martes, 17 de diciembre de 2019

Ajedrez Las PALMAS: Estadística de Insulares y provinciales de Las Palmas y regionales de Canarias 1932-2019

AJEDREZ EN LAS PALMAS Y GRAN CANARIA. CAMPEONES PROVINCIALES, INSULARES Y REGIONALES (1932-2019)

Una laguna en la documentación del ajedrez en Gran Canaria es la lista de campeones provinciales y regionales (hasta 1986) o autonómicos (a partir de ese año). En este documento facilito la lista de los campeones con meros efectos estadísticos.

Hay que tener en cuenta la complejidad de esta relación, ya que hasta 1986 existen federaciones provinciales -Las Palmas y Tenerife- y regional -Canarias- pero a partir de este instante desaparecen las provinciales y nacen federaciones insulares, por lo que dejan de disputarse campeonatos provinciales y en su lugar en las islas principales se disputan campeonatos insulares.

El campeonato regional, absoluto o autonómico, siempre ha sido un torneo difícil en las islas Canarias por ser un territorio fragmentado en distintas islas, por lo que muy a menudo ha sido más importante el campeonato provincial o insular que el regional, y de hecho en varias ocasiones históricamente no se ha celebrado el regional.

Otro apunte histórico. No siempre existieron Federaciones en ambas provincias, por lo que a veces la existente era considerada a nivel nacional como Federación Canaria, en vez de provincial. Eso sucedió al menos en 1943 -la Federación de Las Palmas era considerada la Federación de Canarias- y posteriormente asumió ese papel la Federación de Tenerife, hasta que con la refundación de la Federación de Las Palmas en 1959 normalizadó la situación. Por ello, aunque Germán Pírez, al haber ganado el campeonato provincial de Las Palmas fue considerado "campeón de Canarias" en 1943 y en los años 50 fueron considerados igualmente así los campeones de Tenerife, en realida sus títulos eran meramente provinciales, y así lo he considerado yo, aunque es una cuestión formal discutible.

Veamos las etapas.

Primera etapa, prefederativa. (1934-1936).-

Antes de la constitución de la Federación en diciembre de 1942, la Sociedad Ajedrecística de Las Palmas de G.C. organizó algunos torneos en los años treinta, que fueron reconocidos por la Federación Nacional, y que supusieron el título si se quiere extraoficial de Germán Pírez:

-I Torneo de la Sociedad Ajedrecística, 1932.
Si bien este torneo no se consideró valedero para título alguno, podemos citarlo como el primer torneo organizado. El campeón fue Ramón Ruiloba.

-1934: II Torneo de la Sociedad Ajedrecística. Campeón provincial, Germán Pírez. Subcampeón Dr. Carlos R. Lafora. (Extraoficial).

Segunda etapa, la primera Federación Provincial de Las Palmas (1942-1953).-
-Una vez constituida la Federación en diciembre de 1942, se disputó el primer torneo por el título oficial de campeón provincial, en el match entre Germán Pírez y Carlos Rodríguez Lafora. Venció Pírez, siendo Lafora subcampeón.
-Torneo de 1944 de campeonato provincial. Venció Germán Pírez, subcampeón Fernando Sagaseta. 
Al no celebrarse más campeonatos, Germán Pírez mantuvo el título de campeón a partir de este instante, hasta la reconstitución de la Federación en 1959. Pero la Federación queda inoperativa y en la práctica disuelta desde finales de los años 40.

Tercera etapa, la nueva Federación Provincial de Las Palmas.- (1959-1986).

Se reinicia el cómputo de los Campeonatos al reconstituirse la Federación Provincial en 1959. Por otro lado, a partir de este año se juegan también campeonatos regionales con la provincia de Tenerife, clasificándose el campeón regional para el campeonato de España. Una vez que en los años 70 los campeones provinciales e incluso más jugadores tienen acceso directo al campeonato de España, los campeonatos regionales dejan de celebrarse desde 1973, pero renacen en los años ochenta una vez constituida la autonomía política de Canarias.

-1959-60: I Campeonato Provincial, Campeón Germán Pírez, Subcampeón Fernando Sagaseta.
(I Campeón regional Fernando Sagaseta).

--1960-61: II Campeonato Provincial, Campeón  Germán Pírez. Subcampeón Pedro Lezcano.

(II Campeón regional: Germán Pírez).

-1961-1962: III Campeonato Provincial: Campeón J.P. Domínguez, Subcampeón Blas Rodríguez (nota: Fernando Sagaseta fue encarcelado por razones politicas en plena celebración del provincial, que no pudo proseguir). 

(III Campeón regional: J.P. Domínguez ).

-1962-1963: IV Campeonato Provincial: Campeón Blas Rodríguez, subcampeón J.R. Betancor.

(IV Campeón regional: J.R. Betancor).

-1963-1964: V Campeonato Provincial: Blas Rodriguez, subcampeón J.R. Betancor.

(V Campeón regional: J.P. Domínguez  ).

-1964-1965:  VI Campeonato Provincial, campeón JR Betancor, subcampeón Blas Rodríguez.

(VI Campeón regional: Gregorio Rodríguez Vera, de Tenerife).

