domingo, 10 de enero de 2016

Glosando Burning veneno del rock: Entrevista de Carlos Rodríguez Duque a Fernando Fernárndez "Terminal" armonicista de Burning





Entrevista con Fernándo Fernández "Terminal" sobre Burning.- Por Carlos R. Duque.-

A finales de 2015, en una soleada tarde de diciembre Carlos Rodríguez Duque se encontró de casualidad con Fernando Fernández “Terminal” en la Elipa. Le propuso una entrevista y Fernando aceptó encantado de inmediato. A continuación vais a leer lo que nos contó, muchas gracias Fernando por tu amabilidad.



Fernando, ¿cómo entras en el mundo de la música?
La afición por la música desde pequeño me llevo a ello, estaba escrito... Nací en 1954 y a
principios de los 60 escuchaba todos los días a The Beatles, Elvis, Ray Charles, Otis Redding, Ike & Tina Turner, Paul Anka, Rolling Stones, etc, gracias a que mi hermano y sus amigos compraban aquellos discos para los guateques de la época. Aquello marcó mi gusto por la música rock y mi interés por tocarla y sobre todo por cantarla. Mi padre, que de joven tocaba en rondallas, me enseño a tocar la guitarra con 13 años. Con 15 conocí a Ramón Bravo, un tío que tocaba guitarra solista, que quería hacer un grupo de rock y además tenía local de ensayo en una buhardilla encima del taller donde su padre fabricaba lapidas para tumbas en la Av. de Daroca. Con José y Emilio (batería y bajo respectivamente), dos chavales del barrio de Quintana, formamos el grupo 'Los Diabólicos' y entre las cruces se nos oía versionear a Cream, Free, Steppenwolf, Spencer Davis Group, Cannet Heat, Allman Brothers Band, MC5, etc. Una temeridad ¡¡Jajaja!!, pero el grupo no sonaba mal. Nuestra primera actuación fue en la fiesta de fin de curso de mi último año de colegio de bachiller superior y reválida, y dejamos anonadados a más de uno.
Nadie se esperaba tal cosa, encima Emilio y yo ligamos con dos tías de impresión. También actuamos en garitos de la época como el Milojuma, o en el Paraíso en San Blas en los que siempre había peleas.

La Elipa parece que era un territorio musical...
¡Sí! Fíjate que en aquella época conocí a Pepe Risi, que vivía como yo en La Elipa, y se pasaba de vez en cuando por la buhardilla para tocar con nosotros. Con 18 años me fui a la mili y el grupo se disolvió. Al finalizar el servicio militar volví a coincidir con Pepe Risi que estaba ya formando Burning y me propuso entrar en la banda, pero no como cantante que era lo que yo quería porque ya había conocido a Antonio y él iba a ser el cantante de la
banda. A Johnny le conocí nada más entrar a formar parte de Burning, ya que en esa misma época mi banda coincidió con Burning en los mismos locales de ensayo en “Papi” en la carretera de Barcelona.

Y entonces...
Decidí formar mi banda propia y con Alfonso Murillo (guitarra solista), Carlos Baby (bajista) y Nono Abalo (batería) nació, en 1974, 'La Banda de Blues'. Una banda muy profesional y con muy buen nivel instrumental. Hacíamos Rhythm & Blues super caliente y muy tirao palante, tanto en inglés como en castellano, no blues arrastrado. La banda conectaba rápido con la gente y gustaba su directo. En ella desarrollé la armónica totalmente pues era uno de los instrumentos solistas de la banda.

¿Y lo de la armónica, Fernando? Debía ser un instrumento poco común para elegir allá por los 70... 
Elegí la armónica como instrumento solista por eso mismo. Nadie la tocaba y era un instrumento que podía dar mucho juego en una banda que hiciera R&B o rock que era la música que quería hacer en aquel tiempo. Empecé a tocarla ya en mi primera banda con 17-18 años después de un arduo aprendizaje a base de escuchar a músicos como John Mayall. También por llevar la contraria porque nadie tocaba armónica a principios de los 70 en España y eso me animó a hacerlo.

