martes, 7 de marzo de 2017

XXIX Campeonato de España de ajedrez Las Palmas G.C. verano 1964

XXIX Campeonato de España de ajedrez Las Palmas 1964. Las Palmas G.C., 19 de Julio al 6 de Agosto de 1964

Autor: Ricardo Moyano Garcia. Las Palmas febrero 2018

Cartel anunciador del Torneo Cto. España 1964 y de los boletines

Nota: Aunque escribí hace tiempo un pequeño artículo sobre el campeonato de España de ajedrez de 1964, este sustituye al anterior y es el definitivo. 
Mis agradecimientos a Pierre Dumesnil que me facilitó el folleto informativo, a Eligio Quinteiro, José Fabelo Jr. y Armando Padrón por su ayuda en datos y fotografías. 
A Alejandro Melchor y Joaquim Travesset, mis amigos catalanes, por su información.



1.Introducción.- La Federación Provincial, una vez constituido en 1961 el tandem Marrero Portugués-Dumesnil, ahora con el refuerzo de Luis Molist en la secretaría, tenía como objetivo celebrar torneos de ámbito nacional, antes de embarcarse en la aventura internacional, siguiendo la estela de Malaga o Mallorca, lo que llegaría en los años 70.



El primer torneo nacional organizado en Las Palmas con carácter oficial (tras los escarceos de los pequeños certámenes llamados "Torneo Pomar" de 1959 y "Torneo Lladó" de 1962, con la presencia respectivamente de Pomar y su cuñado Eduardo Perez en el primero, y del campeón de España Jaume Lladó en el segundo), fue el Campeonato de España individual de 1964.



Tenerife ya había celebrado el campeonato de 1959, así que quedaba por llenar el vacío en la provincia oriental.



Toda la Federación se implicó a fondo. Por entonces Las Palmas tenía solamente 10 clubes y unos 200 jugadores federados (en todo caso, diez veces más que los 20 que existían a fines de los años 50), y la pequeña élite del ajedrez insular se puso manos a la obra: Especialmente relevantes, aparte del propio vicepresidente Dumesnil, fueron el poeta Pedro Lezcano Montalvo (organizador y encargado de la cartelería y de hacer un boletín diario), Eligio Quinteiro (encargado de las crónicas de prensa incluso en el diario deportivo nacional Marca), el veterano Germán Pírez que echó una mano en el arbitraje junto al tinerfeño Gregorio Rodríguez Vera, José Fabelo Jr., Tomás Valido, etc.

El esfuerzo fue coronado por el éxito, y este torneo fue considerado unánimemente uno de los mejor organizados hasta entonces; por ejemplo así lo dejaron dicho Pablo Morán o Jordi Puig, dos de los mejores cronistas del ajedrez de la época. Habría ya que esperar después bastantes años, hasta 1971, para volver a ver a la Federación en otro evento relevante, el match de candidatos por el título mundial Larsen-Ulhmann, seguido de los Torneos Internacionales a partir de 1972.



2. Prolegómenos. Selección de jugadores.-


Foto de grupo del campeonato España 1964, quizá la foto más antigua conservada en el Club Bankia (ex club Caja de Ahorros)





Fueron 19 los jugadores que finalmente se reunieron entre julio y agosto en este XXIX Campeonato de España en Las Palmas. Un número muy alto no sólo en cantidad -sólo una vez se había superado con 20 jugadores- sino en calidad, pues al margen de los MI que no participaban habitualmente, caso de Torán, Farré o F.J. Pérez, sólo podía echarse en falta a Lladó, Díez del Corral o Albareda, que no participaron en las pruebas de selección.

 La selección tuvo lugar en efecto a medio de las diferentes semifinales que se celebraron en los meses anteriores, o por clasificación directa, casos sólo de Arturo Pomar (GM), Antonio Medina (MI) y Rafael Saborido, que fue precisamente el jugador que llegó con varios días de anticipación a Las Palmas. La participación de Saborido sin pasar por pruebas de acceso probablemente obedeció a su título de subcampeón nacional en 1963, dado que el campeón Medina tenía acceso directo, por su titulación internacional.


