias neurológicas del cerebro: el del varón con mayor predominio del área del pensamiento lógico y el cálculo -supuestamente importantes en ajedrez- y la mujer con mayor equilibrio entre las áreas, y superioridad en el área de la intuición y la creatividad -supuestamente de menor valor en ajedrez´, lo que es muy discutible-. Sin embargo, los neurólogos tampoco han obtenido  hasta hoy resultados claros sobre las diferencias  de los sexos, y como dice Nicola Loloco, el cerebro de hombre y mujer se comporta de forma holística, y no toma decisiones utilizando una sola parte de la mente.

2.Teorías psicologistas: Dejando aparte explicaciones psicoanalistas, tienen en cuenta la psicología real de hombre y mujer, y son algo más sólidas. El ajedrez sería un juego muy competitivo, que se ha comparado al tenis -una persona contra otra, en un toma y daca constante, en partidos que se prolongan a veces muchas horas, cinco o más-. Y además es muy agresivo, una especie de guerra incruenta pero dura, que concluye con el mate al rey contrario. Estas características se asociarían más a los valores de predominio masculino.

Desde otro punto de vista, la mujer sería más práctica y menos obcecada. Y el ajedrez exige un temperamento obstinado, una preparación constante, un desgaste de energías que la mujer considera poco razonable.

Estas teorías se conectan a su vez con las sociológicas:

3. Teorías sociológicas.-  Las mujeres no juegan en menor número casi en los primeros años de la escuela, pero suelen abandonar el ajedrez serio en la adolescencia, hacia los 14-16 años. ¿Por qué? En parte por lo que ya hemos dicho, lo ven poco práctico, una actividad a la que no hay que dedicar tanto esfuerzo, porque no deja de ser un juego. Y en parte porque precisamente al haber menos jugadoras de esa edad, lo van viendo como una actividad masculina, pierden los referentes de emulación en su género.

En este sentido, la menor dedicación de la mujer al ajedrez profesional no sería  necesariamente negativa: el abandono del ajedrez de competición a cierta edad es una ponderación de valores, un signo de equilibrio emocional. Pues realmente es muy difícil vivir del ajedrez, y como dijo el subcampeón mundial Korchnoi, “un juego de piezas de madera no es una actividad profesional lógica para la edad adulta”.

Claro está que puede objetarse que no solo en el ajedrez profesional hay menos jugadoras, sino tambien en el ajedrez de meros aficionados.

Asi que la respuesta queda en el viento, como la cancion de Bob Dylan.

Sea como fuere, es evidente que no hay una inferioridad intrínseca de la mujer en el juego del ajedrez, y que las diferencias de dedicación y de nivel hay que buscarlas en razones diversas, historicistas, y complejas.

 Ahora vamos con la segunda parte del articulo, un baño en la realidad historica. La serie de tv se basa en parte en la vida de las dos mas grandes ajedrecistas que ha habido. Vera Menchik y Judit Polgar. Yo hare un panorama algo mas amplio y citaré no dos sino tres grandes jugadoras del s. Xx y xxi.

  1. La mujer en la práctica del ajedrez en la historia.-  

Vayamos pues a lo que ha sucedido en la historia. Tampoco es demasiado clara la dedicación  de la mujer al ajedrez en épocas remotas. Parece que en algunos tiempos la mujer jugaba habitualmente, y que posteriormente, a partir del s. XVII,  fue relegada, prohibiéndosele el acceso a bares, tabernas y clubes donde se jugaba. Antes no era así, el ajedrez era un juego cortesano e incluso de seducción -permitía a la mujer departir largo tiempo con sus pretendientes-, y de hecho, la introducción de la dama como la pieza más fuerte del tablero parece haber sido un reconocimiento a la figura “empoderada” de Isabel la Católica y de otras reinas de esa época; la propia reina Isabel era aficionada al ajedrez, al igual que lo fue Teresa de Jesús. No obstante, la vinculación de la dama con mujeres reales históricas es discutida, y negada por algunos historiadores.

 Pero como digo, posteriormente la mujer desaparece de la escena del ajedrez. Según la Enciclopedia Británica, podría haber sido la introducción de la dama como pieza poderosa lo que perjudicó paradójicamente a la mujer: al hacerse el juego mucho más atractivo y emocionante, se puso de moda entre los hombres, y apartaron de los lugares de juego a las mujeres.

En el s. XIX, con el inicio de los movimientos feministas, el ajedrez es practicado de nuevo por mujeres, pero de forma segregada: surgen clubes femeninos, el primero a mediados de siglo en Países Bajos, pero con especial fuerza en Estados Unidos e Inglaterra. Son dos de  estos dos clubes los que organizan a fines del siglo el primer torneo internacional femenino (Ladies college club inglés y Women’s chess club de Nueva York). Eso sí, era un torneo exclusivamente femenino. Y es que no se concebía que las mujeres jugaran con y contra hombres, por razones históricas y porque su nivel de juego, realmente, era muy inferior.

Las cosas empiezan a cambiar con una de las tres mujeres de las que quiero ocuparme. La anglorusa Vera Menchik (1906-1944). Fue Menchik no solo la primera campeona mundial de ajedrez -en torneos femeninos- sino además la primera en competir en torneos masculinos ganando a muchos de los maestros del juego. La figura de Menchik (“la mujer que dio jaque al machismo” como la describe Manuel Azuaga) está envuelta en algunas brumas, y realmente es una vida de película.  Nacida en Moscú de padre checo y madre inglesa, Vera aprendió a jugar de su padre junto a su hermana Olga -de menor nivel de juego- hacia los nueve años, y cuando sus padres se separaron su madre se llevó a ambas hermanas a Inglaterra, muy cerca de Hasting, que era un poderoso centro de ajedrez.  Fue una afortunada casualidad. Vera se incorporó al club de ajedrez de Hasting y dada su valía recibió enseñanzas de un maestro húngaro, Maroczy, que se asombró con el nivel de juego de Vera, le enseñó muchísimo, y fue su amigo para siempre. Hecho utilizado en la serie televisiva.  A partir de 1927, Vera juega los primeros campeonatos del mundo femeninos, y barre en todos ellos. Sólo una jugadora, la alemana Sonja Graff, de la que hablo luego, estuvo a punto de quitarle el título en una ocasión, pero se equivocó en la partida decisiva.

Pero a Vera pronto se le quedaron pequeños los torneos femeninos y compitió en torneos masculinos, ganando a muchos profesionales. Sin embargo, cuando se aceptó su participación en un torneo masculino por primera vez, en 1929, hubo grandes protestas porque se permitiera jugar a una mujer, a la que se consideraba muy inferior a los hombres. Así que uno de los participantes dijo que fundaba el “club Vera Menchik”, y que si ella era capaz de ganar a algún participante, el perdedor pasaría a formar parte automáticamente del humillante club, al que no le auguraba ningún futuro, pues seria un club desierto. Por desgracia para él, quien tuvo esa bufa ocurrencia fue el primer derrotado, y tomó el número uno en el club, que llegó a estar formado por 49 socios, muchos de ellos fuertes maestros derrotados por la anglorusa.

Por desgracia, su carrera no fue larga. Casi al final de la II guerra mundial, un bombardeo alemán sobre Londres acabó con su vida  y la de su hermana Olga en 1944, cuando Menchik no había cumplido siquiera los 40 años y aun tenia mucho que decir.


Sonja Graf (1908-1965), la gran rival de Vera, aunque nunca pudiera arrebatarle el cetro, tuvo una vida algo más larga y aún más interesante, si no en lo ajedrecístico si en su trayectoria vital. Muy bohemia, los clubes de ajedrez alemanes le sirvieron para escapar de los abusos, el maltrato físico y moral que recibía de su padre. Para estar lejos de casa jugaba ajedrez horas y horas y dormía incluso en el suelo. Frecuentó luego en Munich el barrio de los artistas.  Para evitar la discriminación, empezó a vestirse como un hombre, con chaqueta y corbata y pelo corto. Jugó mucho en España, de la que amaba “el sol más intenso que en ninguna otra parte”.  Se dejó ver por ejemplo en Burgos nada menos que en 1936, año de la guerra civil, y como luego escribió “los burgaleses se prendaron de mi pelo cortado y mi atractivo sexual, aunque yo no sea realmente un dechado de hermosura física, solo una mujer del montón”. Aunque a nivel menor que Menchik, Sonja también compitió con éxito contra hombres, ganando a alguno de los maestros. En 1939 competía con el equipo alemán en la olimpiada de Buenos Aires, pero el nazismo le prohibió utlizar la bandera germana porque no la consideraba un buen ejemplo, y los argentinos le fabricaron una bandera blanca que ponía "Freedom". Permaneció luego en Argentina, y de ahí pasó a los Estados Unidos, donde ya permaneció. En los años 40 escribió dos libros biográficos, "Así juega una mujer" y ".Yo soy Susann : relato íntimo y autobiográfico; impresiones reales; recuerdos y confidencias amorosas; historia de la vida en si misma con su enseñanza y su verdad", donde relata los abusos que sufrió en la infancia. Llevó una vida inestable, con algunos problemas de alcoholismo,  pero se casó en Estados Unidos, fue madre,  y se retiró del ajedrez de competición, si bien retornó más tarde y volvió a vencer en torneos femeninos, estando vinculada al juego hasta su prematura muerte por una enfermedad hepática.

A pesar de estas atractivas figuras, la práctica de jugar torneos femeninos separados ha continuado hasta hoy, en medio de polémicas. Unos los ven un sinsentido, y otros -entre ellos muchas mujeres- los defienden, al menos temporalmente, porque les permiten acceder a brillo mediático y trofeos.  Claro está que las mujeres fuertes compiten también en torneos masculinos.

El tercer y último  caso de ajedrecista mujer que ha sido capaz de igualarse a los hombres es más reciente y aún más relevante en nivel de juego que el caso de Vera Menchik, la húngara Judit Polgar (1976), ya en la segunda mitad del s. XX. Las Polgar son tres hermanas de origen judío, de las cuales dos han sido ajedrecistas profesionales. Judit Polgar, retirada en 2014, llegó al puesto 8 del mundo, y ha sido la mujer más fuerte de todos los tiempos. Pero en realidad su trayectoria, como la de sus hermanas, fue el fruto de un “experimento” de su padre, pedagogo, que quería demostrar precisamente que una mujer podía llegar tan lejos como un hombre en cualquier campo. Eligió el ajedrez, donde las mujeres estaban muy retrasadas en comparación con los varones. El experimento ha sido muy polémico, porque implicó que las niñas no fueran al colegio, y recibieran la educación directamente de sus padres. Por eso se corrió la leyenda de que el padre había creado poco menos que “monstruos”, lo que es incierto, porque las Polgar han sido y son mujeres sociables, de fácil trato, y perfectamente integradas en la sociedad. Lo que sí es cierto, claro está, es que esta excepción a la regla que fue Judit Polgar surgió de esas condiciones peculiarísimas de su formación, que no estaban al alcance de otras. No todos apoyaron a las Polgar ni mucho menos, y el padre  recibió incluso ataques antisemitas con la esvástica nazi por parte de sus vecinos.

No se llegó a tanto en el mundillo del ajedrez ni nadie fundó un club de las victimas de Judit, pero si tuvo que lidiar con tics machistas. Actualmente eso ha desaparecido casi totalmente. Eso si, segun los estudios los varones tienden a jugar con mayor agresividad contra las mujeres, sobre todo si son atractivas. ¿Chuleria?

Una anécdota que no cabe calificar de machismo sino de despiste que sufrió Judit Polgar tuvo por protagonista al mismísimo campeón de mundo, el fuera de serie Garry Kasparov. Durante el supertorneo de Linares, acostumbrado a que el baño de mujeres nunca era utilizado, porque nunca competían en un torneo tan duro, penetró en dicho servicio encontrándose con la sorpresa de ver allí a Judit… Quien por cierto le derrotó en su enfrentamiento individual en ese torneo, aunque Kasparov acabó en primer puesto. 

Para ir acabando, contaré una curiosidad nacional. Un fuerte jugador catalán se sometió hace años a un proceso de transexualidad, convirtiéndose en mujer. En dicho instante se incorporó a los torneos de ajedrez femeninos, ganando dos veces el campeonato de España, en medio de una gran polémica. Posteriormente abandonó el ajedrez.