-1965-66: VII Campeonato Provincial: Campeón Fernando Sagaseta, subcampeón Pedro Lezcano.

(VII Campeón regional Angel Fernández).

-1966-1967: VIII Campeonato provincial, campeón J.P. Domínguez, subcampeón Angel Fernández.

(VIII Campeón regional J.R. Betancor).

-1967-1968: IX Campeonato, campeón Angel Fernández, campeón Pierre Dumesnil. Campeones ex aequo.

(IX Campeón regional Blas Rodríguez González).


-1968-1969: X Campeonato provincial, Campeón A. Menvielle, subcampeón J.R. Betancor.

(X Campeón regional Blas Rodríguez González -por error atribuí este título a Betancort en una versión previa, cuando Betancort fue subcampeón).

-1969-1970: XI Campeonato, Campeón A. Menvielle, subcampeón Pedro Lezcano.

(XI Campeón regional J.A. Valcárcel).

-1970-1971: XII Campeonato, Campeón A. Menvielle, subcampeón Angel Fernández.

(XII Campeón regional, Angel Fernández).

-1971-72: XIII Campeonato, campeón J.P. Domínguez, subcampeón Fernando Visier.

(XIII Campeón regional Rodolfo Gómez, Tenerife).

-1972-73: XIV Campeonato provincial: Campeón Ricardo Calvo, subcampeón Bernard Huguet.

(XIV Campeón regional J.M. Fraguela).

-1973-74: XV Campeonato provincial: Campeón Angel Fernández, subcampeón Fernando Visier. 

(Ya no se disputaron más campeonatos regionales hasta 1985, al estar clasificados directamente para el nacional muchos jugadores en el campeonato provincial).

-1974-75: XVI Campeón el argentino Roberto Debarnot, subcampeón Angel Fernández.

-1975-76: XVII Campeón, Augusto Menvielle, subcampeón R. Debarnot.

-1976-77, XVIII Campeón Augusto Menvielle, subcampeón José García Padrón.

-1977-78, XIX Campeonato, Campeón J.P. Domínguez, subcampeón A. Menvielle.

-1978-79, XX Campeonato, Campeón Octavio Pérez, subcampeón J.P.  Domínguez Sanz.

-1979-80: XXI Campeonato, campeón J.R. Betancor, subcampeón J.P. Domínguez.

-1980-81, XXII Campeonato, campeón Menvielle, subcampeón Fraguela.

-1981-82, XXIII Campeonato, campeón José García Padrón, subcampeón Fraguela.

-1982-83, XXIV campeonato, campeón José García Padrón, subcampeón Menvielle.

-1983-84, XXV Campeonato, Campeón Menvielle, subcampeón Ernesto Solana. 

-1984-85, XXVI Campeonato, Campeón Augusto Menvielle, subcampeón Alfredo Brito.

(Campeón regional: Augusto Menvielle -en este año se recuperan los campeonatos regionales de Canarias).

Cuarta etapa: 1985-86 en adelante. Campeonatos absolutos de Canarias.

En 1986 desparecen las Federaciones Provinciales en Canarias, sustituidas por Federaciones Insulares en la mayor parte de las islas, y una Federación Regional. Por lo que los torneos ahora se juegan a nivel insular, seguidos del campeonato regional o absoluto.

-Temporada de transición 1985-86:

 XXVII Campeonato provincial/I Campeonato Insular de Gran Canaria, campeón José García Padrón, subcampeón Augusto Menvielle (también puede considerarse a este torneo I Campeonato Insular de Gran Canaria, al transformarse el torneo a mitad de temporada en insular/autonómico).


I Campeon absoluto autonómico Lucas Mendoza, de Tenerife.

-Temporada 1986-87:

II Campeón Insular de Gran Canaria:

Campeón Augusto Menvielle, subcampeón José Miguel Fraguela.

II Campeonato absoluto autonómico de Canarias:

Campeón Francisco Javier Santos (Tenerife), subcampeón Alfredo Brito.

-Temporada 1987-88:

III Campeón Insular de Gran Canaria:

Campeón Alfredo Brito. Subcampeón José M. Fraguela.

III Campeonato absoluto de Canarias:

Campeón Gerardo González Intelangelo, subcampeón José Manuel Ramos, de Tenerife.

-Temporada 1988-1989:

IV Campeonato Insular de Gran Canaria:

Campeón Alfredo Brito, subcampeón Braulio Sarmiento.

IV Campeonato absoluto de Canarias:

Campeón Ernesto Solana, subcampeón Adalberto Villavicencio.

-Temporada 1989-1990:

V Campeonato Insular de Gran Canaria:

Campeón Braulio Sarmiento, subcampeón Francisco López Colón.

V Campeonato absoluto de Canarias:
Campeón Alfredo Brito, subcampeón Francisco J. Santos (Tenerife).

-Temporada 1991-1992:
VI Insular de Gran Canaria:
José García Padrón campeón, Afredo Brito subcampeón.
VI Regional de Canarias: Alfredo Brito campeón.

-Temporada 1992-1993
VII Insular Gran Canaria:
Campeón José García Padrón, subcampeón Ernesto Solana.
VII Regional de Canarias: Gerardo González Intelangelo.