a)Semifinal catalana: El campeonato de preferente de Cataluña era considerado semifinal propia, como Castilla y Canarias,y clasificaba a cinco jugadores, que fueron por este orden Romá Bordell, Pere Puig, Fermín Tejero, Agustín Ingelmo y Eduardo Pérez. Las últimas plazas se obtuvieron en un reñido desempate a 6 puntos, quedando fuera Garcerán, Serra o Ribera entre otros. Destacó la clasificación del joven Tejero, ya que los demás eran jugadores bien conocidos. 



b)Semifinal de Castilla: Desde pocos años atrás Castilla o región centro, era considerada también semifinal propia, pero sólo se clasificaba un jugador. La información de este campeonato de 1964 es escasísima, y sólo se conoce que se clasificó el campeón Jaime Sicilia.



c)Semifinal de Canarias: Desde 1962, por su lejanía, Canarias había conseguido ser semifinal propia, y se clasificaba el campeón regional. Pero además se concedía una plaza a la Federación organizadora, y Las Palmas, con gran objetividad, decidió que fuera para quien resultara campeón provincial. El puesto lo obtuvo Blas Rodríguez imponiéndose en dura pugna en el provincial a J. Rafael Betancort, más dedicado de todos modos en esos años a organizar el ajedrez en su isla natal de Lanzarote.  En el regional compitieron por la plaza que correspondía a Canarias cuatro jugadores, dos de Las Palmas y dos de Tenerife, imponiéndose con muchas dificultades Juan Pedro Domínguez en una ronda final electrizante en que logró superar a Gregorio Rodríguez Vera gracias a la "ayuda" que le prestó su paisano Pedro Lezcano al lograr batir al tinerfeño.  La Federación de Las Palmas, para compensar a Gregorio, tuvo la elegancia de invitarle al torneo como árbitro y además como cronista para el vespertino Diario de Las Palmas.



Por tanto Blas Rodríguez y Juan Pedro Domínguez fueron los representantes de Canarias. La clasificación del fogoso y romántico Blas Rodríguez, sentó cierta preocupación en el "staff" directivo, ya que Blas atravesaba una época de problemas personales y costumbres desarregladas. Pedro Lezcano Montalvo y Pierre Dumesnil, que asumieron la preparación de los representantes canarios, le exigieron abstinencia alcohólica completa durante el torneo, y preparación espartana. La consecuencia fue la contraria de la que se esperaba... Lo veremos en el desarrollo del torneo.  



d)Semifinal norte: Grado (Asturias): Se reunieron en Grado 17 jugadores para obtener 4 plazas clasificatorias. La prueba se dividía en dos grupos, y clasificaban los dos primeros de cada grupo. Quienes no habían obtenido plaza en la semifinal castellana podían participar en esta semifinal. En el grupo A se impuso el gallego Fernando Prada,  seguido del asturiano José Ramón Alonso, quedando eliminados el joven guipuzcuano Lanz, Santos, Fermín López Navarro, Olmedo, etc.



En el grupo B se impuso el navarro José Leuza, seguido del gallego Domingos Merino, que quedó empatado con el asturiano Pablo Morán (dado que los dos jugadares estaban empatados a todo, el desempate se produjo simplemente por el color de la partida entre ambos, lo que le pareció muy injusto a la revista Ajedrez español).



e)Semifinal sur, Ciudadela (Menorca): Por otras cuatro plazas quince jugadores compitieron divididos también en dos grupos, en los salones del Círculo Artístico. También aquí compitieron jugadores de otras Federaciones no clasificados directamente, caso de algunos castellanos y catalanes. En el grupo A se clasificaron el madrileño Cesar Estrada y el malagueño Ernesto Palacios, campeón juvenil de España. Fue importante que en la tercera plaza quedara empatado con el murciano Torres el joven catalán y subcampeón nacional juvenil Eduardo Bayarri, ya que finalmente Estrada renunció a acudir al nacional, y Bayarri cubrió la baja.



En el grupo B se clasificaron Eduardo Franco, el campeón de Albacete, y el joven madrileño Fernando Visier, que cumplió su sueño de jugar un nacional (sería bicampeón nacional años más tarde) y fue la primera vez que visitaría Canarias antes de afincarse allí por cinco años en la década de los 70. 



La nómina de 19 jugadores, para un largo torneo de liga, muestra un gran predominio de jugadores de la Federación catalana, nada menos que 8 de los 19 intervinientes.