En sentido inverso, continúa habiendo grandes jugadoras que compiten de tú a tú con hombres, aunque.sin llegar al nivel de Polgar. Una de ellas, mi paisana la canaria Sabrina Vega, ocho veces campeona de España femenina, tiene el título de Maestro Internacional absoluto, es decir, el segundo título de mayor valor tras el de Gran Maestro absoluto (entendiendo por absoluto el que no es femenino). Y ha sido capaz de ganar al mismísimo ruso Anatoly Karpov, ex campeón del mundo, en una ocasión.

Por último, para los interesados en el tema, pueden leer entre otros  libros como “Las reinas del tablero” del filósofo y ajedrecista Nicola Lococo, o los artículos sobre ajedrecistas mujeres en  “Cuentos, jaques y leyendas” de Manuel Azuaga, en los que ha basado algunos de los datos de este artículo. Aunque no sepan jugar en absoluto al ajedrez, les aseguro que ambos libros, y otros como Nieve Negra, de Jorge Benítez, pueden leerse con gran provecho.

viernes, 12 de agosto de 2022

Ricardo Calvo en Las Palmas 1973 y apuntes biográficos. Nuevo artículo. Ajedrez canario y nacional

 

Ricardo Calvo, médico, ajedrecista (1943-2002). Texto complementario sobre apuntes biográficos y de su estancia en Las Palmas.

Ricardo Moyano agosto 2022.

1. Introducción.

A la vista de nuevos datos sobre la vida de Ricardo Calvo me decido a ampliar mi texto anterior sobre su figura con este artículo complementario.









Calvo visita en Mallorca a su esposa e hijos cuando ya había marchado a Madrid

El joven Calvo

Los años felices del matrimonio, probablemente 1973 en Las Palmas


 En la panoplia de los jugadores hispanos de ajedrez, no debe haber muchas personalidades de la complejidad poliédrica que envuelve a la figura del doctor Ricardo Calvo (1943-2002). Prematuramente desaparecido a los 58 años, su talento, formación cultural, polifacetismo, pero también su arriscada personalidad contestataria y rebelde, lo hacen difícilmente encasillable. Se le admiraba, tuvo algunos grandes pero pocos amigos; y se granjeó también numerosos y poderosos enemigos. Fue sin duda uno de los mejores jugadores españoles en las décadas de los 60 y 70, pero su dedicación a la medicina y otros quehaceres y su indolencia natural para el estudio técnico limitaron su titulación a la categoría de Maestro Internacional, aunque sus cualidades innatas hubieran dado para mucho más -sin ir más lejos, el notario Jesús Díez del Corral consiguió el título de GM-. 

Ricardo Calvo fue un espíritu libre que prefirió desplegar   sus cualidades en muchas direcciones: de vasta cultura, fue dermatólogo especialista europeo en lepra, y también periodista de ajedrez, escritor, investigador del ajedrez medieval, traductor, políglota… Pedro Lezcano le definiría con justicia en su paso por Las Palmas en  1973, al dedicarle un poema, como “un humanista”; ciertamente fue un verdadero hombre del renacimiento, al que su difícil trato personal y su querencia por la polémica y por nadar contracorriente enajenó un mayor reconocimiento público.

 

  El propósito de este artículo no es desde luego desarrollar un estudio completo de la biografía de Ricardo Calvo Míguez, que se escapa de mis posibilidades. Aquí me centro básicamente en las tres visitas a Las Palmas de las que tengo constancia, y en el año que pasó viviendo esta ciudad durante 1973, con 30 años, período en que consiguiera el título de Maestro Internacional además de coadyuvar al primer título de campeones de España por equipos logrado por un equipo canario, como primer tablero del Caja de Ahorros de Las Palmas.

No obstante, facilito algunos datos biográficos anteriores y posteriores a este momento, basándome en informaciones de su viuda Carmen Pérez y de su hermana mayor Natividad que serán buenos para ubicar el entonces joven médico en su contexto vital.

        El paso de Calvo por Canarias fue el de un cometa tan brillante como fugaz. En algunos aspectos fue un precedente de lo que supondría luego la residencia del GM Bent Larsen en Las Palmas y su fichaje por el equipo del Caja, precisamente para suplir la marcha de Calvo. Los dos eran carismáticos, dicharacheros, cultos… Pero la brevedad de la etapa de Calvo, su difícil trato, su carácter de jugador aficionado, hacen que la comparación no pueda llevarse más allá.  

        Cuando Calvo deja Canarias en enero de 1974, no contaba mucho más amigos que los que ya tenía previamente: Angelito Fernández, al que había conocido en Alcoy en 1965, y Fernando Visier, jugador castellano y campeón de España que estaba afincado por entonces en Las Palmas, integrante también del equipo del Caja. Se fue muy enfrentado en cambio a los estamentos federativos locales, precedente a su vez de lo que le sucedería luego en sus lucha a muerte con la Federación nacional y posteriormente con la internacional, hasta llegar a ser declarado “persona non grata” por ésta, en una decisión insólita. 


            2. Infancia y juventud de Ricardo Calvo.-  


        Ricardo Calvo Míguez nació el 22 de octubre de 1943 en Alcoy (Alicante), en el seno de una familia muy numerosa, llegaron a ser diez hermanos. Su hermana mayor Nati narra en un texto sus primeros años, añadiendo su viuda Carmen Pérez algunos datos: "Era muy rubito y con cara de niño bueno. Mi padre Ricardo se desesperaba, pues le hubiera gustado que fuera más movido. Sin embargo, era debilucho, tuvo varios problemas intestinales. Papá quería que jugara fútbol, y a él no le gustaban los deportes, pero tanto insistió que se apuntó a un equipo del colegio. Mi padre acudió con mucha ilusión a ver el partido en que iba a jugar, y se desencantó porque Ricardo no hizo más que correr para todas partes, sin tocar balón en ningún momento. Mi padre ya no le insistió más con el deporte". "(Carmen): Hasta el punto de que para salir al campo se había puesto la camiseta encima de la ropa de calle, no le gustaba nada el fútbol".


"Ricardo era la lumbrera de la familia, el más inteligente, pero... también el que se rodeaba siempre de los menos recomendables, y su inteligencia la aprovechaba para hacer maldades y travesuras. Un día le riñeron por alguna trastada, y se fue con Rosa, que era a la vez su confidente y su víctima, andando hasta Alcoy desde Jalance, donde veraneábamos algunos años. A Rosa le dio miedo y se volvió a casa, pero Ricardo no aparecía y toda la familia se volvió loca buscándole. Se llevó una gran riña. Más tarde tuvo una temporada de reposo, y como se aburría mi padre le enseñó a jugar al ajedrez, le encantó y se apuntó al club de ajedrez Alcoy, y ya en el primer torneo, compitiendo con los de su edad, ganó. Dado su potencial le animaron a que fuera a Alicante a jugar los provinciales, acudió y también ganó. Fue una gran alegría para la familia".


En efecto, desde 1958 Ricardo Calvo estaba disputando los torneos de la categoría en Alicante, jugando también por equipos, hasta proclamarse campeón provincial. Más tarde, al irse a vivir a Valencia para cursar estudios de medicina, también se proclamaría campeón regional de Valencia.


    Y Ricardo no solo destacó en el plano local, pues ya en 1960 fue  campeón de España escolar, y en 1961 fue el primer campeón juvenil español "sub 20". Hasta ese momento la Federación nacional consideraba cubierto el ajedrez infantil y juvenil con  esos torneos escolares, pero el Campeonato juvenil mundial había comenzado a disputarse cada dos años, y estaba abierto a jugadores "sub 20" (los escolares eran solo "sub 16"), y sin que se precisara proceder de la vida escolar. Por ello, la FEDA pensó en organizar un campeonato juvenil nacional "sub 20", de modo que el vencedor acudiera a los mundiales. La primera edición fue preliminar, pues consistió en un pequeño torneo de liga en Madrid entre ocho jugadores elegidos por su actuación en el campeonato escolar o por las federaciones directamente. Para algunos el favorito parecía el sevillano Ernesto Palacios, que estaba más rodado que Calvo, y había sido cuarto en una semifinal del campeonato de España previa, pero se impuso el alicantino con 6,5 puntos sobre un total de 7, obteniendo dos puntos más que los segundos clasificados. La revista “El ajedrez español” narra la actuación de Calvo: "La brillante trayectoria del vencedor, el alcoyano Ricardo Calvo, Ie situó desde pleno comienzo como el principal favorito. Tras su victoria en el Campeonato Escolar del año pasado, el joven Calvo -de diecisiete años- logró proclamarse carnpeón de Ia provincia de Alicante, en lucha ya oficial y con los mayores. Este año, residiendo en Valencia por sus estudios, obtuvo el título regional valenciano, confirmando sus excelentes condiciones, corno gran promesa del ajedrez patrio".

    


 Tras este éxito rotundo, el joven Calvo debía disputar el campeonato mundial, que se jugaba en La Haya (Holanda). Volvemos al texto de su hermana Nati: "Mi padre estaba entusiasmado con el éxito de Ricardo, pero no veía con quien podía ir Ricardo a Holanda, llamó a Mr. Lommer que era el árbitro, y que iba con su esposa; se hicieron amigos y Ricardo pudo viajar con el árbitro. Por las noches mi padre ponía las radios extranjeras en español, y una noche se sorprendió de que Radio Hilversum emitía una charla con Ricardo, así que toda la familia escuchamos el programa muy emocionados. Como agradecimiento mi padre invitó al matrimonio Lommer a casa en Alcoy, y se lo pasaron muy bien con el ambiente festivo de la familia".


    La actuación de Calvo en el mundial juvenil fue buena, quedando séptimo -campeón fue Bruno Parma seguido de Florin Gheorghiu-, aunque quedó lastrado por su mal comienzo. Consiguió no obstante el premio de belleza por su triunfo sobre Westerinen. Su brillante estilo le granjearía bastantes premios de este tipo a lo largo de su carrera.

Leamos de nuevo la revista “El Ajedrez español”: "En La Haya finalizó el pasado mes de septiembre el Campeonato Mundial Juvenil,  competición que organiza -cada dos años la Federación Internacional , y que está reservada a jugadores menores de veinte años. Veintinueve jugadores, representando a 28 países, se dieron cita en la ciudad holandesa, -disputándose las semifinales en cuatro grupos, de los cuales los tres primeros clasificados pasaban a la fase final. Después de destacada actuación en las preliminares, el representante español, Ricardo Calvo, campeón de Valencia, aunque nacido en Alcoy, logró clasificarse en el segundo puesto de su grupo, llegando a la fase decisiva. En la gran final tuvo Calvo mal comienzo, perdiendo con Nagy una partida que tuvo muy favorable, y en la que rechazó el empate, y luego con Parma y Georghiu, lo cual desanimó a nuestro jugador, quien tras diversas alternativas se clasificó en el séptimo puesto”. 


        A partir de aquí Ricardo empezó a despuntar en el ajedrez, pero lo combinaba con los estudios universitarios. Nunca se planteó ser un jugador profesional. Como digo, se marchó a Valencia para estudiar medicina, y se incorporó al ajedrez valenciano, siendo campeón regional, aunque sin olvidar nunca su procedencia alcoyana: más tarde sería el mayor puntal del C.A. Alcoy disputando  con dicho equipo varios campeonatos de España.

         Sigue el relato de su hermana: "Empezó a estudiar medicina en Valencia... vivía en un colegio mayor... pero era tan vago como inteligente, y empezó a tener problemas en el colegio. Ya que empezó a juntarse con amigos poco recomendables, y era muy contestatario y reivindicativo. Un día no se presentó al examen de doctorado, porque no tenía ganas de levantarse, lo mismo le sucedió para las pruebas físicas de la milicia universitaria".


            Calvo combina sus estudios con el ajedrez. Medicina y ajedrez son sus dos pasiones, como él diría siempre.  Comentaría en una entrevista de 1987 que nunca tuvo apoyo federativo, y que al empezar los estudios de medicina tuvo que dejar la competición, que luego retomaría, combinando como podía ajedrez y estudio.

            No se prodiga Calvo desde luego en los torneos oficiales de la FEDA, pero sí juega algunos  selectos como el Costa del Sol de 1962, donde da la sorpresa para ser un aficionado: queda hacia la mitad de la tabla, en séptimo lugar de once participantes, y 5.5 puntos, siendo la revelación del torneo. De nuevo además obtiene el premio de belleza por su victoria sobre Langeweb. 

        No sería Calvo, por sus estudios, muy habitual de los campeonatos individuales de España, pero en sus contadas participaciones de estos años queda siempre muy arriba: En 1963 en su bautismo en el absoluto obtiene un magnífico tercer puesto -Pomar se impondría en el torneo-Juega también fuera de España, en Hamburgo -iniciando su larga relación con el país teutón-, la Copa Clare Bennedict de 1964, etc. Realmente, andando los años Calvo remarcaría que jugaba a menudo más fuera de España que en su país natal, atribuyéndolo a su distanciamiento con las autoridades federativas.