¿Seguiste en contacto con Burning?
En aquellos 70 seguí en contacto con Pepe y Burning y recuerdo haber subido a tocar con ellos en el Parque de Atracciones de Madrid (no recuerdo el año, la verdad, pero sería seguramente en el 76) y también asistir a un concierto suyo en la sala MM, en la Calle Béjar de Madrid, nada más editar su primer single. En MM a mitad de la actuación nos desalojó la policía de la sala, previa petición del DNI, por ser unos rockeros facinerosos... ¡jajaja! También en aquellos años, segundo lustro de los 70, Pepe subía a tocar con mi banda en algún garito de Madrid donde actuábamos. Hacíamos algunos temas propios la
mayoría eran versiones de temas de rhythm & blues y al ser las estructuras las mismas que las del rock & roll no había ningún problema para interpretarlos y añadir ruedas de compases para que Pepe hiciera solos de guitarra en ellos. Eramos buenos amigos y aunque no teníamos un contacto continuo nos veíamos de vez en cuando. A principios de los 80 perdí un poco el contacto con Burning, supongo que por las circunstancias profesionales y personales de cada uno.

¿Recuerdas como era el setlist del concierto de Burning en el parque de atracciones?
Dices que tocaste la armónica con ellos, ¿en todos los temas?
Recuerdo que toqué en varios temas que eran versiones de clásicos del rock como “Johnny B. Goode” tema que siempre ha acompañado a Burning. Pero fue un concierto raro porque duró una hora o poco más con un descanso de
10 minutos a los 30 - 35 minutos para que la gente consumiera bebidas. Así lo tenían programado los del parque de atracciones. Sería porque era verano, hacía un calor de la leche y las gradas estaban a pleno sol, ya que la actuación empezó a las seis y media de la tarde.

Háblanos más de tu carrera como músico, ya mencionas los “temidos” 80... ¿Qué fue de Fernando el músico en aquella década?
En 1982 mi grupo 'La Banda de Blues' fue contratado para actuar en las fiestas de San Isidro de Madrid. El día de la actuación salíamos a escena en último lugar, a las 12 de la noche, y después de que actuara una banda llamada 'Brass' que hacían soul y temas de Blood, Sweat & Tears. Sonaban de la hostia los tíos, con una sección de metales que era una maravilla. En esa actuación habíamos incorporado un batería nuevo, Chema Gonzalez, porque un mes antes nuestro batería se había ido a vivir fuera del país. Ya conocía a Chema de antes, soberbio batería que tocaba todos los palos y un fenónemno haciendo jazz - rock. Con un mes de ensayo subimos a actuar con el convencimiento de darlo todo porque el grupo anterior había elevado mucho el listón y encima ante 30.000 personas, figúrate... Después de dos horas de set tuvimos que hacer otras dos y cuarto de bises, cuando queríamos bajarnos del escenario la gente nos pedía otra y otra... teníamos que volver a salir. Cuando al fin cerramos el concierto nos abrazamos como si hubiésemos alcanzado el cielo, absolutamente increíble e indescriptible la sensación de gozo por lo que habíamos hecho. ¡¡El concejal de cultura que nos contrato estaba alucinado!! Al año siguiente, 1983, volvimos al paseo de coches del Retiro, otra vez, y cerrábamos de nuevo el día. Antes que nosotros estaba en programa Micky (el de Los Tonys).... 

¡Hostiaaa...! ¡Vaya personaje!
¡Si! Se quejó al concejal de cultura diciendo que él era la estrella y que a nosotros no nos conocía nadie, y por tanto debería ser él el que fuese el último. Nos pidió por favor que cambiaramos el orden de actuación y asi lo hicimos. Cuando Micky estaba tocando la octava canción de su repertorio las miles de personas asistentes al concierto nos estaban pidiendo otra aún. El bochorno que pasó fue apoteósico (risas). Ahí tienes una buena anécdota... Al día siguiente actuó Banzai, el grupo de heavy del guitarrista Salvador Dominguez. No les pidieron bises.