En los pronósticos se preveía un duelo apasionante entre Pomar y Medina -aunque decantado a favor de Pomar-, ya que era la primera vez en muchos años en que se enfrentaban por el título nacional, puesto que en 1963 Medina, recién llegado de sus años en Venezuela, se había impuesto pero en ausencia de Arturo Pomar, el único Gran Maestro español en esos instantes. De hecho Pomar era sin duda el favorito, aunque en caso de empate a puntos Medina como campeón vigente retendría el título según las normas aprobadas por la F.E.D.A.

El estilo del catalán y el mallorquín era muy distinto, agresivo y complejo el de Medina; sencillo y preciso el de Pomar. Las 19 rondas del torneo demostraron estas características: Medina jugó a menudo en el filo de la navaja, perdió más partidas que Pomar, pero a su vez éste cedió muchas más tablas.



Por debajo de los dos favoritos y únicos titulados internacionales que competían, cabía situar a los más fuertes catalanes al margen de Medina: Rafael Saborido, dos veces subcampeón de España, o Romá Bordell, campeón de Cataluña en ese año, que fueron precisamente los que más inquietaron al dúo favorito. El campeón Medina, de hecho, logró la victoria frente a ambos con grandes dosis a la vez  de fortuna y de riesgo. 

Detrás de los citados se consideraba en la zona noble a Eduardo Pérez, Eduardo Franco, Pere Puig y Fernando Prada. Así ocurrió en los tres primeros casos, mientras que Prada decepcionó. Tampoco estuvo muy lucido el veterano Sicilia.

La joven generación, siempre una incógnita, estaba representada por el sevillano Palacios, el madrileño Visier, los catalanes Tejero y Bayarri. Se contaba con ellos para dar sorpresas, pero no para los puestos de arrriba.


¿Qué podía esperarse de los dos canarios? En el caso de J.P. Domínguez, más experimentado, ganador ya de una semifinal sur en 1961 y clasificado en mitad de la tabla en el campeonato nacional de 1962, podía aspirarse a una buena clasificación, siempre por detrás de los favoritos. En el caso de Blas Rodríguez, su falta de experiencia en competiciones nacionales y su propio estilo de ataque poco técnico no permitían ser muy optimistas, aunque sí pensar en que podía dar un susto a cualquiera. 



3. Organización.- Ya he señalado que la Federación de Las Palmas se volcó con el acontecimiento, el primero de estas características que se celebraba en la isla. Se habilitó el Hotel Fataga, recién inaugurado, para la estancia de los jugadores, y como salones de juego el R.C. Náutico excepto en tres rondas intermedias que se jugarían en el Círculo Mercantil. 



Por supuesto se acondicionaron tableros murales en todas las partidas. Y para facilitar el acceso a las sociedades privadas, la Federación obtuvo tarjetas de invitación gratuitas para todos los aficionados. 



Resultaba curioso presenciar en el Náutico la dualidad de socios bañistas en las piscinas de aquel caluroso verano junto los trajes de corbata que lucían la mayoría de los participantes en el salón de juego. Aunque algunos como el canario J.P. Domínguez o los más jóvenes optaron por atuendos más deportivos, como puede observarse en los casos de Bayarri, Tejero, Bayarri, Visier, etc.





Especialmente relevante fue la labor de Pedro Lezcano Montalvo al frente de la labor de confección de los boletines. En cartas de la época dirigidas a su hermano Ricardo Lezcano Escudero se refiere a esta labor extenuante: "No puedes imaginarte... además de resolver múltiples follones a venticinco tíos, se me ocurrió editar un boletín diario con todas las partidas, total veinte días acostándome a las tres de la mañana y levantándome a las siete. Y aunque el importe de los impresos del campeonato asciende a 40.000 ptas., no he hecho ningún gran negocio. No niego que el sacrificio lo he hecho con gusto, y he tenido la experiencia de levantar un tinglado deportivo que costó cerca del medio millón. Han sido, sin comparación, los mejores campeonatos de ajedrez hechos en España".  

    Como decía Pedro Lezcano en otra de sus cartas, en esos años su labor en el ajedrez como jugador, profesor de escolares e impresor le precuraban más ingresos que la literatura.

   La confección de boletines ha permitido que este campeonato sea de los pocos de esa época de los que se dispone de la totalidad de las partidas.