        En 1965, de nuevo defendiendo una vez más por equipos los colores del C.A. Alcoy, fue cuando conoció  a quien iba a ser su mejor amigo “canario”, o “astur-canario”, Angel Fernández. Y es que en este año jugó por primera vez una selección de Las Palmas el campeonato de España por equipos, precisamente en la localidad alcoyana. Ricardo y Angel (1942), casi de la misma edad, estaban llamados a entenderse, pues compartían en gran medida el modo de ser: inquietos, creativos, individualistas. Eso sí, el carácter de Ricardo era mucho más áspero que el de Angel, pero quizá eso les hacía complementarse mejor. La amistad duraría ya hasta la muerte de Angel en 1999, aún más joven que Ricardo, que fallecería igualmente de forma prematura, y también por cáncer, en 2002.

            Calvo iba subiendo de nivel continuamente, y sería olímpico en cinco ocasiones. La primera vez fue muy feliz para él, en La Habana 1966. En esta olimpiada el propio Fidel Castro se fotografió con Calvo y le hizo un regalo. Obtiene además allí Calvo una victoria resonante, al vencer al soviético Victor Korchnoi, que no debió calibrar la fuerza de un jugador que por ser simplemente no profesional carecía de título internacional. Ricardo siempre estaría orgulloso de esa victoria. Más tarde, una vez que Calvo consiguiera el títuio de M.I., Korchnoi diría que por fin había encontrado un jugador de esa titulación que era realmente fuerte.

        Calvo, a estas alturas, era ya desde luego uno de los mejores jugares españoles, pese a que seguía siendo un aficionado, y nuevamente juega las olimpiadas de 1968 y 1970. Y en ese año, 1970, Calvo disputa  por segunda vez el campeonato individual de España, en Llarenes (Asturias), donde queda subcampeón esta vez, tras precisamente el sevillano Palacios, invirtiendo el orden del juvenil de 1961. Allí compartió piso con los madrileños Visier y con J.A. Valcárcel, éste ya afincado en Las Palmas. Valcárcel recordaba las fiestas donde Visier y Calvo tocaban la guitarra y cantaban canciones como Hasta siempre comandante. Y es que Calvo, que tenía una voz grave y profunda, era un gran cantante.

            Sería éste el mejor puesto obtenido por Calvo en el torneo nacional, pues en su retorno en 1977 y años posteriores, su dedicación laboral y el paulatino abandono del tablero no le permitiría ya brillar en el podio.

        En lo profesional, acabada la carrera de medicina, realiza estudios de postgrado en Alemania.  Calvo tiene ya una sólida formación académica y habla perfectamente inglés y alemán. Su conexión con Alemania, que será permanente, quedará puesta de manifiesto en su traducción del libro Lucha, del ex campeón mundial Lasker, de significativo título, en el que hace además un estudio preliminar para su edición en español -Años más tarde jugaría la liga por equipos del país germano-.

        Pero ahora, estamos a comienzos de los 70, ha fichado ahora por el poderoso club madrileño Schweppes, de Román Torán, que se proclama campeón de España varias veces seguidas. 

            La escuadra madrileña era el equipo a batir por el Caja de Las Palmas, que había quedado subcampeón en 1971 y 1972. Y la figura de Calvo no había pasado desapercibida para los federativos locales. En el Caja milita precisamente su amigo Angel Fernández, campeón de España en 1967, Y fue en 1972 cuando, al parecer en la Olimpiada de Skopje de 1972 donde se produjo la oferta para que se residenciara en Las Palmas con un buen puesto como médico en un hospital del Cabildo Insular de Gran Canaria, y por supuesto, ello entrañaba fichar por el Caja como primer tablero para intentar dar el asalto al título nacional. En esa Olimpiada, por cierto, Calvo no figuraba como jugador sino como analista y capitán del equipo, por no haber disputado los campeonatos individuales nacionales.

            Calvo aceptó la oferta y realizó el viaje a Las Palmas en barco a principios de 1973. Pero no llegó solo. Se había casado con una joven vasca, Carmen Pérez, que había conocido en Alemania donde Calvo estaba trabajando por entonces. Llega el matrimonio a Las Palmas en plena luna de miel, con 30 años, con un  Calvo en pleno crecimiento de su fuerza ajedrecística y de su desarrollo profesional como médico. Se había especializado en dermatología y en concreto en los estudios sobre la lepra.

    -(Carmen Pérez): Nos conocimos en Aachen, Aquisgrán; Ricardo trabajaba en unos laboratorios, en  Grünental-Stolberg-, empresa farmacológica que fabricó la Talidomida, "Contergan" en alemán. Hubo un juicio, en el que se comprobó que pese a sus problemas, era efectiva en leproreacciones, y Ricardo llevaba esa investigación, dentro de sus estudios sobre la lepra. Yo trabajaba allí como profesora. Creo que fue en la Olimpiada de Skopje de 1972 donde a Ricardo los ajedrecistas canarios le ofrecieron ir al equipo de Las Palmas y que podría trabajar en la leprosería que había allí y podría mantener el contacto con Alemania. Esto no se confirmó, y trabajó realmente en el Hospital Inglés en la Avda. de Escaleritas.

       

        Durante su estancia en Las Palmas profundizó en su amistad con Angel Fernández. Quedaban a menudo, iban a bares que conocia Angel, veían las estrellas desde el telescopio que Angel tenía en su vivienda del barrio de Escaleritas, hablaban de filosofía, de cualquier tema… y por supuesto jugaban al ajedrez. Sin duda, dentro de esa amistad, Angel, que tendía a mimetizarse con los demás, profesaba al joven médico también admiración, por sus logros personales y por su trayectoria en ajedrez. Pronto incluso empezaría a copiar su aspecto físico, cuando Calvo se dejó una espesa barba, que Angel adoptaría pocos años después, o a comprar una furgoneta con camas como la que tenía también Calvo. Eso sí, en este aspecto contracultural Angel llegaría más lejos, pues vivió dos años en plena bohemia atravesando europa y viviendo casi como un Robinson Crusoe en la isla de Fuerteventura, donde confeccionaba piezas de ajedrez con cañas y vivía de lo que él mismo pescaba con su esposa Inma y su pequeño hijo.

        Pero no nos apartemos de Calvo, y continuemos con el relato de la hermana de Ricardo: "Era el protector de los borrachines, una vez le regaló una gabardina a uno. Y muy reivindicativo. Se peleó con el director en su primer trabajo en Fontilles, y tuvo que salir escoltado por la guardia civil. Siempre traía gente rara a casa. Compañeros de fiestas, ajedrecistas... Una vez trajo a un leproso, que ya estaba curado. Se hizo amigo de un tal Molina, que era asocial, y cuando trabajó después en Cáceres contrató a otra persona de mayordomo que era también extraña" "(Carmen) Sí, el de Cáceres fue alguien que conoció allí, se llamaba Florencio; ese Molina  afortunadamente acabó yéndose a suramérica". 

Nunca se apeó Calvo de este modo de ser rebelde, antes al contrario, se fue agravando con el tiempo. El propio Calvo resumía en una entrevista de 1987 las condiciones de un ajedrecista, en lo que parecía ser un retrato robot de sí mismo: "Huraño, introvertido, con fuertes dosis de agresividad, de escasas y sentenciosas palabras, y dificultad para la interacción social". 

3. "Fichaje" de Ricardo Calvo por el club Caja de Ahorros de Las Palmas.-


               Como dije, parece ser que Calvo fue captado para el ajedrez canario en la olimpiada de 1972. En  ese año estaba desarrollando una temporada espléndida, quedando en el internacional de Mallorca a medio punto de la norma de M.I. y venciendo al G.M. soviético Averbach.   Estaba llamando a las puerta del título internacional, y sin duda si para Las Palmas Calvo era una pieza esencial para la conquista del campeonato de España por equipos, para él suponía un trampolín para su objetivo, conseguir el título de MI, que por entonces tenían muy pocos en España. Para ello contaba con participar en el II Internacional de Las Palmas que se celebraría en primavera de 1973 y en el inmediato I Internacional de Arrecife. Claro está que para acceder al Internacional de Las Palmas era preciso que obtuviera una de las dos primeras plazas en el campeonato provincial de Las Palmas que daban el acceso. Calvo no tendría problema alguno, y ganaría de calle el provincial, como ya había hecho en Alicante y Valencia, cediendo unas solas tablas como explico en el artículo anterior sobre el joven médico.

 

        Por tanto, la tarea de Calvo consistía en jugar el provincial, los dos torneos internacionales, y competir como primer tablero con el equipo del Caja de Ahorros de Las Palmas. Todo salió a pedir de boca, si no en lo laboral, como ya he dicho, sí en lo ajedrecístico.


                 En el muelle, enero de 1973, le esperaban con los brazos abiertos todas las fuerzas vivas de nuestro ajedrez. Entrevistado por el cronista del ajedrez Andrés Armas Suárez, declaró que su objetivo era luchar por el título de M.I., y que quería combinar el ajedrez con su profesión médica, y por supuesto se incorporaba de inmediato a la disciplina del club Caja. Con Menvielle, Visier, Angel Fernández, Betancort... Calvo completaba una plantilla de muchos quilates. Tantos, que al estar vinculados todos ellos excepto Menvielle laboralmente a la entidad financiera, Domínguez o Pedro Lezcano tuvieron que buscar refugio en otros equipos grancanarios. No era excesivo problema, pues Las Palmas tenía jugadores suficientes para colocar dos o tres equipos en la categoría nacional, en esos años.

               -(Andrés Armas): Sí, le entrevisté nada más llegar al puerto de la Luz. Calvo, políglota, culto, bien trajeado, impresionaba con su presencia y su mirada inteligente, esas grandes gafas y su grave voz.  El lado malo era su difícil carácter. 


            Inma Almenara la que sería esposa de Angel Fernández años después, recuerda a Ricardo Calvo:


                -Angel siempre fue muy amigo de Ricardo Calvo, hasta su muerte. Ellos ya se conocían de antes de que yo conociera a Angel, y cuando yo le conocí y empecé a salir con él Ricardo Calvo ya no vivía en Las Palmas.  Pero, aunque se había marchado, Ricardo llamaba a Angel casi a diario, y se pasaban horas hablando en la noche. También me aconsejaba continuamente sobre mi embarazo, como médico que era, y tanto me llamaba, que acabé poniéndole Ricardo a mi hijo, en homenaje a él. Luego nos vimos las dos parejas, en la península, o cuando él venía a Las Palmas. Y Ricardo se portó maravillosamente cuando mi esposo falleció en 1999.

Volviendo a la llegada de Calvo a Las Palmas, comenta su esposa Carmen:

        -Ricardo aceptó la oferta de la federación. Así que decidimos casarnos a fines de 1972 y trasladarnos a Las Palmas en barco, sí, en plena luna de miel. Era enero de 1973. De Las Palmas recuerdo lo bien que nos acogieron en el entorno de los ajedrecistas. Vivimos primero en el edificio Guayarmina, en la avenida Juan XXIII, después en Ciudad Jardín. Fue un año magnífico. Ricardo jugó el torneo Internacional en el Hotel Santa Catalina, recuerdo todo, la clausura, el haber acompañado a Tigran Petrosian a comprar ropa barata para su familia, a Oscar Panno, a Liubojevic etc., también la bonita sede del equipo Caja en el club de ajedrez, muy cerca de donde vivíamos al principio, por supuesto a todos los organizadores y ajedrecistas canarios, no paso a nombrarlos por si me dejo alguno, también recuerdo a José María González el fundador de la revista Jaque, que acudía a los torneos. Un sinfín de recuerdos. Conservo la preciosa mantelería de bordado canario que me regalaron. ¡Gracias a todos!.


-Se conservan las partidas que jugó Ricardo en los internacionales y algunas por equipos, pero el resto se han perdido... 


-Las partidas él no las conservaba, las arrugaba y las dejaba en los bolsillos. Lo que tengo son algunos trofeos, y muchas fotos. Tengo sus fotos desde que era niño. 

-El matrimonio terminó más tarde...