Fernando, ¿cuándo se forma entonces L.A. Terminal?
Fue en aquel año, 1983, cuando se empezó a gestar la nueva banda 'L.A. Terminal'. Chema González y yo empezábamos a pensar en hacer un nuevo grupo que escalara un peldaño más en la música y que llegara a grabar un disco. En el 84 lo formamos incorporando a Miguel Angel Rojas “Biberón”, bajista experimentado y profesional y a Javier Vargas guitarra más que conocido. Una noche estábamos tocando en un garito en la Calle de la Palma de Madrid (no recuerdo el nombre) y de buenas a primeras se subió a tocar con nosotros Ignacio Vidaechea (saxo), así como el que no quiere la cosa. De repente vemos a un tío con pinta de Blues Brother sacando un saxo de un estuche que se sube al escenario y se pone a tocar arreglos de metal en los temas que hacíamos. Nos hizo tanta gracia el tío y tocaba tan bien que lo fichamos ese mismo día. Resultó ser un pedazo de músico y una excelente persona con la que siempre te reías. Siempre tenía un chascarrillo para eliminar cualquier tensión. Alquilamos un local de ensayo en Carabox (donde también ensayaban grupos como Ketama, Ciudad Jardin, Un pingüino en mi ascensor, Radio Futura…) y empezamos a trabajar temas propios sin Javier Vargas. Nos hartamos de que su interpretación fuese un solo de guitarra continuo en las actuaciones que habíamos hecho. Grabamos una maqueta con cinco temas e incorporamos a Javier Fuertes como guitarra solista, de los mejores de este país, y a Damián Rabal como teclista, aunque posteriormente fue Fermín Villaescusa el que sutituyó en los teclados a Damián, ambos músicos geniales. Nació así 'L.A. Terminal' con su formación definitiva: Javier Fuertes (guitarra solista y coros), Ignacio Vidaechea, alias “Buho” (saxo y coros), Fermín Villaescusa (piano y teclados), Miguel Angel Rojas, alias “Biberón” (bajo y coros), José Maria Gonzalez, alias “Chema” (batería y coros) y yo (voz, armónica y segunda guitarra). Un sexteto que hacia AOR con influencias de rock clásico, rhythm & blues y westcoast, con temas propios en castellano, buenos arreglos de metal e instrumentales y con la idea clara de plasmarlos en un disco.

¿Llegásteis a grabar?
La discográfica de 'El último de la fila' se interesó en editar el producto pero en condiciones muy leoninas y declinamos su oferta. Polygram estuvo dos meses pensando en sacarlo pero no sabían como promocionar un grupo de tios de más de 30 tacos que hacia música adulta y de calidad en plena movida madrileña de grupos como Radio Futura, Alaska y los Pegamoides, Gabinete Galigari, Glutamato Ye-Ye, etc, que aunque no tocaban una mierda eran la moda. No tuvieron los cojones de apostar por la música en vez de por la imagen. Posteriormente llegamos a grabar con una independiente de Antequera (Málaga) llamada Cambaya Records, que por falta de presupuesto no finalizó la edición del disco.
Eso sí en aquellos años, segundo lustro de los 80, no paramos de tocar en innumerables garitos de Madrid y de fuera. Algunos semana sí y semana no, sitios míticos como Café del Mercado, Vientos, Bwana, Bambu, Honky Town, Comix, Ya’sta, San Mateo, King Creole y alguno más como Manivela. 

El mítico pub de la Elipa al que iba Risi...
¡Ese mismo! El antiguo dueño del Manivela Antonio Támara (Maxwell para los amigos) estuvo buscándonos hasta encontrarnos para que actuásemos en su local. Curiosamente
estaba en la zona de La Elipa donde vivía Pepe Risi que muchos días se pasaba por allí con su mujer Marifé a vernos y a tomar una copa juntos, y retomamos así el contacto que habíamos perdido un poco.

¿Y empiezas a colaborar con Burning entonces?
El primer disco en el que participe con Burning fue “Regalos para mamá” en el año 1989. Pepe Risi me llamó para decirme que había pensado meter una armónica en un tema y que si quería colaborar con ellos. Indudablemente le dije que lo haría encantado y grabé el tema “Como un huracán”. Ahí empecé una fructífera colaboración con el grupo, totalmente desinteresada sólo por la amistad que me unía a Pepe que volvió a llamarme para grabar con ellos el disco “Burning En Directo” en Diciembre del 90 y editado en el 91 y en el que
intervinieron como invitados Rosendo, Los Secretos, Sabina, Miguel Rios, Loquillo y Antonio Vega. 
En el 92 Burning realizó una grabación con una unidad móvil en su local de ensayo en La Factoría en la que intervine en un par de temas pero que no se editaron ese
año, desconozco el motivo. Una lástima porque lo que recuerdo haber oído estaba muy bien. Espero que algún día vea la luz. 

Debió ser el “Miéntelas versión country” que acabó saliendo en 'Sin miedo a perder', ¿recuerdas el título del otro tema? 