-1992-1993
VIII Insular de Gran Canaria, campeón Alfredo Brito, subcampeón A. Menvielle.
VIII Regional: Campeón Alfredo Brito.

1993-94
IX Insular de Gran Canaria: Campeón Alfredo Brito, subcampeón Pedro Lezcano Jaén.
IX Regional: Julián Morales (Lanzarote) campeón.

1994-95
X Insular Gran Canaria: Campeón Alfredo Brito, subcampeón Pedro Lezcano Jaén,
X Regional: Campeón Alfredo Brito.

1995-1996:
XI Insular Gran Canaria: Campeón Braulio Sarmiento, subcampeón Alfredo Brito.
XI Regional: Campeón Lucas Mendoza (Tenerife).

1996-1997:
XII Insular Gran Canaria: Campeón Alfredo Brito, subcampeón Pedro Lezcano Jaén.
XII Regional:  Campeón Alfredo Brito.

1997-1998:
XIII Insular Gran Canaria: Campeón Daniel Ortega Hermida, subcampeón Juan Carlos Angel.
XIII Regional: Campeón Adalberto Villavicencio.

1998-1999: XIV Campeón Pedro Lezcano Jaén, subcampeón Alfredo Brito.
XIV Regionales: Campeón Francisco J. Santos (Tenerife).

1999-2000: XV Insular de Gran Canaria: Campeón Braulio Sarmiento, subcampeón Dragan Barlov.

XV Regional: Campeón José Luis “txelu” Fernández.

2000-2001: XVI Insular de Gran Canaria: Campeón Kurajika, subcamoeón Francisco López Colón.
XVI Regional: Cayetano Alonso campeón.

2001-2002: XVI Insular de Gran Canaria: Campeón Daniel Ortega Hermida, subcampeón Eduardo Ramírez Allo.
XVI Regional: Daniel Ortega Hermida, campeón.

2002-2003: XVII Insular Gran Canaria: Daniel Ortega Hermida campeón, Ernesto Solana subcampeón.
XVII Regional: Daniel Ortega campeón.

2003-2004: XVIII Insular Gran Canaria: Pedro Lezcano Jaén campeón, Daniel Ortega subcampeón.
XVIII Regional: Daniel Ortega campeón.

2004-2005: XIX Insular Gran Canaria: Campeón Francisco López Colón, subcampeona Sabrina Vega.
XIX Regional: Gustavo de la Cruz (La Palma) campeón.

2005-2006: XX Insular Gran Canaria: Campeón Daniel Ortega, subcampeón Alfredo Brito.
XX Regional: Campeón Alfredo Brito.

2006-2007: XXI Insular: Campeón Daniel Ortega Hermida, subcampeón José García Padrón.
XXI Regional: Isolina Majul (Tenerife)

2007-2008: XXII Insular G. Canaria (I Torneo del Cabildo): Campeón Francisco López Colón, subcampeón Nicanor Camino Carrio.
XXII Regional: Jorge Cabrera (Tenerife)

2008-2009: XXIII Insular Gran Canaria (II Torneo del Cabildo, que ahora se juega en el marco del Memorial Pedro Lezcano): campeón Nicolás Natalicchio,; subcampeón Raúl Sánchez.
XXIII Regional: Stefano Tatai 

2009-2010 XXIV Insular Gran Canaria (III Torneo Cabildo):
Campeón José García Padrón. Subcampeón Daniel Ortega Hermida.
Regional: XXXIV Kevin Meneses

2011: XXV Insular (IV Torneo Cabildo) Campeón Alfredo Brito, subcampeón Daniel Ortega Hermida.
Regional XXXV: Kevin Meneses.

2012: xxvi Insular G,.Canaria (V Torneo Cabildo): Campona Sabrina Vega, subcampeón Danuel Gutiérrez.
XXXVI Regional: Marcos Pérez

2013: XXVII Insular: campeón Alfredo Brito, subcampeón Daniel Gutiérrez.
XXXVIII Regional: No se celebró por motivos presupuestarios.

2014: XXVIII Insular. Omar García Blanco y Sabrina Vega.
XXVIII Regional: Al parecer no se celebró.

2015: XXIXI Insular: : Campeón Alejandro Alvarado, subcampeón Borja Rodríguez
XXIX Regional: Campeón Alejandro Alvarado.

2016: xxx Insular: Campeón Omar García Blanco. Subcampeón Yingrui Lin.

XXX Regional: Campeón: Al parecer no se celebró (Estos años existían algunos problemas presupuestarios y sólo se celebraban campeonatos por edades, de tipo “sub”).

2017: xxxi Insular Gran Canaria: Campeón Daniel Gutiérrez Olivares, subcampeón Adrián Cruz Pino.
XXXII Regional: Campeón Daniel Gutiérrez

2018: XXXII Insular G. Canaria: campeón Omar García Blanco, subcampeón José García Padrón.
XXXIII Regional: Campeón Omar García Blanco.

2019: XXXIiI Insular Gran Canaria: Campeón Victor Ramírez Medina, subcampeón Ismael Amador.
XXXIII Regional: Campeón Victor Ramírez Medina.

viernes, 6 de diciembre de 2019

X Open Corte Inglés abril-mayo 1989. Ajedrez Las Palmas


Ajedrez local Las Palmas. Open Internacional X Corte Inglés. Abril-mayo 1989. 