-Nos fuimos a Mallorca en enero de 1974, también en barco, y allí él siguió trabajando como médico. Tuvimos tres hijos, pero pasado mucho tiempo, nos separamos. Yo soy amante de la vida sana y familiar y él lo era de la vida nocturna y sus consecuencias. No era una ruptura definitiva, en ese instante; el venía a Palma a vernos, y nosotros, mis tres hijos y yo, íbamos también a menudo a Madrid, donde él se trasladó. Teníamos buena relación, y se podría haber arreglado todo, hasta que inició una relación con Carmen Romeo Pérez, a la que yo conocía desde antes de casarnos. Ellos, eso sí, nunca se casaron. Yo soy la viuda de Ricardo Calvo y la madre de sus hijos.

Para la actividad ajedrecística en 1973 en Las Palmas, me remito al artículo inicial de este mismo blog. Como ya digo en él, Calvo ganó con insultante autoridad el provincial de Las Palmas y ganó por derecho propio una de las dos plazas del internacional. Un provincial en que su amigo Angel, que atravesaba unos años de crisis, jugó tan mal que perdió la categoría. Luego Ricardo brilló en el internacional, obteniendo norma de MI y casi la de GM, y ganando de forma espectacular a varios grandes maestros. Posteriormente disputó el I Internacional de Lanzarote, donde con mayores apuros logró la segunda norma de MI y con ello el título. Posteriormente acudió a la copa Clare Bennedict en el equipo español, y al campeonato de España por equipos con el Caja de Las Palmas, como primer tablero, consiguiendo el título nacional.



                4.- Despedida en silencio y en conflicto.-

                Pese a todos los parabienes y éxitos, en el otoño se produjo el silencio, Calvo sólo jugó en diciembre el internacional de Madrid, con resultados más discretos.  Y en enero de 1974, abandonó Las Palmas. 

            En lo ajedrecístico el año había sido magnífico. Pero no tanto en lo laboral. Ricardo trabajaba como médico en Las Palmas, pero no en el puesto que le habían asegurado en la leprosería, al menos no como plaza fija. No es que los federativos engañaran a Calvo, sino que, de forma algo negligente, no se informaron bien de la situación de la plaza vacante en la leprosería. Pensaron que podría cubrirse por adjudicación directa, pero un médico impugnó el nombramiento, que exigía su cobertura por oposición. Como consecuencia, Calvo hubo de cesar, y la federación le buscó un trabajo alternativo en el Hospital Inglés, pero que no garantizaba la estabilidad. Calvo al parecer se sintió muy decepcionado con lo sucedido, como cuenta la viuda de Angel Fernández y el cronista Andrés Armas. La esposa de Ricardo, en cambio, no tiene constancia de ese malestar.

    -(Inma Almenara): Por lo que supe se había ido decepcionado, diciendo que la Federación no había cumplido sus promesas laborales.

    -(Andrés Armas): Al final la propuesta laboral se torció y estaba molesto. Y eso que Marrero Portugués le consiguió trabajos temporales en el Hotel inglés y otros sitios. Pero en 1974 se marchó, y su presencia en el ajedrez grancanario fue efímera. Cuando se fue, sus únicos amigos seguían siendo los de siempre, Angel Fernández y Fernando Visier.

    -(Carmen Pérez): La verdad es que nos fuimos porque Ricardo recibió una oferta de trabajo en Mallorca, y es cierto que no pudo consolidar el puesto en la leprosería. Pero yo no tengo constancia de que estuviera enfadado, a mí no me dijo nada. Claro que a veces no me contaba todas las cosas. Yo el recuerdo final que tengo es el de esa bonita despedida de los canarios.

    Sea como fuere, en invierno de 1973 recibió una oferta laboral en Mallorca y se fue por donde vino, otra vez en barco, con su joven esposa Carmen. Estaba muy distanciado de los estamentos oficiales del ajedrez canario, la federación de Marrero Portugués y Betancort. También los federativos estaban dolidos con él: ni siquiera aceptó permanecer en el equipo del Caja, regresando al Schweppes de Román Torán. Nunca más sería invitado a torneos en Las Palmas, ni disputaría siquiera los open abiertos como El Corte Inglés. Cuando volviera a la isla no sería como jugador. Por ambas partes, el idilio había terminado.

                -Fíjate como estarían las cosas- comenta un federativo de la época- que cuando en un campeonato por equipos posterior coincidimos, yo tenía una afección cutánea en la mano, y recordando que Ricardo era dermatólogo, le pedí consejo. Calvo, con mucha displicencia, me dijo: "Vete a que te vea el médico del torneo".

                -(Andrés Armas): Calvo se debió marchar a principios de 1974, en enero, sí, porque en diciembre de 1973, tras disputar el torneo de Madrid y regresar, cuando se produjo el asesinato de Carrero Blanco, recuerdo que subíamos en el coche con él hasta la leprosería. El tráfico estaba cortado y entonces nos enteramos del atentado de Madrid.

                

                Pero no nos corresponde ya narrar la vida posterior del doctor Calvo. Lejos de Canarias, siguió jugando a buen nivel, obtuvo incluso norma de GM en un torneo en Montilla Moriles, participa en varios campeonatos de España, individuales y por equipos, pero poco a poco su vida se va alejando del ajedrez de competición y orientándose a las crónicas periodísticas, la escritura de libros, y a las luchas federativas.


                5.- Nuevas visitas. 1989, 1999. Un Ricardo Calvo crítico y muy cambiado.-

                Hasta quince años después no hay noticias de Ricardo Calvo en Las Palmas, visitas privadas aparte. Hay que esperar a 1989, y el Ricardo Calvo que regresó no venía a jugar, sino como representante en España de Kasparov, para las simultáneas que diera  en Lanzarote y Las Palmas. La federación que él había conocido había caído en 1979, y él se sentía sin duda más cercano de la nueva federación comandada por Fraguela y vitola de "progresista" que existía en ese momento. Muy enfrentado a la F.I.D.E., había sido declarado persona "non grata", y su carrera como jugador activo prácticamente había terminado. Calvo, en declaraciones a la prensa, no fue muy generoso con quienes le habían apoyado en aquel lejano 1973, y consideró que la Federación comandada por Marrero entendía por entonces el ajedrez más bien como un espectáculo, sin apoyarlo realmente. "Sale un talento como José García Padrón, y en vez de apoyar su carrera, lo que hacen es incorporarle como empleado a la Caja de Ahorros". Verdades aparte, Calvo no tenía entre sus cualidades la del agradecimiento. 

        En las simultáneas de Kasparov estuvo muy activo Ricardo, y siguió con especial interés la partida de su amigo Angelito, que sin embargo perdió muy rápidamente. Ricardo indicó una mejora de su juego que Angel dejó anotada en su planilla. 


    Su esposa y viuda Carmen Pérez (no confundir con su segunda pareja Carmen Romeo Pérez), recuerda sus contactos posteriores a su marcha de Las Palmas con los jugadores que había tratado en Las Palmas, como Fernando Visier y Angel Fernández:


    -Yo, aparte de esa visita de 1989, no se si Ricardo volvió a Las Palmas de forma privada, yo desde luego no volví, sólo visité Tenerife. Después de que ya Visier se hubiera ido ya de Las Palmas en 1976, estuvimos comiendo en su casa, con Pilu, su mujer, en Los Navalucillos, pueblo de Pilu, donde Visier había puesto un pequeño supermercado. Antes de morir, Ricardo le ofreció regalarle todos los Informator, pero su nueva novia  se lo impidió. Con  Angel siguió en contacto siempre; con Inma Almenara, la esposa de Angel Fernández,  yo sólo la he visto en el ajedrez una vez, en un torneo en Santander (N.A. Posiblemente se refiere al torneo de Torrelavega que disputó Angel cuando estaba semirretirado del ajedrez, en los dos años que se dedicó a viajar por Europa en una furgoneta, según comenta Inma) . Luego he hablado con ella alguna vez por teléfono. Otro contacto se produjo en la muerte de Román Torán. Estuve en Madrid en el funeral, allí hablé con Fraguela, Visier, Pilu, Díaz del Corral...


            Calvo sí retornaría al menos una vez más a Las Palmas, en 1999, para las exequias del propio Angelito Fernández, su gran amigo, que había fallecido de cáncer en sólo seis meses, con 57 años. 


              -(Inma Almenara): Ricardo Calvo vino a la incineración de Angel, estaba desolado, y me ayudó muchísimo, hasta el punto de que se llevó a mi hijo Ricardo con él a Madrid unas semanas para que yo pudiera hacer las gestiones de mi viudez…En los últimos años se separó de su esposa Carmen, que era a la que yo conocía, y vivía con otra chica que también se llamaba Carmen (N.A.: Carmen Romeo).


                Era un Ricardo el de 1999 cansado y envejecido, al que le había ido mal la sociedad mercantil y estaba atrapado por las deudas, hasta el punto de que el viaje a Las Palmas le había supuesto un sacrificio económico. Pero él mismo contaba que le había explicado a su nueva pareja que tenía un deber de amistad que cumplir y que no podía faltar a las exequias de Angelito.A la salida del tanatorio, el federativo de por entonces, Gregorio Hernández (más conocido por sus fotografías del ajedrez) junto con Ernesto Solana y José García Padrón, se fueron a cenar. Calvo hizo un intento de pagar la cuenta que los demás no consintieron. Ricardo hablaba del mito platónico de la caverna, de como existía una realidad oculta ideal y superior... Tenía el ánimo muy decaído, y el M. F. Ernesto Solana intentó apoyarle:


                -¡Maestro, hay que resistir!.


           Pero Ricardo Calvo enfermó poco después, y ya no regresó. 


    6. El final. 2002. 

Los últimos años de la vida de Calvo no fueron fáciles. Toma la pluma de nuevo su hermana: "Los tres últimos años había fichado por un equipo valenciano, y venía los fines de semana, así que pasaba por casa, charlábamos mucho, pero yo lo pasaba mal porque bebía mucho y se estaba destruyendo. No dormía nada, continuaba siendo el desastre de siempre. Finalmente se le diagnosticó el cáncer de esófago. El sabía lo que iba a ocurrir. Los médicos le habían dado tres meses de vida pero él sabía de medicina y me dijo, "Nati, no creo que sean tantos". No le vi ya más, ni quiso que nadie fuera a verlo. Murió el 26 de septiembre de 2002, diez días después que nuestra madre. Una pena que una persona con su potencial y su inteligencia se fuera destruyendo de ese modo".


    Ya hace veinte años que Ricardo Calvo nos dejó. De personalidad bronca, contestataria, difícil para la amistad, pero también genial, nos queda el testimonio de su vida, sus traducciones de libros de Lasker, sus investigaciones de ajedrez histórico, sus magníficas partidas. Para mí, a pesar de sus zonas de sombra, será siempre aquel joven médico de personalidad arrolladora, una especie de Kasparov o Larsen nacional, que un día de 1973 batió a todos los jugadores en el difícil provincial de Las Palmas y poco después se deshiciera con espectaculares ataques a varios grandes maestros en el internacional. El que trajo el primer título por equipos para Las Palmas liderando el club Caja. El conversador culto y políglota que era capaz de tertuliar hasta el amanecer. D.E.P.


Calvo y Kavalek 1973 Las Palmas internacional, yo estoy en el público con mi amigo Sergio Cabrera



Ricardo Calvo en sus últimos años




sábado, 23 de julio de 2022

Diario del joven y el solitario, 21. Fran, el pianista

 DIARIO DEL JOVEN Y EL SOLITARIO, 21. FRAN EL PIANISTA.

A la memoria de Fran. Este texto es una recreación ficcionada sobre Fran de Palma, pianista que conocí.

Ricardo Moyano julio 2022




El solitario me dedicó hace tiempo un libro que había escrito del juego de ajedrez. Lo tituló “El juego de nuestras vidas”. Decía que el ajedrez se parecía a la vida, o la vida al ajedrez, porque a lo largo que avanzas en la partida te van faltando piezas, y al final -añadió en esa tarde de lluvia en que me trajo la invitación- el rey se queda desnudo y solo, y luego muere.

-Perdone, solitario, pero ese final tan trágico no lo ha escrito usted en su libro, que es un tocho gordo y me lo he leído bien entero.

-La vida es eso, joven, aunque a veces la disimulemos. En mi juventud me dediqué a ese juego, incluso me planteé ser profesional del ajedrez, y me frené a tiempo. Vi a algunos de los que lo hicieron, mentes brillantes, que habían acabado pidiendo bocadillos por las calles, o jugando desesperadamente partidas rápidas a la apuesta para sobrevivir. Igual sucede a  veces con los músicos. Es un mundo bello, fascinante y difícil, una carretera llena de cunetas. Mi amigo Fran, el pianista, es una pieza que hoy falta en el tablero de mi vida, murió hace escasos días, sin otra pertenencia que su talento. Por eso, en homenaje a él, le invito a usted a ponerse su mejor traje, y compartir un “brunch” en el hotel.