La verdad es que no recuerdo el nombre del segundo tema que grabé. De hecho no recordaba ni como se llamaba el tema que aparece en “Sin miedo a perder” hasta que tú me has refrescado la memoria. Fui un par de tardes a La Factoría para grabarlos y estaban todos Pepe, Johnny, Edu, Carlos y Nacho, que era el batería en aquel entonces, para ensayar un poco los temas juntos antes de grabarlos, pillarles el swing y ver en qué parte/s
de los temas encajaba mejor la armónica. En el 93 otra vez Pepe me llamó para que grabase con ellos en el disco “No mires atrás” y puse mi grano de arena en “Weekend”, “Ojos de ladrón” y “Las chicas del Drugstore”. Nos lo pasamos muy bien en la grabación,
habia un ambiente fenomenal. Nuestra relación era muy buena y nos apreciábamos mucho. Actué con Burning después de la grabación en la sala Argentina de San Blas en Madrid. También lo hice con mi grupo.

O sea que 'L.A. Terminal' seguía en activo...
Durante todo ese tiempo mi banda seguía haciendo un directo contundente y de gran nivel instrumental. A pesar de los avatares que nos impidieron plasmar nuestra música en un disco nos manteníamos unidos porque había trabajo y hacerla en directo era una satisfacción personal para todos. A partir del 95 empezaron a cerrar muchos sitios en donde anteriormente habíamos actuado y el rock empezó a estar proscrito por la radio, la TV, las discográficas … A partir de ahí decidimos de común acuerdo dar por finalizada nuestra relación profesional; no tenía sentido trabajar en algo que no se podía mostrar. La relación de amistad continúa a día de hoy porque la música creó un vínculo que durará siempre.

Cuentanos algo más de la actuación de L.A. Terminal en TV. ¿Cómo surge? ¿Quién
os llama? ¿Tuvo repercusión?
Nos fichó para actuar en TV el director de programas en aquella época. Nos vio tocando en el Café del Mercado, le gustó mucho el concierto y nos propuso grabar para un programa que emitían en aquella época con actuaciones de artistas no conocidos y en directo. El programa de llamaba 'El Salero' y nos pagaron 150.000,- pesetas por grabar dos temas. Se emitió en Marzo del 91. Repercusión a nivel de compañías discográficas no tuvo. A nivel de fans y amigos mucha. Y digo fans porque había mucha gente que se recorría los garitos donde tocábamos para vernos. Era curioso ver las mismas caras en diferentes sitios. De hecho alguno y alguna llegaron a ser amigos nuestros. 

¿Pensaste en iniciar otro proyecto?
El nivel musical e instrumental de la banda era tan elevado que realizar un nuevo proyecto a la misma altura era prácticamente una quimera. No sólo se trataba de encontrar a músicos-instrumentistas de alto nivel sino además que coincidieran en el mismo gusto por la música a desarrollar con el hándicap de que ni por asomo se podría editar a finales de los 90 un disco de música de calidad hecha para adultos. La mediocridad, lo comercial y la imagen era y sigue siendo el negocio de las discográficas. Con gran satisfacción abandoné
entonces la música profesional ya que el matrimonio que había experimentado con L.A. Terminal no podía ser superado por ningún otro posterior. Ese mismo sentimiento a quedado en el resto de sus componentes que en su mayoría han seguido trabajando como músicos de otros artistas. No obstante eso no me impidió realizar colaboraciones con otras bandas. 

Y poco después se nos fue Risi.
Sí... en el 97 falleció Pepe Risi, una desgracia que sentí enormemente. Pensé que mi relación con Burning había llegado a su fin y quizá también Burning como banda pero Johnny tuvo el acierto de mantener viva la llama de su música de lo cual siempre me he alegrado. Me alegro de que después de cuarenta años puedan seguir ofreciendo su música con total honestidad.

De hecho Johnny vuelve a pedirte que grabes con él...
En el 2002 me vino a buscar para que grabara con ellos un tema en el disco “Altura” y me emocionó que Johnny contara conmigo de nuevo. “Desde el pantano” fue el tema y quedó genial. Lo grabamos en el estudio de Jaime Arsua (guitarrista de Alarma). Después hicimos juntos la presentación en directo del disco para la prensa en el Chesterfield Café y la presentación para el público general en la sala El Sol de Madrid. Dos conciertos de excelente recuerdo. Y también la grabación en directo del programa Los Conciertos de Radio3 de TVE. Mi relación con Burning siempre fué una relación de amistad y afecto hacia Pepe y Johnny y después hacia Edu, Carlos y Cacho y mis colaboraciones siempre desde el respeto a su música, como así lo hice con otros artistas.