Ricardo Moyano García. Diciembre 2019. Las Palmas (España).






La décima edición del Open Corte Inglés se jugó entre abril y mayo de 1989, siguiendo su habitual cadencia anual.


Contraportada del boletín


Tuvo un carácter continuista con la edición anterior, es decir, el Open fue internacional, como había sido desde 1987, pero sin el relumbrón de esta edición de aniversario de la entidad patrocinadora: se volvió, como en 1988, a la sede habitual del club Caja -se abandonó la lujosa celebración en el hotel Santa Catalina, aunque los jugadores visitantes se alojaron en el más modesto Hotel Concorde-, y no hubo tampoco torneo cerrado internacional, sino únicamente un Open.

Por otro lado, se abandonó la estructura de clasificación por ELO para sus distintos grupos, modelo ensayado en 1988, y se utilizó el modelo más habitual de una fase previa que daba acceso a una fase final. En este caso, la fase previa se disputó entre fines de abril y principios de mayo, y se clasificaron 12 jugadores para la final. Con lo cual la fase final, en mayo, fue más numerosa que la de 1988. Es decir, que a diferencia del año anterior, los jugadores de menor ELO local no quedaban ya encuadrados inexorablemente en un grupo B, sino que disputaban éste pero podían clasificarse para el A.

De entre las actividades que rodearon este Open destaca la visita -no en las fechas de la fase final sino de la previa- de Garry Kasparov para ofrecer unas celebradas simultáneas -a las que dedico un artículo específico en este blog-, lo que se aprovechó para firmara su libro “Hijo del cambio” en El Corte Inglés, y para que realizara el saque de honor en la fase previa en el tablero del jugador local Octavio Pérez Montesdeoca.

En dicha fase previa se impuso para cierta sorpresa el almeriense Francisco Granados Pérez, ex campeón de Almería, que llevaba unos cinco años compitiendo en Las Palmas -poco después regresaría a Almería, donde continuó disputando torneos-; y decimos sorpresa porque el favorito era el citado Octavio Pérez, que fue subcampeón, seguido del joven Fernando Apolinario y del veterano Blas Rodríguez. También se clasificaron, como dije, otros ocho jugadores. 

Fase final: La disputaron 50 jugadores, al menos de inicio, aunque la terminaron 47. 
Grandes maestros: Al igual que el año anterior, había un pequeño grupo de GM y otro más numeroso de MI. En los primeros, repetían Illescas -ya confirmado su título de GM- el campeón de 1988 Sergei Kudnin (EEUU ), y José Luis Fernández (España), y además jugaron otros dos GM, Julio Granda (Perú), y Borislav Ivkok (Yugoslavia).

Maestros Internacionales: Doncevic (Alemania), Miralles (Francia), Lima (Brasil), Jordi Magem (España), Mark Hebden (Inglaterra), Gildardo García (Colombia), Antonio Almeida (Portugal) Henry Urday (Perú), Joaquín Díaz (Cuba), aparte del local también MI José García Padrón.

Maestros Fide: Había un único titulado de esta categoría de bronce, Fernando Visier, muy querido de la afición -había vivido aquí cinco años en la década de los 70 y participado en varios internacionales Ciudad de Las Palmas y de Arrecife- que volvía a las competiciones tras muchos años de ausencia.

Elo internacional sin título tenían locales como Alfredo Brito, Ricardo García, Villavicencio, Juan Pedro Domínguez, etc. Causó baja a última hora Ernesto Solana, por razones de estudios, y algunos de los clasificados de la previa, como el campeón Granados, no jugó, y se repescó en su lugar a veteranos con Juan Rafael Betancort, campeón de la primera edición del torneo.

Entre los ausentes, se echó en falta este año al matrimonio conformado por el GM Bellón y su esposa la sueca Pia Cramling, y a locales como Augusto Menvielle, el M.I. Fraguela, etc.


Sistema de juego: Suizo a 9 rondas, del 14 al 22 de mayo. Director del torneo Ildefonso Lasso, coordinador Higinio Medina, Arbitro principal Gregorio Hernández, boletín a cargo de Orlando León, Antonio Rodríguez y Carmelo Quintana.

Premios: Había 16 premios en metálico, desde las 250.000 ptas. del primero a las 10.000 ptas. del 16º.

Se concedió también el III Oscar canario, que ahora se amplió para cubrir no sólo al mejor jugador absoluto del año, sino al juvenil y a la persona o entidad que hubiera destacado por su labor. Correspondieron a Ernesto Solana, Pedro Lezcano Jaén, y Antonio Sánchez de Vecindario. 

Desarrollo: Las primeras rondas no dejaron muchas sorpresas, aunque los favoritos pasaron por apuros. Después de tres rondas encabezaban el torneo Kudrin, Hebden y Antonio Fernandes, con 3 puntos, seguidos con 2,5 de Granda, Doncevic, García Padrón, etc.