Dijo eso el solitario extendiendo un pase para la terraza aérea del hotel más exclusivo de la ciudad. Me quedé tan halagado como sorprendido. Mientras me ajustaba ante el espejo el nudo de la corbata, no terminaba de entender cómo pretendía homenajear a su difunto amigo, ciertamente un trotamundos que había paseado su música por los garitos más oscuros de la polis, llevándome a ese lugar de damas de altos vuelos, música de Sinatra y burbujas evanescentes de don Perignon. Pero cuando vi el piano de cola en el centro de la terraza, sobre un entarimado enmoquetado, lo entendí a medias, y el solitario me lo acabó de explicar. Vestía el solitario muy dandy, un traje gris marengo con pajarita y tirantes, y había sacado del paragüero su mejor bastón, con la empuñadura del águila.

-En este lugar, aunque usted no lo crea, también tocó Fran algunas noches. Tenía que devolver el smoking a recepción tras acabar los pases, eso sí. Pero él disfrutaba de cada momento, al terminar alguna romanza miraba al cielo de estrellas, y se sentía una de ellas. Porque realmente lo era. Le acompañó una de las veces Pepe Kraus, el hermano del gran tenor. Esa noche le vi.

-Si, yo también conocí a Fran, pero no le escuché aquí, sino siempre en un pequeño pub de la ciudad vieja, cerca de mi casa. Tenía la voz rota pero cantaba también él mismo, de forma muy emocional, la verdad. Lo que pasa es que yo creo que prefería los instrumentales porque así se concentraba más en su piano, que tocaba pegándose casi al teclado con la cabeza. 

-Esa era su posición favorita, muy introspectiva. 

-Y combinaba los viejos standards de Broadway con música de su país, Venezuela, que adaptaba a versiones de club. Pedía a la gente que le solicitara temas, y se los sabía todos.

-Fran tocaba  todo y en todas partes- dijo el solitario llevándome a la balaustrada ceñido suavemente por la cintura. Allí se notaba más el perfume de los rosedales de los jardines del hotel. Pero él me hizo mirar a lo lejos, mucho más allá, hacia el mar y los barrios de la periferia del puerto.

-Fíjese allí- señaló un racimo de luces en el confín de la isla.

-Sí, lo veo, ese es el barrio chino. Desde aquí, encendido, parece otra cosa.

-Parece una guirnalda de estrellas, un sueño, como la propia vida que vivimos. Que es lo que es. Pero también allí tocó Fran, en un bar donde abundaban las peleas, el macarreo y los robos. Esa es una ventaja, a él no podían quitarle nada. Pero de allí sacó alguna novieta, igual que de esta terraza.

-¿También aquí?

-A las mujeres se las conquista con la cartera o con el corazón, joven. Así ha sido siempre. Y Fran tenía bastante con tocar o arrastrar la voz, como usted dice, para lograrlo. A ver quien resiste un "Summertime" o un "As time goes by" tocado con la sangre del alma. 




El solitario apoyó sus palabras canturreando la melodía de Casablanca.

-Era un hombre curioso, ese Fran, sí señor. dije-. A veces sólo cobraba en propinas, y esas propinas muchas veces eran en especie.

-No se corte, joven, dígalo claro. Era muy borrachín, y le encantaba que le invitaran a cervezas. Una vez, para que no bebiera tanto, le dije que le pagaba una sin alcohol y me replicó “Mi motor sólo funciona a cerveza con plomo”. La gente le regalaba cosas, ropa, radios,  móviles, tenía una vieja Blackberry que ya no funcionaba bien, y él le llamaba “mi Chumberry”, pero no quería cambiarla por otro. Yo le recargaba la tarjeta de su chumberry mes a mes. Hasta que hace poco, extrañado de no tener noticias de él, le llamé, y el teléfono ya no daba señal. Pensé que su móvil había muerto. Pero no era el móvil.

Los ojos del solitario enrojecieron, pero se mantuvo para evitar las lágrimas.

-Me llamó un amigo común-siguió-. Murió solo, en una residencia de tercera edad, donde tocaba por las tardes una vieja pianola desafinada. Pero yo quisiera recordarle tocando en algún lugar del cielo, y no en esos momentos finales frágiles donde es un soplo la vida, como dice el tango que el cantaba en un susurro, maravillosamente.



-Quizá Fran ha pasado por algún agujero negro a una de esas realidades cuánticas de las que usted habla siempre, y vive allí.

-Por ese sumidero negro nos iremos todos, hijo. Hacia el gran misterio. También de esas cosas hablaba con él, que era un gran lector. Y a la vez muy sencillo. Vivía con un gato y rodeado de plantas, en una casa abandonada. Allí estaba, supongo, “bella a las seis”. Era el nombre de un tema de uno de sus discos.

-¿Una de sus novias?

-No, una de sus plantas. Creo que era un geranio. Me dijo que tenía una flor que se iluminaba al sol de la tarde, y era a las seis cuando lucía más bella. Era de costumbres simples, Fran, pero había tocado con los más grandes, Santana, Sonny Fortune… En su juventud había formado un grupo de rock en Venezuela, pero más tarde, en medio de una gira con una orquesta por toda Europa, recaló en esta isla, y aquí se quedó, sin más. Le dije que por qué aquí. Y me dijo que era un lugar tan bueno como cualquier otro. Una respuesta incontestable. Porque no hay ninguna razón de peso para rodar ni para parar. Fran no tenía papeles, a pesar de los años que llevaba aquí, y un día le llamaron a la comisaría para notificarle la orden de expulsión. Invitó al policía a que buscara sus videos musicales en internet, para demostrar que no era un indigente. Afortunadamente, ese policía amaba el jazz, y le dijo:

-Mire Fran, váyase corriendo de aquí y no se le ocurra volver a una comisaría por mucho que le manden llamar. Y así lo hizo. Y así siguió viviendo.

-Recuerdo que en aquel pub en que yo le vi, la dueña no le tenía en gran estima, porque bebía demasiado.

-Bueno, él decía que esa señora solo amaba una música, la de la caja registradora.   

-Pero tenía el aprecio de los músicos, y del público. Yo le veía siempre con sus amigas, que querían retratarse todas con el. Tenía su prestancia, pese a todo. Creo que una vez rodó una película.



-Sí, "El último traje", con Angela Molina, haciendo por supuesto de pianista de bar. Estaba muy orgulloso de esa película, y siempre me decía que la viera. Pero nunca tuve tiempo. Fue ahora, tras su muerte, cuando la busqué. Casi lloré viéndole tocar, tan elegante, con una chaqueta violeta, tirantes, y su barba bien rasurada, y no como la que llevaba siempre, últimamente, tan patriarcal. 

-Ahora entiendo su "look" de hoy, solitario. También le ayudó usted con dinero, no lo niegue.

-Bueno, eso es anecdótico. Los músicos nos regalan su música, su alma, pero necesitan mecenas y micromecenas, como era mi caso. Siempre andaba impecune, decía que la vida del músico era "dura y cara" y reía; yo procuraba suavizársela disfrazando las donaciones de otra cosa, para no hacerle sentir mal. Le compraba varias veces los mismos discos, o alguno de su colección de cd, que tenía muchos, y se los pagaba a precio de oro. También alguna vez le encargué que me compusiera música, por mi cumpleaños. Dos temas los subí a la red, de hecho, y gracias a eso los oyeron en su querida Venezuela y en Estados Unidos, donde vivían sus hermanas. Era la única familia que tenía.

-Al final ese pub  del que hablamos, por cierto, cerró. Se convirtió en oficina de banco, o algo, creo.

-Ni siquiera. Eso era antes. Los bares se hacían   bancos o bingos. Al menos se cantaba algo, los premios- ironizó el solitario-. Pero ya apenas quedan casinos ni oficinas bancarias. Todo se ha vuelto virtual, hasta el amor y el odio. Todo circula por las redes, los requiebros, los insultos. Y los pubs se convierten en ruinas, sencillamente, como ballenas muertas varadas en la playa, y allí se quedan pendientes del derribo que no llega, porque el político de turno anda en otras cosas haciéndose fotos...

Aquí terminó la charla, porque el pianista de la terraza había empezado su pase. Era un joven rubio que tocaba y cantaba bien, aunque sin mucha gracia. Pero era  guapo, y las señoras de tacón alto se acercaban a él con sus trajes brillí brillí y sus copas de cristal esmerilado. También ellas eran guapas, y yo las miraba. Iba a decirle al solitario que a las mujeres, además de por la cartera o el corazón, también se las puede conquistar por el físico.

-¿Nos acercamos, solitario?

-Vaya usted. Luego me uniré para el brunch.

El solitario se quedó solo, de espaldas a la fiesta, mirando a los jardines del hotel y a sus propios pensamientos. Estaba triste y en esas ocasiones era mejor no molestarle. Le noté envejecido, la verdad, pero quizá era solo la herida del momento, la certidumbre del paso devorador del tiempo, de que Fran era esa pieza importante que en el juego de su vida le había cobrado  el destino. Porque como escribe el prologuista del libro del solitario, cualquier jugador de ajedrez sabe que las piezas que te captura el enemigo una vez se van a la caja, se desvanecen, y por mucho que las eches de menos,  no vuelven. 

 


 



domingo, 1 de mayo de 2022

Ajedrez histórico en Las Palmas: Torneo Nacional, Pomar o Cairasco de Julio de 1959 en Las Palmas: el primer torneo nacional en la isla

Torneo Nacional (o Pomar, del Cabildo, o Cairasco)  3 a 10 de julio 1959.- Hotel Cairasco/Mercantil/Naútico.-

Ricardo Moyano. 2017 (revisado en mayo de 2022 y octubre 2023). Agradezco a un habitual colaborador americano de este blog el desarrollo de la base de datos y la confección del cuadro de clasificación. En octubre de 2023 se añade foto exterior del Bar Fabelo en 1955.





Pomar en 1959 foto de Diario de Las Palmas
Pomar en Tenerife en junio 1959 durante el campeonato de España, foto de la revista Ajedrez Español




1. Introducción. El Torneo Nacional de 1959, primera piedra en la labor de Dumesnil para revitalizar el ajedrez de Las Palmas. Pomar en la isla.

 

Desde 1933 ha habido en Las Palmas torneos organizados, pero de carácter meramente local. En la memoria del aficionado estaban los torneos del Gabinete Literario en los años 30, o los organizados en el kiosco de la Música del Parque San Telmo, patrocinados por la primera federación, dirigida por el teniente coronel Ramón Rúa-Figueroa. 

 

Pero nunca se pensó en torneos nacionales ni mucho menos internacionales. Las islas estaban demasiado lejos. No obstante, la Federación tinerfeña ya había dado un paso adelante organizando un torneo nacional en La Laguna. Así que cuando el joven francés Pierre Dumesnil revitaliza el ajedrez en Las Palmas a mediados de los años 50, su primer objetivo, antes de abordar los torneos internacionales -eso llegaría en los años 70-, es organizar un certamen de carácter nacional. 

 

Por eso, el llamado I Torneo Nacional de Las Palmas, pero también conocido por otros nombres, disputado a comienzos de julio de 1959 en la capital de la provincia, tiene un significado simbólico en el despegue de la llamada "edad de oro" del ajedrez de Gran Canaria, y por extensión de Lanzarote.

 

 La ocasión para organizarlo la ofreció el campeonato de España individual que se celebraba en junio en la isla de Tenerife. Dumesnil se había relacionado con el secretario de la Federación tinerfeña, sr. Cardona Marcet, para reflotar la Federación de Las Palmas, y sin duda Cardona sirvió de enlace para que dos fuertes jugadores nacionales, el mítico Arturo Pomar (1931-2016) y su cuñado Eduardo Pérez Gosalvez (1933-2016), accedieran a disputar un pequeño torneo en Las Palmas de G.C. tras la conclusión del campeonato de España. Por añadidura, Pomar se acababa de casar con la hermana de Eduardo, Carmen, así que ella acompañaba a la expedición familiar y los tres podrían de ese modo conocer la isla oriental. 