¿Recuerdas alguna anécdota o algo de cómo transcurrieron las diferentes sesiones con Burning?
Anécdotas no hubo pero si muchas risas y buen rollo en todas las grabaciones. El disco “Altura” se grabó directamente con ordenador. La mesa de mezclas era ya virtual.

¿Qué ha sido de tu carrera artística? ¿Sigues en la música? ¿Tienes algún proyecto nuevo?
Como te digo, decidí poner fin a mi carrera en la música cuando L.A. Terminal dejó de existir.

¿De dónde salen los nombres de los diferentes grupos que tuviste?
¡Ja,ja! Buena pregunta. El de mi primera banda. 'Los Diabólicos' nació del entorno donde ensayábamos. Te asomabas a la ventana de la buhardilla y veías cruces y lapidas para tumbas. Que sonara rock entre ellas era algo irreverente y diabólico, de ahí el nombre. El nombre de mi segunda banda nació simplemente como exponente de la música que interpretábamos. Como hacíamos rhythm & blues pues 'La Banda de Blues', así de fácil. Curiosamente en aquella época había una banda inglesa formada por Paul Jones, Tom McGuinness, Dave Kelly, Gary Fletcher y Rob Townsend que se llamaban The Blues Band y hacían lo mismo que nosotros. El nombre de 'L.A. Terminal' se nos ocurrió a Chema y a mí por haber llegado a culminar el proyecto de la banda que queríamos hacer. El lugar al que llegas después de un viaje. En todos los sitios nos anunciaban como “La Terminal” o “Terminal”, pero la puntuación después de la L y la A encerraba las palabras Los Angeles. Un guiño al estilo aor/westcoast...

¿A qué dedica Fernando Fernández ahora el tiempo libre?
Sobre todo a seguir disfrutando de la música que me gusta, tanto en lata como en directo, hecha por músicos viejos y con solera y otros más jóvenes pero con gran nivel y ahí va una muestra: 'Find Me', 'Blood Red Saints', 'Champlin Williams & Friestedt', 'FM', 'House Of Lords', 'Jim Peterik & Marc Scherer', 'Last Autumn’s Dream', 'Neuwman', 'Art Nation', 'C.O.P', 'Care Of Night', 'Work Of Art', y sólo por mencionar algunos de los mejores discos de rock/AOR/westcoast editados en 2015. Seguro que muchos son desconocidos para la mayoría pero os aseguro que merece la pena disfrutar de su música tambien. En Youtube tenéis todos sus videos promocionales y podréis juzgar.

Hace un momento te he oído hablar de tus nietos con un vecino del barrio, ¿saben
que su abuelo tuvo varios grupos, que colaboró con los más grandes y que salió actuando en TV? ¿qué te dicen?


Sí, además de dedicar mi tiempo libre a escuchar mucha música también se lo dedico a ellos ahora, es muy gratificante su compañía, poder jugar  con ellos y enseñarles como es el mundo que les rodea de manera lúdica y tratando de preservarles de aquello que les pueda influir negativamente como personas cuando sean mayores. Tengo un nieto de dos
años de mi hijo al que le encanta la misma música que a mí, porque es también la que le gusta a él. Ya me encargue de educarle el gusto, jajaja. De mi hija tengo dos nietas, una de tres  años que es un torbellino y otra de seis que es una princesa. La de 6 años (Idún se llama) empieza a ser consciente de que su abuelo era cantante y ya ha escuchado mis grabaciones y ha visto la grabación de TV, pero aún son muy pequeños para que entiendan hasta donde pudo llegar la faceta artística de su abuelo. La música me ha dado mucho y también mi familia. Si pudiera ahora elegir otra vida volvería a elegir la que he tenido.

Muchas gracias, “Terminal”...
Hablar con vosotros ha sido un placer y espero que también lo haya sido leernos para los
seguidores de Burning. 


Estas son las colaboraciones de Fernando Fernández “Terminal” en su carrera discográfica:

Con BURNING
Regalos para mamá
(1989) - Tema : Como un huracán

Burning En Directo
(1991) - Temas : Como un huracán y Johnny B. Goode

Grabación (1992) -
2 temas. Miéntelas (versión country) y otro título desconocido.

No mires atrás
(1993) - Temas : Weekend, Ojos de ladrón y Las chicas del Drugstore

Altura (2002) -
Tema: Desde el pantano

Con MIGUEL RIOS
Miguel Rios (1989)
- Tema : Una raya más)

Con ESTE O ESTE
Este O Este (1991)
- Tema : Mississippi Line

Con MODESTIA APARTE
Historias sin
importancia (1991) - Tema : Dos amigos









Carlos Rodríguez Duque

Ajedrez. Kavalek contra Visier, 1974: ¿Héroe o villano?