Tras la cuarta ronda ya Kudrin era líder en solitario, puesto que, como el año anterior, ya no abandonaría, deshaciéndose incluso por primera vez en su trayectoria del inglés Hebden, al que nunca había logrado ganar.

En la quinta ronda hubo tablas de salón entre Kudrin e Illescas, y sorprendió la victoria al ataque de Hebden sobre Julio Granda.

En la sexta, Kudrin afianzaba su liderato, seguido ahora de Hebden, un jugador con un físico al que se calificaba en la prensa local de "poco británico" y con un juego muy de ataque, que esta vez ganó a Illescas. Por detrás, Jose García Padrón, con su victoria sobre Visier, soñaba con la norma de GM.

En la séptima, García Padrón daba la campanada ganando a Hebden, y colocándose segundo. Pero para la norma de GM tenía que lograr 1,5 en las dos últimas rondas, y en la penúltima le tocaba el líder Kudrin. En esta octava ronda Kudrin acabó con el sueño local, ganando a José García y proclamándose ya campeón anticipado.

Finalmente, al caer el telón, Kudrin campeón, y Hebden y Granda subcampeones. Por debajo, el tinerfeño Villavicencio dejó escapar también la norma de MI con su fallo y derrota ante el colombiano Gildardo García, tras haber estado mejor toda la partida.

Los mejores canarios, aparte de José García Padrón, que fue finalmente el 5º, fueron Alfredo Brito y el tinerfeño Hugo Rubio, en los puestos 14 y 15º.

Documentación: Se editó el boletín oficial del torneo, y hubo gran seguimiento en prensa local, y referencias en revistas nacionales.
Facilito algunos textos de este boletín, como la salutación de su "alma máter" Ildefonso Lasso (d.e.p.), un fragmento de las partidas que contenía, la memoria de los torneos anteriores, y la visita de Karpov y Kasparov al torneo en 1981 y 1989:







Clasificación y base de datos de partidas:

Veamos la clasificación de esta fase final en sus primeros puestos, y una base de datos con casi 200 partidas.




Base parcial muy completa Open Internacional Corte 1989






lunes, 11 de noviembre de 2019

Diario del joven y el solitario (14). La tragedia del incendio de Agando

DIARIO DEL SOLITARIO. 14. EL INCENDIO DE AGANDO.




Ricardo Moyano. 2019. A la memoria de Francisco Afonso Carrillo, gobernador civil de Tenerife a quien conocí, y que murió dirigiendo la extinción del incendio en el Roque de Agando.-

         El solitario y yo pasamos una tarde de merienda en el suave otoño de las montañas de Arucas. Se levantó aire, y el solitario se frotó los brazos. Pedimos te caliente, y el que nos trajeron era una verdadera chimenea. Se calentó las manos agarrando el vaso.

-Va llegando el frío, joven, pero creo que todavía este solecito templa las horas. Pronto oscurecerá, sin embargo.
-Así son las estaciones, solitario. Ya casi no nos acordamos de los días de agosto. 
El solitario señaló el pino quemado en lo alto.
-Ni del incendio de las cumbres que tuvimos este año. El fuego devorador, uno de los cuatro elementos de la naturaleza, o de la energía.
-Tierra, aire, fuego, agua. Los cuatro importan.
-Más bien lo que importa es su equilibrio, su armonía. Los seres humanos somos frágiles, ya ve, no soportamos siquiera este te, si está demasiado caliente, como nos lo han servido. Hay que darle reposo, tiempo. Somos setenta por ciento de agua, pero moriríamos en medio del mar. Respiramos aire, pero nos despeñaríamos en él por este precipicio del mirador.
-Somos tierra-tercié- pero nos ahogaríamos bajo ella.
-Y vivimos gracias al fuego del sol, pero en exceso nos abrasaría.  Y venía pensando, al al ver el daño del incendio, en otro que hubo, más trágico, aquel de la Gomera del 84.
´ -Es verdad. Fue más corto, pero murió mucha gente.

-Veinte personas nada menos, y muchas más heridas de gravedad. Y a una de las víctimas la había conocido un mes antes. Era nada menos que el gobernador civil, que pareció en las llamas. Y no lo digo porque unos muertos o unos vivos valgan más que otros, sino porque cuando conoces a alguien, y cuando le has visto además recientemente, te llega inevitablemente más adentro. Aunque, como fue en este caso, sólo nos hubiéramos visto y tratado una única vez en nuestras vidas. Esa sola vez bastó, empatizamos de inmediato; y su muerte, poco más de un més de haberle conocido, me dejó noqueado. Era una persona de mi misma edad o casi, Francisco Afonso tenía solo treinta y seis años cuando le conocí, los mismos que cuando murió. Y un entusiasmo, unas ganas de hacer cosas, que me calaron. Ya sabe usted, los jueces somos reflexivos, dubitativos, razonadores. El gobernador era todo lo contrario, ímpetu, decisión, empuje; y eso me admiró, aunque también, quizá, esa energía, esa entrega sin reservas, fuera un hecho negativo después en los terribles sucesos de Agando.

El solitario mojó una galleta en el te aún hirviente –“coja una también”- y la paladeó despacio. No arrancaba a hablar claramente, como si los recuerdos fueran demasiado dolorosos para explayarlos. Al fin siguió. 