4. Desarrollo: Desde el comienzo se vio que Pomar y Medina tomaban la delantera, si bien en las primeras rondas ambos pincharon con tablas ante el joven Bayarri, subcampeón juvenil nacional, que incluso pudo imponerse a Medina. Bayarri, que prometía mucho en estas rondas iniciales, acabó por desdibujarse conforme avanzaba el torneo, aunque se recuperó en el tramo final.

El canario Domínguez daba también la sorpresa con varias victorias, y logró mantenerse en los primeros puestos hasta las últimas rondas, en que acusó ya la dureza del torneo y la necesidad de trabajar por las mañanas, a diferencia del resto de los participantes.



En la séptima ronda pareció que Pomar ponía las cosas en su sitio, ya que continuaba su racha victoriosa, mientras que el más agresivo Medina perdía con E. Franco. Posteriormente, Medina hacía sorprendentes tablas con el colista Blas Rodríguez, que no había puntuado hasta entonces, pero Pomar le devolvía el favor entablando igualmente.



La partida los dos líderes se antojaba decisiva para que Medina pudiera recortar la ventaja de un punto, pero el duelo, que tuvo lugar en el Círculo Mercantil, acabó en tablas. Al parecer, Pomar sufrió una indisposición que le mermó en ésta y quizá en las rondas siguientes.



En las jornadas contiguas, el estilo a veces poco ambicioso de Pomar y acaso los problemas de salud le jugaron malas pasadas, y cedió tablas con Romá Bordell y luego con Leuza, mientras que Medina se imponía a Pere Puig y luego a Saborido en una partida de infarto que marcó un cambio de rumbo en el pulso del torneo: Medina tenía que hacer diez jugadas en diez segundos en una posición compleja, y aún así rechazó las tablas propuestas por Saborido y llegó alcanzar el control en buena posición. Incluso, con el impulso del momento, hizo sobre el tablero la jugada secreta en vez de sellarla bajo sobre. Poco importó. Tras una segunda sesión, la partida volvió a aplazarse ya con ventaja clara de Medina, y el subcampeón nacional abandonó sin reanudar. 

Tras la ronda 13ª pues los dos favoritos estaban  nuevamente igualados. Y así se mantuvieron en la ronda 14ª, en la que el tercero en discordia, Bordell, perdió ya todas sus opciones al perder con Saborido.



En la ronda 15ª el torneo empieza a decantarse, ya que Medina sigue con su ímpetu deshaciéndose también en compleja partida de Bordell. Realmente Medina tuvo suerte, pues estuvo siempre peor pero el intento de Bordell de ganar le condujo a la derrota. Romá perdió con ello incluso el tercer puesto, superado por Saborido.  Como curiosidad de la partida Bordell-Medina, tras el aplazamiento, Medina ejecutó un espectacular remate con mate en seis jugadas.  Pomar en cambio en esta ronda siguió flojeando,  y a duras penas logró entablar con Visier, que incluso pudo haberle derrotado. 



A falta de sólo cuatro rondas, pues, Medina encabezaba por sorpresa la tabla con medio punto más. Y en la 16ª las cosas aún empeoraron para el G.M.: Pomar tiene que intentar revertir, y fuerza con el joven Palacios perdiendo la partida mientras que Medina, imparable, se impone al joven Tejero. A falta de tres partidas, con punto y medio de ventaja, y la ventaja en el desempate, todo parece sentenciado. La sorpresa Medina está a punto de consumarse.



Sin embargo, la ronda 17ª devuelve  por un momento la emoción, ya que Medina fiel a su estilo arriesga demasiado con Leuza y pierde, lo que de nuevo sitúa la cabeza apretada, con solo medio punto de ventaja para el catalán, que además en la 18ª tuvo dificultades para imponerse al canario Domínguez... De hecho Juan Pedro dejó escapar mejores continuaciones. Sea como fuere, Medina venció, y prácticamente había llegado a la meta: le basta con tablas en la última frente a Visier, pero el M.I. no se conforma con igualar a puntos y vence manteniendo el medio punto de ventaja. La larga liga ha acabado con la inesperada victoria de Antonio Medina, que confirma su título de 1963. Mucho más incisivo que Pomar, ha compensado sus derrotas con un mayor número de victorias.  