 

La figura del mítico Pomar era sobradamente conocida, de hecho había sido el faro para los jugadores canarios jóvenes, que como decía jocosamente Sagaseta, padecían de "pomaritis".  Ex niño prodigio y el jugador de ajedrez más destacado de España, tenía a la sazón 28 años y estaba a punto de lograr el título de gran maestro internacional en un país donde no existía todavía ningún G.M.. Estaba en muy buena forma y en Tenerife se había proclamado campeón de España de nuevo. Posiblemente en la elección del otro jugador, el valenciano Eduardo Pérez, pesó el que era pariente político de Pomar, pero con independencia de ello, la elección era adecuada: el joven Pérez, especialista en simultáneas a la ciega, campeón de Valencia en múltiples ocasiones, era uno de los mejores jugadores de España. Sería olímpico años más tarde (en Tel Aviv 1964 y La Habana 1966) y se desempeñaría luego en Cataluña, donde también sería campeón dos años; curiosamente también estaba vinculado laboralmente a Correos como el propio Arturo Pomar. Más tarde, en los años 70, cuando Pérez jugaba en equipos catalanes y hacía crónicas de ajedrez en prensa, denunciaría de forma infundada y al alimón con Román Torán supuestos amaños entre equipos canarios -uno de ellos liderado por el GM danés Bent Larsen- lo que motivaría las iras de los canarios contra él y que durante años se le tuviera por "persona non grata" en Las Palmas. Afortunadamente todas esas rencillas se superaron pronto.

 

La iniciativa de este torneo era una gran novedad en Las Palmas pues el único precedente de visita de una figura relevante no fue para un torneo sino una sola sesión de simultáneas ofrecida por el campeón del mundo Alekhine en noviembre de 1945, ¡14 años atrás!.

 

 

 

El Torneo no era una decisión improvisada, sino perfectamente planificada: se había previsto con antelación que a los dos jugadores peninsulares se enfrentaran  cuatro jugadores locales, que habrían de salir de un torneo previo. Y aunque no existen datos sobre este torneo, sí es sabido que las cuatro plazas fueron copadas por los cuatro mejores jugadores grancanarios del momento, los llamados con cariño "los fantasmones", porque machacaban sin piedad a todos sus rivales en el tablero local. Jugadores de buen nivel, como el histórico Miguel Navarro Jiménez, Isidro Miranda Millares, o el abogado Walter Suárez, no tenían opciones frente a ese cuarteto. Eran realmente tres jugadores ya veteranos, Germán Pírez Pérez (1914-1992) -el mítico campeón local de los años 30 y 40, que había sufrido prisión por sus actividades políticas y había vuelto a Las Palmas sólo dos años antes una vez indultado-, Pedro Lezcano Montalvo (1920-2002) -poeta e impresor, de carácter apacible, le gustaba trabajar en bambalinas para el colectivo pero rehuía destacar en las competiciones-, Fernando Sagaseta Cabrera (1927-1993) -todo lo contrario a Lezcano, era un impetuoso abogado amante del estilo romántico- y el más joven de todos, Juan Pedro Domínguez (1935), de 24 años de edad en ese momento, al que apodaban cariñosamente "El Niño" y que era la gran esperanza del ajedrez de la isla. El resultado del torneo previo parecía confirmarlo, porque el orden de clasificación había sido: Domínguez, Sagaseta, Pírez y Lezcano.

 

 

 

    Pierre Dumesnil, que sabía controlar los resortes financieros, se movió para conseguir apoyos oficiales, hecho insólito hasta entonces en el ajedrez grancanario, que se practicaba más bien en bares populares: todas las puertas se le abrieron, consiguió la subvención del Cabildo Insular, y pudo repartir las sedes de las distintas rondas entre un buen hotel y dos sociedades de la burguesía insular muy emblemáticos: El Hotel Cairasco (actual edificio CICCA), sede principal, el desaparecido Círculo Mercantil, y el Real Club Náutico. El ajedrez, identificado hasta entonces con jugadores de ideología izquierdista ("El ajedrez se juega en Las Palmas con la mano izquierda" había dicho con gracejo Lezcano en un artículo), accedía por fin al respaldo de las clases acomodadas y del régimen de Franco. 

 

    Además del torneo, se previó realzar el espectáculo con simultáneas de los dos jugadores nacionales en las sedes del torneo y en otras  importantes sociedades, el Gabinete Literario en la ciudad vieja, al lado del Hotel Cairasco, que ya había sido ámbito de los primeros torneos serios jugados en los años 30 por el propio Germán Pírez, y en el Real Club Victoria de la zona de la playa de Las Canteras. Tampoco se quiso olvidar el modesto bar Fabelo, donde Dumesnil había organizado torneos desde 1957, y seguía siendo junto con el Círculo Mercantil recién abierto al ajedrez, la sede de uno de los mejores clubes de la isla, el C.A. Las Palmas: en el bar tendría lugar la entrega de premios, y allí tenían que formalizarse las inscripciones de los aficionados para las simultáneas.

 

       

        La afición apoyó de forma entusiasta, en especial un conjunto de jóvenes recién llegados al ajedrez se aplicó a ayudar a la Federación:  Blas Rodríguez, del barrio de Schamann, y futuro campeón provincial, asumió la labor de muralista y analista de las partidas; Eligio Quinteiro la prensa;  Tomás Valido auxilió para vocear las jugadas en las simultáneas a la ciega que ofrecería Eduardo Pérez... Incluso, entre los "mirones", estaba un joven empleado del Hotel en que se alojaban Pomar y Pérez, el Hotel Cairasco, como dije una de las sedes del torneo. Ese empleado era Andrés Armas Suárez, que aún estaba ajeno a la organización del ajedrez, y se involucraría totalmente en ello a partir de los años 60 -todavía hoy, 2022, mantiene crónicas de ajedrez en la prensa local.


-(Andrés Armas): En aquel año 1959, aunque yo había aprendido a jugar al ajedrez desde niño, no estaba en absoluto en los ambientes del juego formal, el bar Fabelo, el Mercantil, etc. Pero trabajaba en el Hotel Cairasco, uno de los pocos hoteles de la época, y me llamó la atención que se jugara un torneo de ajedrez ahí mismo, con el mítico Pomar entre los jugadores. Veía por las mañanas a los jugadores, al propio Arturo, preparándose en el salón..., y por las tardes el buen ambiente del salón de juego, y del mural donde el fogoso Blas Rodríguez analizaba las jugadas con su voz estentórea: "¡¡¡Síiii, peón cinco rey.... esta jugada es buenísima!!!". Todo aquel ambiente me entusiasmó, y fue mi primer contacto con el ajedrez de competición como espectador, y entré en contacto con los federativos poco a poco y me fui involucrando cada vez más. Quien me iba a decir que al lado de ese hotel, del que llegué a ser luego subdirector, se iba a inaugurar el primer club de ajedrez en 1967,  del que yo llegaría a ser su presidente, y que el ajedrez sería tan importante a partir de entonces en mi vida, si no como jugador, sí como directivo, organizador, y cronista de prensa y radio hasta ahora mismo, cuando se cumplen los 50 años de vida de ese club (declaraciones de 2017, en 2022 Andrés sigue publicando crónicas de ajedrez en el periódico La Provincia).

 

2. El Torneo nacional y actividades paralelas (simultáneas): El torneo ha sido llamado también Torneo del Cabildo Insular (por haber subvencionado el torneo) pero más comúnmente Torneo del Hotel Cairasco o incluso Torneo Pomar.

 

Veamos el desarrollo de la estancia de 10 días de Pomar y Pérez en Las Palmas. Aunque estaba prevista su llegada un día antes, los tres invitados -Pomar, su esposa y su cuñado Eduardo Pérez-, arribaron a Las Palmas el 1 de julio desde Tenerife en avión, tras un retraso sufrido por el mal tiempo en el aeropuerto de Los Rodeos (Tenerife), que se cerró por la habitual niebla, pero a tiempo de iniciar las simultáneas previstas para el día 2 de julio, así como el torneo el posterior a partir del 3 de Julio de 1959, hasta el día 9, siendo la entrega de premios el día 10, y regresando los invitados a la península el día 11.

 

 El torneo fue muy competido, y los jugadores canarios y sus federativos -con la excepción de Pírez- tenían claro que debían apoyar al joven Domínguez, que además del torneo de clasificación, se había impuesto en un largo torneo  de liga en el Bar Fabelo, considerado torneo de la primera categoría aunque no aun absoluto de forma oficial, pues el torneo había comenzado antes de constituirse la federación, superando a todos sus pares, excepto a Pirez que no compitió porque cuando salió de prisión el torneo ya habia empezado. Por ello el antiguo campeón seguía considerándose el mejor jugador, ya que estaba recuperando la forma. 

 Vamos al torneo, que se jugó por liga a una sola vuelta, y de las simultáneas.

 

2 de julio 1959, jueves, 18.30 horas: Simultánea a la ciega de Eduardo Pérez en el Gabinete Literario, salón Maifrén. Las simultáneas a la ciega eran desconocidas en Las Palmas, salvo alguna partida aislada dada por Sagaseta, así que la actuación de Pérez en esta modalidad, ante siete jugadores locales, causó sensación. 



 

Eduardo Pérez jugaba de espaldas a los tableros, voceando las jugadas Tomás Valido. Veamos la crónica del Diario de Las Palmas de 4/7/1959, firmada por Walter Suárez: "Por primera vez  se celebra un match ajedrecístico de tal índole, se dio comienzo al primer acto del programa de la Federación con motivo de la estancia en esta_ Capital de Arturo Pomar y Eduardo Pérez, para el Primer Torneo de Categoría Nacional. Durante las primeras diez jugadas, tanto Pérez como participantes locales se dedicaron a realizar un juego posicional, desarrollativo. Las partidas adquieren mayor relieve con algunos tableros, y a fuer de buen sinceros hay que hacer constar el conocimiento de los participantes locales, que hace el juego más difícil. Hay un breve descanso a causas ajenas al desarrollo de las partidas que se juegan en el mayor silencio y atención, momento que aprovecha Pérez para reconstruir la posición |de las piezas en cada tablero, haciendo con ello un alarde de retención, sirviéndole además de recuerdo sobre el desarrollo normal de las partidas. Pérez a las dos horas de juego obtiene una ventaja definitiva sobre el tablero número tres jugado por don Juan Jiménez Alvarez (NA: Era un fuerte jugador presidente del Círculo Mercantil, y al se debe que la entidad cediera espacios al ajedrez precisamente a partir de 1959) sobre una defensa francesa, el cual no puede contrarrestar el fuerte y combinado ataque, que  brillante sacrificio no aceptado por Jiménez resuelve la partida de una manera elegante. Sigue después el tablero jugado por D. Vicente Mendoza con una defensa Philidor, donde el jugador local no puede evitar con sus peones doblados el ataque de Pérez, forzando el abandono de Mendoza. En el tablero cuatro, jugado por José Ravelo Machín, partida muy igualada con ligera ventaja posicional de Pérez, que acaba perdiendo calidad y  se ve obligado a abandonar en la jugada ventitrés ante el ataque de Machín. Antonio Sánchez por su parte jugó la defensa india de dama, igualdad que condujo a las tablas. En este tablero el jugador Tomás Valido que era quien cantaba las jugadas cometió un error al vocear uno de los movimientos (NA: Tomás Valido, actualmente jubilado, fue un fuerte jugador de esas décadas, farmacéutico de profesión y federativo, muy amigo de Juan Pedro Domínguez). En el tablero siete, jugado por Fernando Santos, Pérez entrega dos peones por un caballo, y un peón estaba en condiciones de coronar dama, pero el valenciano cae en una posición de mate. En otro tablero juega Gabriel Montserrat De la Concha una partida siciliana, fuerte presión de Pérez sobre el peón rey aislado. El canario defiende el punto débil pero Pérez monta un ataque en el flanco de rey que le da la victoria. Y en tablero seis finalmente juega el sólido jugador José Rodríguez Afonso, pero Pérez se aparta de la teoría y consigue una notable ventaja y un peón pasado, que le dan la victoria con precisión matemática. (NA: Por tanto, cuatro victorias para Pérez, unas tablas y dos derrotas). Pérez fue muy felicitado por los asistentes al término del acto. 

 

  Torneo Nacional: 3-10 julio 1959. Dio lugar de inmediato al día siguiente el torneo en el Hotel Cairasco. -

  

Primera ronda (3 de Julio de 1959 viernes). Hotel Cairasco

 

 En la primera ronda, mientras que Pomar batía con suma brillantez a Germán Pírez, en la mejor partida del torneo, y Eduardo Pérez a Fernando Sagaseta, Pedro Lezcano Montalvo perdió de forma "extraña" con Juan Pedro Domínguez, como éste mismo me reconoció: "No sé, yo era muy joven y estaba ajeno a las conversaciones que tenían Dumesnil, Lezcano y Sagaseta... digamos que Pedro no se esforzó mucho por evitar la derrota", sonríe. Y es que Pedro, tras ganar un peón y llevar la partida mejor, sorprendentemente se dejó pieza colgada, lo que era harto extraño en un jugador tan posicional y seguro. Quizá recibió alguna indicación desde vestuarios... 