-Todos somos parte de una cadena, todos aprendemos de todos, y yo no se si el sacó algo en claro de nuestro encuentro, pero aprendí de aquella joven autoridad el valor del entusiasmo, de la fe en tu propia labor. Aunque lo pagara  caro.




-Cuénteme más, solitario. Recuerdo sólo vagamente aquel suceso.

-De acuerdo- suspiró al fin, dejando vagar la vista hacia el mar. No es para almas muy sensibles. Yo era  juez a la sazón en la isla de Hierro, llevaba pocos meses, y me preparaba a primeros de agosto para coger las vacaciones cuando fui convocado a un acto oficial. Acababan de nombrar a los nuevos cargos gubernaticos, y el nuevo gobernador civil estaba de visita oficial en la isla. Ya se había reunido con las autoridades políticas, y quería simplemente  saludarme.  Venía acompañado del alcalde de la localidad. Yo esperaba a un político, ya sabe usted, calvo, circunspecto, protocolario. Para mi sorpresa, era un joven de gran energía y tuteo rápido, al que brillaban los ojos en su rostro ancho; lucía curiosamente un gran bigote que yo no asociaba a los políticos socialistas, como era su caso. Tenía don de gentes, probablemente también por su pasado como director de agencias de viajes, o por haberse bregado ya en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, donde había ganado ya por dos veces las elecciones. Tenía una alegría contagiosa, le gustaba disfrazarse en carnavales, jugar al fútbol, solidarizarse con todos. A mí, tímido ratón de biblioteca, me maravillaba que alguien tuviera carisma para conseguir el apoyo mayoritario de sus vecinos. Era como si se bebiera a sorbos rápidos la vida: se había casado también pronto y había sido  padre ya siete años atrás.  
-Sintonizaron. 
-Sí, ya le dije. Y también eso lo hicimos deprisa. Me preguntó por la incidencia de la droga en la isla, y en general de la delincuencia. Hubo algunas coincidencias extrañas, como cuando el alcalde sacó el tema de la escasa protección de esas islas menores contra los incendios forestales, tan frecuentes en verano en Canarias. O cuando me dijo, tomándome del brazo, que un político no estaba allí para figurar, sino para hacer cosas, para “quemarse” en el cargo. Hubo otra casualidad extraña, casi cuántica. Cuando bajé a despedirme de él en el aeropuerto, se dirigió corriendo hacia el helicóptero oficial por el lado de la cola. 

La hélice estaba ya en marcha y un golpe de viento inesperado la inclinó hacia abajo. Con buenos reflejos el gobernador se agachó, y la hélice pasó como guadaña a pocos centímetros de su cabeza. El guardia civil que le despedía a mi lado se llevó las manos a la suya.
-¡Estos jóvenes son atolondrados! ¡A un helicóptero nunca se sube por la parte de atrás, hacia donde se vence la hélice!. 



-Y después sucedió el incendio en La Gomera.
-Sí -el solitario resopló, al llegar al punto más duro del relato-. Nos habíamos despedido con un abrazo, y me había prometido volver pronto, y que entonces quedaríamos a almorzar e incluso a pasear en barco; un familiar tenía un pequeño barco de pesca en puerto Restinga. Pero no hubo opción. A principios de septiembre, justo cuando yo me había reincorporado de las vacaciones a Hierro, se desató un incendio en la otra isla pequeña, La Gomera, que no parecía revestir mucha importancia. Leí la noticia en la prensa sin mucha atención. Pero Gomera es una isla llena de barrancos, de alturas, de vientos, de trampas. Cuando los cuatro elementos se equilibran, joven, las cosas van bien. Cuando se abren las bocas del infierno…  Total, que  a la mañana siguiente el gobernador llegó a Gomera para dirigir la extinción, las autoridades se apostaron en un cercano mirador, pero sintió que desde tan lejos no podía ver la situación real, y aunque se lo desaconsejaron, quiso acercarse más al foco del incendio para dirigir el operativo. Esta decisión, propia de su carácter entusiasta, fue temeraria. La comitiva, de varios coches oficiales, se unió a unos pocos vehículos de bomberos y voluntarios en la degollada o collado que unía el roque de Ochila con el de Agando. El fuego ardía bajo control en la vaguada, y el gobernador dio algunas instrucciones por “walkie talkie”. De pronto, hubo un brusco cambio de viento y se desató un incendio brutal a las espaldas, un segundo foco que subía como una bola de fuego y humo desde la vaguada a la carretera de la degollada, alimentándose de la pinocha, y  cortando totalmente la retirada. En escasos segundos, el terror se apoderó de todos, se dio la señal de huida, y se produjo una desbandada en todas direcciones, unos a pie, otros intentándolo en coche por la carretera.

-Debió ser dantesco.