El cuadrante del torneo puede consultarse en la magnífica web de Javier Cordero:


Además, fue publicado en el libro de Pablo Morán sobre los campeonatos de España hasta 1973, y en la revista Ajedrez Español, de donde lo tomo:






Por debajo de los dos primeros, Saborido y Bordell confirmaron su fuerza, los juveniles catalanes Bayarri y Tejero fueron grandes animadores, así como Palacios y Visier, y los demás estuvieron en su nivel esperable. En el cuarto y quinto puestos empatados Eduardo Pérez y Eduardo Franco tuvieron un buen resultado, y Pérez logró el premio de belleza frente a Pere Puig. 



Leuza, irregular, y Jaime Sicilia e Ingelmo decepcionaron, aunque Sicilia se ganó fama de jugador simpático y agresivo con varios gambitos de rey, optando al premio de belleza incluso. 





-(Fernando Visier): Tengo grandes recuerdos de ese torneo. Yo era muy joven, y fue la primera vez que me enfrentaba a la élite nacional. De los canarios, a Juan Pedro Domínguez ya le conocía de torneos previos, y en cambio no a Blas Rodríguez, que tenía una personalidad peculiar. En 1970 también conocí a Juan Antonio Valcárcel, afincado en Las Palmas a fines de los 60, en el campeonato de España de Llarenes, e incluso conviví con él y con Ricardo Calvo. Pero yo no podía imaginar entonces que poco después, en 1971, yo recibiría una oferta para ser el director técnico de la revista "Ajedrez Canario" y me afincaría en las islas hasta 1976, durante cinco maravillosos años, participando incluso en los Torneos Internacionales Ciudad de Las Palmas y  de Arrecife de Lanzarote....



En cuanto a los dos jugadores canarios, J.P. Domínguez empezó fuerte, copando los primeros puestos de forma algo sorpresiva. Luego acusó el largo torneo y empezó a perder puestos, para acabar, como dos años atrás, en la zona media, en el puesto 9º.



El caso del campeón provincial Blas Rodríguez fue curioso. Se le habían prohibido por los federativos sus costumbres festivas  habituales, como ya dije. Como resultado... un encorsetado y nervioso Blas perdía partida tras partida. Finalmente, viendo los federativos que ya ocupaba el farolillo rojo, se le levantó la prohibición...y entonces jugó en su estilo agresivo y a tumba abierta y consiguió tres victorias, logrando al menos abandonar el puesto de colista. Los propios participantes cuando logró al fin su primera victoria acudieron en tropel a felicitarle. Y es que Blas amaba el ajedrez, en el que se había iniciado tarde, a fines de los años 50, y era muy querido por todos.



Una vez acabado el torneo, se celebran los festejos de clausura con una cena en el Náutico y actuaciones folclóricas, la asistencia de Jaume Lladó y el presidente de la F.E.D.A. sr. Heras, discursos de todos los presidentes... Todo son congratulaciones, y se propuso a Pierre Dumesnil, cerebro del torneo, para la medalla al mérito.



Premios


De belleza: A la partida Puig-Pérez, (se hizo mención especial por su brillantez a las partidas Sicilia-Leuza y Franco-Prada). 

Combatividad. José Leuza.

Al participante de mayor edad. Agustín Ingelmo Iglesias.



Al participante más joven. Fermín Tejero Royo. 



A la cordialidad y simpatía Fernando Prada Rubin. 



Tras la clausura: Pomar dio una simultánea en la Sociedad Fraternidad de Telde al día siguiente, y Ernesto Palacios dio varias sesiones de simultáneas en Tenerife. La simultánea de Pomar, en esta segunda cita en Gran Canaria tras su presencia en 1959, produjo enorme expectación. 

Pomar en el bar Fabelo en 1959 en su primera visita a la isla, jugando una partida amistosa con Blas Rodríguez, que también participó en el campeonato de España de 1964

Se alinearon los mejores jugadores teldenses. Se conserva esta foto de la partida con A. Suárez Macías, que transcribo de la revista Reflexiones, 2002, del magnífico artículo del profesor Lucas Casimiro sobre el ajedrez histórico en Telde:





 También participó en la simultánea el profesor Pablo López Rodríguez, que me ha facilitado recientemente la partida con Pomar.

Igualmente añado dos fotos facilitadas por el investigador teldense Lucas Casimiro, correspondientes al acto en Telde, en una podemos ver a Pomar con Eduardo Pérez, el presidente de la Federación nacional Félix Heras, los también participantes del nacional Blas Rodríguez y Juan Pedro Domínguez, junto a otros referentes del ajedrez local como son Pierre Dumesnil, Tomás Valido o Joaquín Sarrautte; con casi total seguridad la foto está tomada en la Sociedad La Fraternidad. En la otra vemos a Pomar disputando la simultánea.