               

                I
                En la vida, y como en ella en el juego del ajedrez, todo es relativo. Uno de los recordados episodios del ajedrez canario tuvo lugar en la lejana primavera de 1974 en un lugar también remoto, el Hotel Arrecife Gran Hotel de Arrecife de Lanzarote. Se disputaba allí el II Torneo Internacional, cuya finalidad real era la obtención de normas de GM o MI para los jugadores nacionales y especialmente los canarios, ya que el duro Torneo Internacional de Las Palmas, ya en su tercera edición, no era plaza favorable para ese menester.

             El Torneo de Arrecife era una especie de torneo B más asequible, que conjugaba algunos maestros extranjeros -generalmente venidos del torneo de Las Palmas haciendo doblete- con prometedoras promesas del ajedrez patrio y de la escena local. En 1974 hacía su debut internacional Angelito Fernández, pero quien realmente contaba con posibilidades, por su mayor experiencia, era Fernando Visier Segovia, jugador hecho en Madrid, ya con vitola de doble campeón de España, pero que entre 1971 y 1976 residió en nuestra capital y llevó la dirección técnica de la revista Ajedrez Canario. Aunque no tenía sello de "canariedad" como el propio Angelito Fernández, campeón de 1967, era muy querido y allá por 1974 nada hacía sospechar que sólo le quedaban dos años de permanencia con nosotros. Lo cierto es que el torneo se le dio muy bien y a falta de una sola ronda, Visier marchaba en buena posición y le bastaban tablas en la última partida para lograr la ansiada norma de M.I. por primera vez.




                Lo malo es que enfrente tenía nada menos que al G.M checo-norteamericano Lubimir Kavalek. Kavalek, casi de su misma edad, que con  32 años estaba en la cima de su carrera, le superaba en más de 200 puntos de ranking y  acababa de ganar el premio de la combatividad en el III Torneo de Las Palmas. Para colmo, el año anterior el G,M. había barrido en Arrecife mismo a Visier en 27 jugadas, y aunque no era fácil que Lubimir pudiera ganar el torneo, a cuyo frente estaba para el argentino Miguel Angel Quinteros, luchaba al menos por el subcampeonato. 


Cuando se le preguntó a Kavalek si estaría dispuesto a unas tablas de salón para favorecer  norma de Visier, contestó de forma cortante que ni de broma; pero que si la posición abocaba a tablas, tampoco se opondría al resultado. No era Lubimir persona a la que precisamente le asustara el riesgo: nacido en Checoslovaquia, había huido de los tanques rusos y del comunismo ortodoxo en la primavera de Praga, cinco años atrás, conduciendo hasta la frontera con la Alemania Occidental, y sobornando a los guardias de fronteras de forma inteligente... ¡con cajas de vodka ruso!. De ahí había pasado a EE.UU. y había tomado su nacionalidad. Su historia recordaba a la del GM Paul Benko, que había sufrido prisión antes, en 1956, cuando los sucesos de Hungría que acabaron con la ejecución del primer ministro Nagy; o a la del propio GM checoeslovaco Ludek Pachmann, que fue encarcelado y torturado durante la misma primavera de Praga, y sólo poco antes, en 1972, había logrado igualmente el pase  hacia Alemania Occidental.


                 

                La victoria de 1973 de Kavalek frente al "dragón acelerado" de Visier había sido fácil: 1. e4 c5 2. Cf3 Cc6 3. d4 cxd4 4. Cxd4 g6 5. c4 Cf6 6. Cc3 Cxd4 7. Dxd4 d6 8. Ae2 Ag7 9. Ag5 O-O 10. De3 Da5 11. O-O Ae6 12. Tac1 Tfc8 13. b3 a6 14. a4 Db4 15. Ad1 Tab8 16. De1 Rf8 17. Ad2 Da3 18. Ac2 Dc5 19. Rh1 Ad7 20. f4 b5 21. e5 dxe5 22. fxe5 Cg4 23. Dh4 Cxe5 24. Dxh7 Cg4 25. Cd5 Cf2+ 26. Txf2 Dxf2 27. Ah6, 1.0.