 

Crónica de la ronda en prensa local: 

 

El diario Falange considera la mejor partida la jugada por Pomar y Germán Pírez: Planteamiento correctísimo por ambas partes, que resolvió Pomar mediante una profunda combinación seguida de varias entregas, empezando por la de dama, abandonando Pírez en la jugada 32. (Véase la partida en la base de datos).

 

Lezcano-Domínguez: Siciliana, variante dragón,  obteniendo Lezcano la ventaja de un peón en la jugada 16. El contraataque de Domínguez, unido a un descuido o despiste de Lezcano, se tradujo en la ganancia de una pieza decisiva para el desenlace favorable a Domínguez. (NA: El Diario de Las Palmas habla por su parte de una falsa combinación de Lezcano que le condujo a la pérdida de pieza).

 

Pérez- Sagaseta: Gambito de dama, variante Lasker. Al apartarse Sagaseta de las líneas teóricas consigue Pérez un fuerte ataque sobre el enroque, que se convierte en ventaja material apreciable cuando Sagaseta tiene qué entregar la calidad para su defensa una torre por un caballo; momento la técnica del maestro valenciano se impone a la tenaz resistencia del local en la jugada 43.

 

Segunda ronda: 5 de julio de 1959, sábado. Hotel Cairasco.

 

Lo mejor para los locales vendría en la segunda ronda, con la victoria de J.P. Domínguez ante el campeón de España. Ni los más entusiastas de Domínguez, como Pierre Dumesnil, que le entrenaba en esos años, podía contar con ese triunfo, que desde luego, a diferencia de lo que sucedería en los encuentros con los jugadores locales, no tuvo nada de pactado.  Sin duda, a la vista de la partida, Arturo no midió bien la fuerza de su desconocido oponente, jugó de forma descuidada, y quedó enseguida perdido en una defensa siciliana donde no aplicó la defensa justa y perdió pieza. Luego, eso sí, batalló indesmayablemente por evitar la derrota, y aunque Juan Pedro omitió las continuaciones más duras, se abocó tras el aplazamiento y siete horas de juego a un final ganador, que fue muy celebrado en las crónicas de la prensa local. 

 

Pero veamos antes las otras partidas, comentadas en Diario de Las Palmas por el propio Pierre Dumesnil:

 

Sagaseta-Pírez: "Son dos eternos rivales, puesto que están celebrando un "match" desde hace varios meses, habiendo jugado 19 partidas -hallándose actualmente empatados a puntos.  Conociéndose perfectamente el estilo, Pirez adoptó una defensa eslava, contestando a un-Gambito de dama de Sagaseta quien, suponemos, con esta salida quiso evitar la defensa francesa en la cual Pírez es especialista. Toda la lucha se desarrolló sobre el flanco de dama lejos de los reyes, ya protegidos por el enroque. Partida posicional en la cual Sagaseta se -apoderó del dominio de la columna abierta y que parecía deber terminarse en tablas; sin embargo después de varios cambios, consiguió Pírez un peón libre que le dio la victoria gracias a un sacrificio de  alfil. La partida se había aplazado después de las cuatro horas de juego reanudándose a las 23.49 y terminando a las 2,30 del domingo. Pírez, vencedor". 

 

Pérez- Lezcano: "Lezcano, considerado como uno  de los puntales más firmes del ajedrez en el Archipiélago, nos había preocupado en la primera ronda con un fallo que no era digno de sus facultades , contra Eduardo Pérez, subcampeón de España de simultánea a la ciega y durísimo contrincante, nos ofreció un juego muy espectacular y merecedor de todo  elogio_ A la apertura de dama planteada por el valenciano contestó con la defensa Grunfeld; de ello j-resultó una presión de Lezcano en el centro de peones de Pérez, mientras éste preparaba un violento ataque que inició en una posición complicada mediante un bonito sacrificio de pieza. Lezcano logró mantener esta ventaja material a cambio de tener forzosamente inmovilizada su dama para defenderse del mate. Simplificándose la posición Lezcano no pudo evitar que Pérez coronase un peón y abandonó. Repetimos que a pesar de su derrota Lezcano demostró haberse recuperado y confiamos que en las futuras jornadas demuestre su gran clase que compensa su alejamiento de los tableros".

 

 Domínguez-Pomar: "Aunque sabemos las condiciones excepcionales de Domínguez, no podíamos imaginar que otro resultado que una victoria contundente de Pomar a la vista de sus actuaciones en los últimos torneos, la Copa Clare Bennedict en Suiza, el Torneo de Madrid y el reciente campeonato de España en Tenerife. De todos estos torneos sólo había perdido una partida con el alemán Bellstab, y pronto va a ser nombrado Gran Maestro por la FIDE.  Pomar plantea una defensa siciliana con ataque Ritcher. Pomar, menospreciando el ataque del canario, se vio de repente en posición perdida ganando Domínguez una pieza que debía ser decisiva. A pesar de la tenacidad del campeón, Domínguez, serenamente, supo devolver a tiempo la pieza de ventaja (NA: En realidad Domínguez desperdició un remate más sencillo) para entrar en un final ganado de torre y tres peones contra torre y dos peones en el momento del aplazamiento a las 22.30. Al reanudarse la partida una hora después, consiguió Domínguez tres horas después de una larga resistencia del maestro, una de las más bellas victorias que hemos presenciado en el ajedrez local que tendrá resonancia en nuestras islas y en la Península." (Véase la partida en la base).

 

Simultánea de Pomar: El 6 de julio de 1959, domingo, tenía lugar la primera simultánea de Pomar, en el Círculo Mercantil.

El desaparecido Círculo Mercantil en su edificio original

 "Gran expectación ayer a las 10 de la mañana con la maravillosa demostración que nos brindó Pomar en una simultánea 
jugada contra 31 adversarios. Duró la sesión cerca de 5 horas y pudimos comprobar una vez más por el numeroso público y la cantidad de participantes, que el ajedrez no había muerto en la isla. (NA: Dumesnil había logrado reactivar en los años previos el ajedrez mortecino de la isla, muy apagado desde 1947. Los frutos empezaban a dar resultado). El resultado fue de 23 partidas ganadas por el campeón da España contra dos perdidas solamente. Los vencedores fueron don José Fabelo del Círculo Mercantil (este Fabelo es José Fabelo sr., no su hijo del mismo nombre José Fabelo jr. que jugó a partir de los años 60, ni tampoco el señor que llevaba en arriendo el bar Fabelo) y Blas Rodríguez, del  Club Ajedrez Las Palmas, al que Pomar  felicitó muy deportivamente. 

  

Tercera ronda: Lunes 6 de julio de 1959. Círculo Mercantil. La sede del torneo se desplaza para esta ronda al ya desaparecido Círculo Mercantil en la calle San Bernardo, donde acababa de constituirse la nueva Federación. La victoria de Domínguez sobre Pomar había enardecido a las huestes grancanarias, que se plantearon el objetivo factible de que Domínguez ganara el torneo, lo que tendría gran realce publicitario para dar a conocer fuera de la isla el ajedrez grancanario, hasta entonces ausente de los medios peninsulares. Domínguez aún tenía un duro escollo con el valenciano Eduardo Pérez, pero al menos había que plantear que pudiera ganar a los dos locales que le restaban, Sagaseta y Pírez. Lezcano ya había contribuido preventivamente con su extraña derrota en la primera ronda... Hubo cónclave. Dumesnil, Lezcano y Sagaseta estaban conjurados para ayudar a Juan Pedro en el resto del torneo, y Sagaseta no puso problemas en colaborar en la causa. Pero no así Germán Pírez, con quien Juan Pedro jugaba  de inmediato en la tercera ronda. Le fueron a ver a su domicilio, y rehusó con cajas destempladas. El decía con orgullo que seguía siendo el campeón provincial, realmente lo era desde los años 30 pues aún no se habían disputado nuevos provinciales, y que no iba a ceder su cetro por las buenas:

-(Juan Pedro Domínguez Sanz): La comitiva formada por Dumesnil, Lezcano, Sagaseta, etc., fue a la casa de Germán Pírez el domingo, víspera de mi partida con él, tras mi triunfo sobre Pomar, a convencerle de que me facilitara las cosas para ganar el torneo, como ya había hecho Lezcano probablemente, y como estaba dispuesto a hacer Sagaseta cuando le tocara jugar conmigo. Germán les recibió en bata pues aún estaba vistiéndose. Y se mesó la barbilla ante la propuesta. "Tengo dos proposiciones hoy, de dos cosas que no me gustan nada. La primera, de mi mujer Alicia, que quiere ir hoy a la playa. Y la segunda, de ustedes, que quieren que me deje ganar por el Niño. Pues ya les digo que no. Si el Niño me quiere ganar para ser campeón, me parece bien, pero tendrá que sudar la partida..." (El Niño era el apodo cariñoso que daban a Juan Pedro en ese tiempo, ya que era más joven que todos los demás).

 

Y comenzó la partida. Pírez quedó mejor, con peón de más. Sin embargo, en las últimas jugadas previas al control, jugó mal, Juan Pedro montó un ataque fuerte, que se hizo imparable. La partida llegó al aplazamiento, pero Pírez, que al analizar la posición ya conocía su destino, abandonó al día siguiente tras hacer una sola jugada. Aunque el análisis de la partida deja ciertas dudas. ¿Acusó Germán el cansancio? ¿Aflojó una vez que había demostrado sobre el tablero que era un rival temible, para no perjudicar a Domínguez? Juan Pedro no cree que Germán se dejara ganar "in extremis". Pero Eligio Quinteiro  tiene sus dudas:

 -Germán era muy sólido y en ese tiempo era un jugador muy duro. Cuando lograba ventaja era muy difícil remontarle. ¿Qué tras haber ganado un peón empiece a jugar flojo y pierda? Bueno, puede ser... pero yo también lo veo raro.

 Sea como fuere, el resultado estuvo ahí, y  Juan Pedro mantenía el punto de ventaja conseguido, ya que Arturo Pomar se rehacía de su derrota en la ronda anterior y se imponía a su cuñado Eduardo Pérez.

 Veamos la crónica de las demás partidas en la prensa local. En este caso el periódico Falange y Diario de Las Palmas copian el mismo texto.

 

Pomar-Pérez:  "Apertura de Dama, variante de cambios de la defensa Nimzowitch. Nos sorprende el tiempo que un Jugador de la calidad como Pérez invierte en sus aperturas. Aún así, Pomar, después de diez jugadas consiguió ventaja posicional que le permitió la ganancia peón. Poco después un error de Pérez le obliga a abandonar ante 1a pérdida de calidad que lleva consigo la de Ja partida".

  

Lezcano-Sagaseta: Siciliana Ritcher-Rauzer, Lezcano en el movimiento once elige una línea considerada inferior pero consigue un peón de ventaja que tiene que devolver en la 18 para fortalecer su defensa. Finalmente tablas en una buena partida.  A la postre sería el único medio punto que conseguirían los dos rivales en este torneo.  

Cuarta ronda: Martes 7 de julio de 1959, Hotel Cairasco.  

 En la cuarta ronda, el torneo regresaba al hotel, y  la trampa sí fue descarnada. Sagaseta y Domínguez, aleccionados convenientemente, prepararon una partida totalmente falsa de la india de rey variante Samisch llena de sacrificios mutuos, al estilo romántico de Fernando... Pero con el resultado ya decidido de antemano. Juan Pedro nunca estuvo orgulloso de esta forma de ganar, pero, como me comenta, por entonces era muy joven y le convencieron los beneficios que podía tener su inesperado triunfo para el ajedrez grancanario.

 

En el resto de la partidas:  

Lezcano-Pomar: Apertura vienesa. Lezcano, con gran espíritu de lucha, escogió contra el gran campeón una línea muy espectacular, pero considerada por los teóricos como inferior. Entre el público hubo un momento de emoción cuando, después de nueve Jugadas, ganó Lezcano "la calidad", al cambiar caballo por torre: Poco después, las Ilusiones acabaron, puesto que a la jugada doce tuvo Lezcano que abandonar ante la imparable amenaza de pérdida de Dama o de dos piezas.