-No lo podemos ni imaginar. El fuego subía como una gran explosión. Los que más sabían de incendios forestales y de aquellas carreteras secundarias eligieron la mejor opción, que parecía la más extraña: meterse dentro del coche, cerrar las ventanas, y salir pitando, “cagando leches” como dijo uno, hacia la zona ya quemada, es decir, hacia abajo, aun a costa de tener que atravesar el fuego durante cientos de metros quemando las ruedas y envueltos en un humo irrespirable que cegaba incluso la carretera. Esos lograron salvarse aun a costa de graves heridas. Otros optaron por zigzagear a pié atravesando como podían entre las lomas incendiadas ; casi todos éstos murieron. El chofer del gobernador,  Brito, en una decisión intuitiva pero fatal, aceleró hacia el lado contrario de donde venía el fuego, es decir, hacia arriba, hacia el roque de Agando, sin darse cuenta de que el fuego se propagaba rapidísimamente hacia allí, impulsado por el viento. Alguien le gritó “¡Brito, noooo! ¡Hacia lo quemado!” pero el hombre no oyó, o en aquel estado de pánico no fue capaz de reaccionar, o no se pudo orientar en medio del humo. En aquella dirección, al poco, se escucharon alaridos, quizá de los jóvenes excursionistas que también sacaban fotos y quedaron atrapados por las llamas. Se les encontró en el interior de un coche, calcinados, dándose en un último abrazo. Pero quizá los alaridos eran del propio coche del gobernador. El y sus acompañantes, ya atrapados por las llamaradas en la carretera, intentaron en su desesperación huir a pie, pero murieron de inmediato. Los cadáveres quedaron calcinados sobre la tierra, irreconocibles salvo por los relojes y las cadenas. El testigo que los encontró los confundió inicialmente con leños carbonizados. Junto al gobernador quedó su secretario personal, el conductor, y un sargento de la guardia civil.



-Qué horror. No conocía esos detalles.

-Alguno de los supervivientes avanzaban como locos carretera abajo, convertidos en antorchas humanas, o como dijo otro testigo, en espantapájaros. La piel se las caía a tiras. Algunos de los que vivieron tras largos tratamientos hospitalarios e injertos quedaron con huellas en el cuerpo y la cara que les marcaron de por vida.  Un fotógrafo poco respetuoso incluso vendió las fotos de los cadáveres achicharrados a la prensa amarilla. E imagínese usted la familia. La esposa de Paco Afonso estaba comprando en una tienda en Puerto de la Cruz cuando le dijeron que su marido había perecido en el incendio. Cayó redonda al suelo. 



-Recuerdo que se habló de negligencias. Entonces no había mucha preparación para los incendios.

-Sí. Ocupar esas carreteras en medio de un fuego activo es muy peligroso. Y más hacerlo en mediana altura, como una degollada, hacia donde es fácil que suban las llama. Lo mejor es permanecer abajo, en lo quemado, o en todo caso en lo más alto del monte, lejos del fuego y la vegetación. El viento cambiante y la mala suerte, o la fatalidad, hicieron lo demás. Segaron esas vidas.
-Se alteró el equilibrio del aire, del fuego…

-De la tierra, del agua… Qué muerte tan espantosa. El decía, fíjese, que quería quemarse en el cargo, y yo lo tomé como una metáfora. Que es lo que era, ya lo se, pero ya ve. Y aquel cambio de viento de las hélices del helicóptero, quizá debimos tomarlo como un aviso. Pero es difícil leer las señales “a priori”, como lo es a toro pasado comprender ciertos sucesos, su lógica, o incluso su sinrazón. Algunos de los supervivientes nunca quisieron hablar de aquel suceso. Muchos sufrieron  traumas psicológicos de por vida. El pequeño hijo de Francisco Afonso, Aaron, se dedicó también, como su padre, a la política. Aún lo hace. Y un monumento recuerda a las víctimas, a todas las víctimas. El nombre guanche del roque de Agando, cerca del parque natural Garajonay, quedó asociado a la tragedia, aunque ahora sea ruta de senderistas. Quien sabe si aquellos titanes de antes de la conquista también fueron sojuzgados alguna vez por el fuego. Pero yo sólo tengo en mi mente aquel muchacho emprendedor, de sonrisa franca, aquella charla desenfadada  en el hotel Boomerang de nuestra juventud de autoridades recientes e ilusionadas, política él, judicial yo. Pienso también en mi compañero Vicente, de la Gomera, que debió asistir a las autopsias; le conocí poco después precisamente en La Gomera; vestía sombrero, era taciturno y estaba al borde de la jubilación. Veía la vida pasar como ahora nosotros, desde una terraza de la capital, tomando café conmigo, siendo yo el joven y él el solitario, por así decirlo. Pero no hablamos de aquello. Cuando intenté mencionar el sumario hizo un gesto de rechazo con la mano, que respeté. Y pienso también en las viudas, en el luto y el llanto. Pero mi recuerdo es otro, ya le digo, para mi Paco Afonso siempre está vivo anclado en esa edad de nuestro encuentro, en la promesa de un almuerzo que ya no nunca se dio, en el paseo con el barquito de pesca por el mar azul de las Calmas. Su imagen  nunca envejece. En cambio, fíjese en la mía, estoy hecho una pasa.
-Pero todos quieren, o queremos, llegar a viejos, solitario.
-Todos quieren llegar a viejos, sí; pero ninguno serlo. Yo ya lo soy. Y usted no. Así que ande, joven, deme su brazo para levantarme un poco, que creo que me ha cogido algo de reuma en la cintura.
Sopló una ráfaga de viento, que meció los árboles en el mirador. En la mesa de al lado, una mujer encendió un cigarrillo con una cerilla. No pude dejar de estremecerme un instante.