            ¿Qué ocurriría ahora? Fernando tenía en mente en esta ocasión no cambiar caballos en la sexta jugada, y desviarse de la variante. Pero lo cierto es que con una u otra variante, jugando con negras contra el poderoso y combativo Kavalek, la norma de M.I. estaba tan oscura como el color de sus piezas.

               A las cuatro de la tarde el árbitro dio la señal de comienzo de las partidas. Y empieza el tenso juego. Fernando, siempre tablífero, tiene en mente intentar igualar y ofrecer rápidamente tablas, "a ver si cuela". Y a las catorce jugadas lo intenta:

            1.e4, c5 2.Cf3 Cc6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 g6 5.c4 Cf6 6.Cc3 d6 

(Se desvía de la línea 6...Cxd4 del año anterior) 7.Cc2 Ag7 8.Ae2 Cd7 9.Ad2 Cc5 10.b4, Ce6 11.Tc1 0–0 12.0–0 Ced4 13.Cxd4 Cxd4 14.Ad3 a5 

                En esta posición Fernando considerando que había igualado ofreció tablas. Lubomir respondió de forma seca: "¡No!".

15.a3 axb4 16.axb4 Ad7 17.Ag5 h6 18.Ae3 Ta3 19.Cb5 Cxb5 [Era mejor  19...Axb5 20.cxb5 Db6]

20.cxb5 De8 21.b6 Ab5 22.Ae2 Ac6 23.Dc2 Dd7 24.b5, Axb5 25.Axb5 Dxb5 26.Dc7 Da6 27.Dxe7

XIIIIIIIIY
9-+-+-trk+0
9+pwQ-zppvl-0
9qzP-zp-+pzp0
9+-+-+-+-0
9-+-+P+-+0
9tr-+-vL-+-0
9-+-+-zPPzP0
9+-tR-+RmK-0
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       Las cosas no van bien. Fernando parece en situación inferior ante la entrada de la torre por c7, la fuerza del alfil y la debilidad del pd,... Pero Fernando es un jugador muy rocoso, y se inventa, recordando a su admirado Petrosian, un valiente sacrificio de calidad que le da inmediata compensación: alfil y peón contra la torre, y elimina todas las amenazas blancas.

            27...Txe3! 28.fxe3 Dxb6 29.Tfe1 Da6 30.Dc7 Ae5 31.Dc2 b5 32.Db3 Db7 33.Db4 Ta8 34.Tb1 Ta2 35.Tf1 Da7 36.Dxb5 Dxe3+ 37.Rh1 Tf2 38.Txf2 Dxf2 39.Tf1 Da2 40.Dd5 Da7 [Diagrama

XIIIIIIIIY
9-+-+-+k+0
9wq-+-+p+-0
9-+-zp-+pzp0
9+-+Qvl-+-0
9-+-+P+-+0
9+-+-+-+-0
9-+-+-+PzP0
9+-+-+R+K0
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               Se ha llegado a las nueve al final del primer control y el juego es tablas. Kavalek no ha logrado rentabilizar su calidad. Quinteros es ya inalcanzable para Kavalek, aunque gane... Hay que proceder al acto de clausura, la entrega de premios y la reparadora cena oficial. Lo lógico hubiera sido acabar aquí la partida. Pero ¡no, de nuevo!, Lubomir quiere cenar y continuar jugando, al menos por el subcampeonato. Y a las once se reanuda la partida en la soledad de la sala de juego. Quedan algunos espectadores que esperan que se confirmen las tablas y la norma de Visier. Pero Lubomir mueve y mueve... En este instante los aficionados se dividen en quienes no entienden a Kavalek y los que consideran lógico que luche un poco más. Pero Kavalek no es que luche un poco... ¡la partida se prolonga cuatro horas más!. 

41.g3 h5 42.Rg2 Rg7 43.Tb1 De3 44.Tf1 Da7 45.Db3 Dc7 46.Tf2 Da7 47.Ta2 Dd4 48.Dc2 De3 49.De2 Db6 50.Ta4 Db7 51.Da2 De7 52.Ta7 Df6 53.h4 [De otra forma las negras podrían jugareventualmente P5T.]

53...Ad4 54.Tb7 Ae5 55.Dd2 De6 56.Dd5 Df6 57.Tc7 Ad4 58.Tc2 Ae5 59.Tc7 Ad4 60.Da2 Ae5 61.Tc8 Ad4 62.Te8 Ac5 63.Tb8 Ad4 64.Dd2 Ac5 65.Tb1 Ad4 66.Tf1 De5 67.Dd3 Dc5 68.Tb1 Ae5 69.Tb7 Dc1 70.De2 [- Tampoco daba nada  70.Db3 Dd2+ 71.Rf3 Dc3+ 72.Dxc3 Axc3 y el final es tablas .]