 

Dados los comentarios, se trata claramente de la llamada "variante Frankenstein" de la apertura vienesa. Las blancas ganan calidad, pero sus piezas no quedan bien colocadas, en particular la dama. Probablemente Lezcano jugó erróneamente en la jugada 10 y 11. Desarrollo posible: 1.e4, e5 2.Cc6, Cf6. 3.Ac4, Cxe4 4. Dh5, Cd6 5.Ab3, Cc6 6.Cb5, g6 7.Df3,  f5 8.Dd5, De7 9.Cxc7+, Rd8 10.Cxa8, b6. Y ahora no sabemos el desarrollo de la jugada restante. Tal vez Lezcano no se dio cuenta de la amenaza ...Cd4 que atrapa la dama.

 

Pérez-Pírez: Apertura de Dama. Defensa Grunfeld.

 Apertura correcta de ambos jugadores, ocupando Pérez el centro, mientras Pírez tiene mayoría de peones en el flanco de dama. En la jugada 14 Pírez comete un error que le cuesta un peón y compromete sus posibilidades de victoria. Habiéndose simplificado la posición, con su ventaja material entra en un final de alfiles de distinto color. Quedó la partida aplazada a las 22 horas y se reanudó venciendo Eduardo Pérez. 


 

Cuarta ronda varios de los participantes

 

Miércoles 8 de julio de 1959, simultánea de Pomar en el Club Victoria.- 


 

El miércoles era ronda de descanso en el torneo, pero se aprovechó para una segunda simultánea de Pomar, ahora en el Club Victoria de la zona de playas (entidad aún existente), sin límite de participantes -se preveía sin embargo un máximo de 40 jugadores-. Como curiosidad, se invitó a los participantes a llevar sus propias piezas y tableros "ante la escasez del material existente".

 

Los rivales no eran tan duros como en la simultánea anterior, y Pomar obtuvo un excelente resultado ante los finalmente 33 rivales. Pomar obtuvo 31 victorias, unas tablas ante el lanzaroteño Fiestas, y una única derrota ante el jugador de Gáldar Velázquez. La simultánea fue muy populosa y Arturo firmó numerosos autógrafos. 

 

Quinta ronda: Jueves 9 de julio de 1959. Club Náutico. 

Sede del Real C. Náutico hasta los años 60, en que se trasladaría a su actual ubicación


 

El torneo se desplaza  para la ronda final al R.C. Náutico que sería la sede cinco años después del campeonato de España celebrado en Las Palmas, en el que participaría el propio Juan Pedro Domínguez junto a Blas Rodríguez, ahora solo muralista...

 

Las espadas habían quedado en alto tras las cuatro primeras rondas, y Pomar había logrado reponerse de su derrota de la segunda. Pero Juan Pedro tenía ante sí el triunfo en el torneo, con solo hacer tablas, pero tenía ante sí ya no a un local, sino al campeón de Valencia Eduardo Pérez. Y aunque no planteó mala partida, no pudo evitar la derrota pese a luchas denodadamente durante ocho horas. Finalmente se vio superado pese a lograr entrar en un final de alfiles de distinto color. Crónica de prensa: " Siciliana. Pérez se desvía de lo conocido, lo que obliga al canario a pensar mucho en la apertura. Domínguez nos dio la impresión de no querer lanzarse pronto al ataque, y fortalece su posición sin entrar en complicaciones. Pero esta táctica le va creando debilidades, y al haber jugado con mucha lentitud la primera parte de la partida, al igual que Pérez en el medio juego, tienen que jugar muy rápido a partir de la jugada 20. Domínguez no colocó su dama en buena casilla y perdió varios tiempos y finalmente un peón. No obstante, se defiende maravillosamente (NA: Domínguez siempre fue un gran luchador en posiciones inferiores, que muchas veces salvaba). Pese a todo, tras el aplazamiento, Pérez resuelve el final de alfiles de distinto color y peón de más con excelente técnica". 

 

En el duelo de canarios, Pírez se imponía a Lezcano:  Lezcano logró ventaja en la apertura -otra siciliana- pero posteriormente hace un sacrificio de calidad sin adecuada compensación, y acaba perdiendo la partida. 

 

Pomar también vencía, esta vez a Sagaseta, que en otra siciliana -todas las partidas de la última ronda lo fueron- según las crónicas detuvo su ataque en el flanco de rey demasiado pronto, para vigilar la defensa, lo que permitió a Pomar tomar el mando de la partida, y acabar imponiéndose. No obstante, de acuerdo con los análisis de Pomar y los propios ordenadores, el ataque de Sagaseta fue siempre prematuro, y tendría que haber jugado de forma más posicional.  Véase la partida en la base.




Partidas de la última ronda


 

Con estos resultados se produjo un triple empate a 4 puntos. Por detrás Pírez, que había ganado esta vez a su eterno rival y amigo Sagaseta, además de a Lezcano, hacía un honroso cuarto puesto. Fernando y Pedro Lezcano cerraban la tabla con sólo medio punto, las tablas entre ellos.

 

Entrega de premios. Viernes 10 de julio de 1959. Bar Fabelo.

 

Bar Fabelo en calle Bravo Murillo 1955

Dados los resultados -los tres primeros habían perdido entre sí una partida y ganado otra, y habían vencido a todos los demás- el sistema S.B. no podía deshacer el empate. No se había previsto tampoco sistema de desempate adicional. Se propuso jugar partidas de desempate pero  era imposible por falta de plazas en los aviones de regreso a Madrid para los jugadores peninsulares. 

 

En estas circunstancias llegó el momento de la entrega de premios en el bar Fabelo, donde se congregaron muchos aficionados. El Tesorero de la Federación tomó la palabra y dado que las copas tenían ya las inscripciones de "primero", "segundo" y "tercero", sugirió con cortesía de anfitrión que el local Domínguez se quedara con la de tercero, y se repartieran los cuñados las otras dos a su gusto. Pero Pomar se negó, y con elegante gesto se adelantó y cogió la copa de tercer clasificado. Quedaba por decidir el primer y segundo puesto, y aunque la prensa menciona que Pérez cedió el puesto al local, al parecer hubo sus más y sus menos, ya que el valenciano manifestó inicialmente que le correspondía el primer puesto por haber ganado a Domínguez. Finalmente se aquietó a que el local se quedara con la copa de campeón. Y la esposa de Arturo Pomar entregó la copa de ganador a Domínguez entre la alegría del público.  De cara a lo oficial, se dijo que los puestos se adjudicaban por el orden alfabético de apellidos: Domínguez, Pérez y Pomar. El acto finalizó con un pequeño cóctel en el propio bar y partidas informales -se ve en las fotografías a Pomar jugando con Blas Rodríguez, uno de los pocos que le había vencido en las simultáneas-.

 

Al día siguiente, Pomar, su esposa, y Eduardo Pérez, emprendieron vuelo a Madrid. Pocos días más tarde Pomar, de nuevo campeón de España, era recibido por el general Franco replicando la foto de cuando era un "niño prodigio".

Pomar y Franco julio 1959 diario ABC


 

Repercusión del torneo: Además de la relevancia que tuvo en prensa local y en los ambientes del ajedrez de Las Palmas, como punto de despegue de la renovada Federación (pronto, con Dumesnil como cerebro, la presidencia pasaría de Rafael O'Shanahan a Ricardo Lezcano -hermano de Pedro Lezcano- y finalmente a Juan Marrero Portugués en 1961, iniciándose el período de mayor gloria-), el propio Arturo Pomar mencionó el torneo en sus crónicas de prensa peninsulares, como en el Diario de Barcelona, publicando alguna de las partidas. Pero fuera de esta mención, la verdad es que el torneo, pese al interés de Las Palmas en publicitarlo, pasó desapercibido a nivel nacional, quizá por haber sido inmediatamente posterior al campeonato de España de Tenerife. El torneo, salvo error por mi parte, no es citado por ejemplo en la revista El ajedrez español, publicación oficial de la FEDA, ni se suele mencionar en las biografías de Arturo Pomar. De hecho, sólo he logrado el desarrollo de la partida Domínguez-Pomar gracias a que fue publicada en el periódico local Falange casi un año después de haberse disputado el torneo, con comentarios de Dumesnil y Lezcano. Sin embargo, el torneo sirvió para entusiasmar a la afición local, crear estructuras, involucrar a las clases pudientes en el apoyo al juego, y, de cara al exterior, para que la nueva Federación local empezara a tener contacto con la nacional, y se gestaran los proyectos que culminarían cinco años después en la celebración en Las Palmas del campeonato de España individual de 1964, aunque en esa ocasión el vencedor sería Antonio Medina. En él participaron de nuevo Pomar y su cuñado Eduardo Pérez. Véase aquí mi artículo:

Campeonato de España 1964 en Las Palmas


 3. Datos del torneo: Cuadro de clasificación y partidas.

 

Actualmente están disponibles cinco partidas de las quince disputadas: Las que jugó Arturo Pomar con Germán Pírez (publicada tanto en el libro de J.J. Sosa sobre la vida de Pírez como por Pomar en el Diario de Barcelona) y con Sagaseta (publicada por Pomar en el mismo Diario), así como la victoria de Domínguez sobre Pomar (publicada en prensa local) y la derrota de Pírez con Eduardo Pérez (publicada en el mencionado libro de J.J. Sosa).

 Aquí va el cuadro de clasificación y las partidas disponibles.

Base de datos parcial torneo 1959 cinco partidas

Dos momentos de la partida Domínguez-Pomar, tras el error de Pomar ...d5 (en vez de ...Rh8) y cuando Domínguez deja escapar el remate con Axh6!




 



Veamos también unas fotos de la clausura en el bar Fabelo por cortesía de Inma Almenara (viuda del ex campeón de España Angel Fernández).


Entrega de premios en bar Fabelo, al fondo el más alto Miguel Navarro y a su lado Isidro Miranda con bigote. El niño es el hijo del sr. Fabelo, dueño del bar. El de la izquierda es Tomás Valido.

Pomar juega con Blas Rodríguez en Bar Fabelo 1959 probablemente en el acto de entrega de trofeos del Torneo Nacional


3. Tras el torneo: Arturo Pomar y Eduardo Pérez volvieron a Las Palmas como dije al campeonato de España en 1964. Posteriormente Pomar, muy querido por su sencillez en Las Palmas, regresó varias veces más a disputar los Torneos Internacionales de los años 70. Allí le vi yo por primera vez en el I Torneo Internacional Ciudad de Las Palmas en 1972. Yo acababa de comenzar en el ajedrez federado, y tenía muchas ganas de ver al mítico Arturo Pomar. Pero la impresión fue decepcionante: era un héroe cansado. Aunque tenía sólo 40 años, por su prematura calvicie y su aspecto abúlico parecía mayor, y en cualquier caso, no derrochaba precisamente entusiasmo. Demasiados años de ajedrez a sus espaldas, quizás. No fue un jugador que fuera por el torneo, aunque de vez en cuando ofrecía destellos de su calidad y no era fácil vencerle. Le vi sentado delante de un tablero vacío, una vez acabada su partida, con aire ausente, la mirada fija en las casillas del tablero yermo, y la imagen me impactó. Cuando regresó otras veces su desempeño no fue mucho mejor. A fines de los 80 volvió nuevamente, ahora invitado por El Corte Inglés en las actividades publicitarias del Open del mismo nombre, ofreciendo simultáneas y siendo agasajado. 

    En definitiva, nunca logró Pomar éxitos deportivos en Las Palmas, ciertamente, ni probablemente los buscara, salvo en el campeonato de España de 1964, en que le superó Antonio Medina, pero siempre dejó la huella de su calidad humana y de su actitud caballerosa.

En cuanto a los jugadores locales del torneo, todos ellos fueron fundamentales en la federación de Dumesnil y -a partir de 1961- Juan Marrero Portugués. Pedro Lezcano destacó en las labores de organización y publicidad, y en las luchas por equipos del ajedrez canario a nivel nacional, donde fue capitán y jugador muchos años;  Juan Pedro Domínguez jugó campeonatos de España individuales y por equipos, y llegó a disputar varios Torneos Internacionales Ciudad de Las Palmas en sus últimas ediciones, rozando la norma de Maestro Fide. Se retiró del ajedrez de competición hacia el año 2000. Germán Pírez y Fernando Sagaseta siguieron jugando en el plano local hasta su muerte en 1992 y 1993, aunque Sagaseta también jugó el nacional individual de 1960 y varias veces posteriormente en los nacionales por equipos. Todos ellos forman parte del cuadro de honor de las primeras generaciones del ajedrez canario, al que años más tarde se sumarían Angel Fernández, Juan Rafael Betancort o Blas Rodríguez.