La Fraternidad, verano 1964, arriba segundo por la izquierda J.P. Domínguez, debajo de él Pierre Dumesnil. Junto a Pomar el presidente de la FEDA Félix Heras, en la esquina con blusa Joaquín Sarrautte, en la fila de abajo el primero por la derecha es Eduardo Pérez, el segundo el federativo local Luis Molist, y el tercero por la izquierda es Blas Rodríguez.



5. Partidas. Se han conservado todas las partidas del campeonato, probablemente gracias a la elaboración del boletín diario, a cargo de Pedro Lezcano Montalvo. Además, se han podido recuperar muchas partidas de las semifinales, gracias a la revista Ajedrez español y al Boletín de la Federación de Cataluña (agradezco al historiador catalán Alejandro Melchor su compilación y haberme facilitado muchas de estas partidas). Subo el archivo de partidas "pgn" disponible, con más de 200 partidas.










Blas Rodríguez, Las Palmas, campeón provincial varias veces


J.P. Dominguez, Las Palmas, campeón provincial en los años 60 y 70
Tras el torneo, cada jugador siguió su camino. Sólo Caissa es eterna. Sin ánimo de exhaustividad, a estas alturas de 2018 en que escribo este texto, muchos han fallecido ya. Además de los muy conocidos Pomar y Medina, que ya nos dejaron, en 2008 fallecieron R. Saborido, Romá Bordell o F. Prada. En 2011 falleció el canario Blas Rodríguez, que hasta el año 2010 se mantuvo en activo, casi octogenario. En 2016 Eduardo Pérez. En este año 2018 ha fallecido Domingos Merino. También fallecieron Leuza, Ingelmo, Sicilia, e incluso alguno de los más jóvenes, como Ernesto Palacios, campeón de España en 1970. Recientemente falleció Pere Puig. 

No tengo datos sobre Eduardo Franco.

Juan Pedro Domínguez ya sólo juega por internet. Fernando Visier se dedica a la docencia y al periodismo ajedrecístico. J. Ramón Alonso sigue jugando torneos de veteranos en Asturias. Pere Puig hace mucho que dejó el ajedrez. Bayarri y Tejero continúan en activo en Cataluña. 

6. Relato del torneo en mi libro "El juego de nuestras vidas" (2016). Fotografías.


Como complemento, ofrezco algún fragmento de la parte dedicada a este torneo en mi libro reciente "El juego de nuestras vidas". También facilito entreveradas con el texto las fotografías de los intervinientes, cedidas por José Fabelo Jr. miembro del club Pérez Galdós de aquella época, al cual están dedicadas por los jugadores.


El juego de nuestras vidas. Fragmento.

"Dice la revista Ajedrez Español (julio-agosto 1964):  "No es extraño que se produzcan ausencias, porque la prueba resulta demasiado larga, especialmente para los que tienen que disputar semifinales, como Díez del Corral, Lladó, Menvielle, Calvo, o Albareda. Lo que produce el problema de las confrontaciones internacionales, la F.E.D.A. tiene que elegir entre enviar a jugadores desentrenados o seguir el orden del campeonato de España, lo que no es menos peligroso."

Se refería la revista a torneos como el por equipos internacional copa Clare Benedict, recientemente disputado en el que España había obtenido un pobre cuarto puesto.

(…………..)

Pese a las ausencias, de los semifinalistas sólo falta pues en Las Palmas César Estrada, y sí vienen otros jugadores de primera fila, como el MN Pere Puig, el también M.N. Rafael Saborido, que había sido dos veces subcampeón de España y lo sería otras dos, o Romá Bordell, que acababa de proclamarse campeón de Cataluña, la región más fuerte y que aportaba más jugadores. Entre estos y los citados Medina y Pomar está realmente el juego, aunque todos consideran que el título se reduce a dos candidatos, los titulados internacionales Medina y Pomar.  Ambos tienen estilos muy diferentes, a Medina le gusta complicar el medio juego donde brilla con luz propia, y Pomar siempre prefiere posiciones sencillas, aparentemente anodinas, de las que emerger con una pequeña ventaja en el final, donde es insuperable. También son distintos los temperamentos, Medina es hombre de mundo, de amplia cultura, dicharachero y seductor. Pomar, hombre familiar, armoniosamente casado, ya con varios hijos, y que aunque nunca ha estudiado demasiado ajedrez, vive para el juego y para su familia. Los dos coinciden sin embargo en su exquisita educación y sencillez de trato.