70...Dc3 71.Df3 Dc2+ [Diagrama

XIIIIIIIIY
9-+-+-+-+0
9+R+-+pmk-0
9-+-zp-+p+0
9+-+-vl-+p0
9-+-+P+-zP0
9+-+-+QzP-0
9-+q+-+K+0
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 Son ya casi las tres de la madrugada, los dos jugadores y los espectadores que quedan están agotados, y ahora las blancas no pueden eludir el jaque contínuo... Sólo queda estrechar las manos y firmar al fin las tablas. O queda decir otra vez ¡no! y la opción del suicidio: Y el GM, ciego, pierde una torre:

72.Rh3?? Dc8+

0–1


                Visier no sólo ha logrado tablas sino que por el empecinamiento de Lubomir ha vencido. Y consigue la norma. El escaso público que queda prorrumpe en aplausos, que suenan tanto a felicitación a Fernando como a recriminación al checo-americano. En prensa su conducta es criticada también, y Lubomir se escama: "Me dieron el premio de la combatividad en Las Palmas y me critican por lo mismo ahora...".   


                 
                ¿Héroe o villano?

                En cualquier caso, la sangre no llegó al río: Kavalek en 1977 Kavalek logró la venganza en el torneo de Montilla Moriles, esta vez jugando con negras.  Actualmente, ambos son septuagenarios. Lubimir publica crónicas de ajedrez en el Washintgton Post norteamericano, y Fernando Visier problemas en el diario ABC de Madrid. Sin rencores.

viernes, 8 de enero de 2016

Ajedrez y literatura: El ajedrez en la obra de Ramón J. Sender (articulo publicado en la revista Jaque)

Nota: Recupero a continuación un viejo artículo publicado en la revista de ajedrez Jaque, ya desaparecida, sobre la presencia del ajedrez en la obra del gran escritor aragonés Ramón J. Sender.





viernes, 1 de enero de 2016

Ajedrez histórico: el fotógrafo del parque Santa Catalina Eduardo Vargas

Eduardo Vargas, fotógrafo del parque Santa Catalina.-

Dado el clima privilegiado de las islas Canarias, podría pensarse que los juegos de mesa, como el ajedrez, reinan en los parques de nuestra capital, Las Palmas de Gran Canaria. Pero basta una pequeña visita a los dos más emblemáticos, el parque San Telmo en la ciudad vieja, y el parque Santa Catalina en la zona portuaria, para convencerse de lo contrario. En San Telmo ya no juega nadie, ni hay bares ni terrazas donde jugar. En el parque Santa Catalina apenas sobrevive un tablero. No siempre fue así. Aunque, a diferencia de otros parques europeos o estadounidenses, nunca han existido tableros de piedra, desde los años 40 se jugaba en los bancos del parque San Telmo y en el kiosco de la Música, y se celebraron en él emblemáticas simultáneas escolares o torneos. En el parque Santa Catalina, la llegada del turismo en los años 60 movió al fotógrafo y aficionado Eduardo Vargas en 1965 a montar una primera mesa de ajedrez junto a su puesto ambulante de fotografía. El turismo y los aficionados al juego informal fueron multiplicando los tableros.


 En los años 80 la actividad de Vargas llegó a su máximo desarrollo, con la ayuda de la Federación que presidía por entonces Augusto Menvielle, y las subvenciones de la Caja Insular de Ahorros. Se jugaron numerosos torneos, simultáneas de maestros... Pero en realidad al ajedrez del parque fue siempre una apuesta por un ajedrez alternativo, callejero, lúdico, alternativa al juego formal de los clubes. Eduardo Vargas ya se jubiló, y apenas queda rastro de aquel esplendor. Por su zona de juego pasaron en esos años grandes personalidades. Y Eduardo les fotografiaba a todos, ajedrecistas o no.
Subo algunas fotos de muestra cedidas por sus hijos, donde se ve al gran maestro y notario D. Jesús Díez del Corral, y a otros grandes del tablero, así como los torneos que se jugaban por entonces.

¿Cuándo aparecerá un nuevo Eduardo Vargas por nuestros parques, o unos políticos con una mínima sensibilidad hacia el ajedrez de la calle?
















Con el agradecimiento a la familia de Eduardo Vargas