Antonio Medina era ya cuarentón en el torneo de 1964: Dice Pablo Morán: "Es catalán, pero no ejerce, ha conocido demasiado países, ciudades...tiene cierto aire de galán de los años veinte, espíritu caballeresco del medievo y pasión por las novelas policiacas. Ama la belleza femenina, es tranquilo, reposado, ameno conversador, y con una mente muy lógica...Hubiera convencido a Sócrates de que la cicuta es una tontería habiendo hermosas mujeres a las que admirar y adversarios a los que batir...Nunca le he visto lamentarse de una derrota o engrandecer una victoria. Siempre busca belleza en nuevas variantes, nuevos golpes inesperados...".


(....)














(...)


Clausura: Juan Marrero Portugués toma la palabra: "lo que hacía muy pocos meses parecía una utopía para los aficionados canarios se había convertido en una admirable realidad...aunque se contaba con la seguridad de una técnica perfecta, de buena experiencia y del apoyo de gran número de aficionados, faltaba el elemento económico que tan gentilmente brindaron las corporaciones locales, por lo que expresaba su agradecimiento y el de todos los miembros de la Federación por esta ayuda inestimable. Lo que era solo cálculo se ha llenado de valor humano. Señaló, asimismo, el esfuerzo de los participantes, quienes habían completado nada menos que 754 horas de juego, durando algunas partidas hasta 12 horas, sin contar, naturalmente, el tiempo de análisis, etc.".

   Heras en su réplica apoya la medalla para el simpático y dinámico Pierre, que se mueve incluso en Madrid por el ajedrez.



(……………)


Ramón Mariño, "Moncho", dedica una de sus célebres cartas radiofónicas de Radio Atlántico de homenaje al ajedrez y a la organización del torneo, que dirige a Marrero Portugués: "Querido amigo: Desde el primer día, y seguiremos hasta el último, vivimos contigo, con tus compañeros, con los participantes y con gran número de espectadores aficionados, la marcha del XXIX Campeonato Nacional de Ajedrez. La verdad es qué nos has sorprendido a todos con lo impecable, con lo redondo, que está saliendo la competición. Ciertamente, y lo decimos porque te conocemos bien, así como a casi todo ese ramillete de buenos amigos que te rodean, no esperábamos otra cosa. Pero, ya sabes lo que pasa a veces, se planifica un asunto con mil detalles, el mejor de los entusiasmos y la máxima entrega, y a la hora de la realidad, te das de narices contra cualquier pequeño imprevisto y te empaña el éxito. Afortunadamente, no es este el caso, pues los campeonatos os están saliendo rodados. Famosas figuras del ajedrez nacional y aun del ajedrez mundial se baten silenciosamente en esta guerra de marfil, reyes, reinas, caballos y castillos, la guerra ordenada, callada, noble, inteligente, paciente, incruenta y metódica, da como en las de verdad, vencedores y vencidos. Pero en ninguna otra de la vida, e incluso, naturalmente, las deportivas, habrá tanta comprensión, hidalguía y compañerismo, como entre el que logra el triunfo y el que sale derrotado. Volviendo a la organización... el detalle de los vistosos y originales tableros murales para seguir cada una de las partidas, es magnífico. Y os habéis "amañado" bien para conseguirles gratis mesas iguales y nuevas, folleto del campeonato, boletín diario sobre el desarrollo de las rondas, servicio de información, relojes nuevos, el mismo hecho de celebrar gran parte del campeonato en el espléndido marco que es el Náutico, y la gentileza de llevar tres rondas al Círculo Mercantil, pregonan por sí, esa inquietud y esos aciertos...Recibe la felicitación del Moncho".

7. Algo de prensa.-

Por último, algo de prensa local y de la revista Destino (Jordi Puig).

En prensa local destacaron las crónicas en Diario de Las Palmas a cargo de Gregorio Rodríguez Vera, que incluía posiciones de las partidas celebradas.






No hay comentarios:

Publicar un comentario