Las Palmas, noviembre 2019

jueves, 26 de septiembre de 2019

Base de datos ajedrez local L. Palmas provinciales y regionales 1933-1986

Base de datos ajedrez local L. Palmas provinciales y regionales 1933-1986.

Ricardo Moyano y Alejandro Melchor

Septiembre 2019

Ultima actualizción mayo 2021 añado 2 partidas de 1936 más  algunas partidas de J.M. Trujillo (provinciales 1982 y 1984 y F. López Colón, tres partidas de provinciales 1980, 1983 y 1986, así como partidas compiladas de prensa de provinciales 1983 y 1986).

En esta ocasión damos a conocer un proyecto que ha sido muy complicado, compilar las partidas de ajedrez disponibles (o la mayor parte de ellas) de las jugadas en los torneos indivuales de categoría máxima en Las Palmas (llamado campeonato provincial, absoluto, o de la categoría preferente) mientras existió la Federación Provincial, es decir hasta 1986, ya que a partir de entonces se pasó al diseño actual de Federación autonómica y Federaciones insulares, y ya no se disputaron más campeonatos provinciales sino insulares y autonómicos.

Como ya he dicho en otros artículos históricos, hubo una primera fase de campeonatos que podemos llamar extraoficiales aunque formales, en tiempos de la II República (organizados por la Sociedad Ajedrecística). La primera Federación se constituyó a fines de 1942, bajo presidencia del militar Ramón Rúa Figueroa, por lo que es entonces cuando se celebra el I campeonato provincial federado, que ganó Germán Pírez en disputado match contra el valenciano doctor Carlos Rodríguez Lafora. Todavía se disputó un segundo campeonato provincial en 1944, en que venció de nuevo Pírez.

Y ya, con la parálisis federativa, hubo que esperar hasta la refundación de la Federación Provincial en 1959 de la mano de Pierre Dumesnil, siendo el primer presidente el psiquiatra Rafael O'Shanahan, seguido de inmediato por Ricardo Lezcano (1960) y Juan Marrero Portugués (1961-1979). En 1960 se jugaron por ello de nuevo los primeros provinciales y regionales de esta segunda etapa. Los últimos presidentes de la Federación Provincial antes de su disolución en 1986 fueron Juan Pedro Domínguez y Augusto Menvielle.

Se echaba en falta pues para el aficionado interesado una base que compilara el material conocido de estas décadas, en ese torneo rey que se llamó generalmente campeonato provincial o campeonato de los preferentes, y que a veces, en concreto entre 1960 y 1973,  fue seguido de un campeonato regional con los campeones de Tenerife, para proclamar el campeón regional.

Con la inestimable ayuda del investigador catalán Alejandro Melchor, que ha elaborado la base de datos, hemos logrado compilar más de 300 partidas, que han de quedar de testimonio de lo mejor del ajedrez local en Las Palmas en esas décadas. Naturalmente, una buena parte de las partidas, la mayoría, se han perdido, pues no se conservan ni en los archivos federativos ni en poder de los jugadores o sus familias. Algunas seguramente aparecerán en el futuro, pero no muchas ya.

Pese a todo, hemos conseguido compilar partidas de todos los provinciales de Las Palmas celebrados.

Como explicación de la base, hay que tener en cuenta que hasta 1942 no existía Federación en Las Palmas, por lo que los torneos organizados antes de esa fecha fueron extraoficiales. No obstante, se consideró a Germán Pírez campeón provincial extraoficial tras su victoria en el II Torneo del Gabinete Literario. Aunque es confuso el valor de provincial extraoficial que tuvo, también puede considerarse que el III Torneo del Gabinete, celebrado en julio de 1936 para decidir la selección que participaría en la Olimpiada Popular de Barcelona. En cualquier caso, también fue ganado por Germán Pírez, por lo que está claro que fue el campeón extraoficial durante todos los años 30.

Germán Pírez fue también el primer campeón oficial federado al batir en match 1942-43 a Carlos Rodríguez Lafora, match célebre de que ofrezco todas las partidas que se han conservado.

En 1944 nuevamente se celebró el campeonato provincial de la federación, con objeto de seleccionar un jugador para las semifinales nacionales. Otra vez más fue Germán Pírez el ganador, de este torneo solo se conoce una partida.

A partir de aquí no se celebraron más torneos provinciales hasta que la Federación fue refundada en 1959 bajo inspiración de Pierre Dumesnil. En 1960 se celebró el primer provincial de esta nueva etapa ya ininterrumpida, ganando ese torneo de nuevo Germán Pírez, No obstante, desde este año se jugaron también campeonatos regionales, siendo Fernando Sagaseta el primer campeón regional.

Los torneos provinciales continuaron hasta la desaparición de la Federación en 1986, sustituidos por torneos insulares y autonómicos desde esa fecha. El torneo regional dejó de jugarse desde 1973 -ya que se clasificaban para el nacional directamente desde los provinciales- aunque volvió a celebrarse a partir de 1985.

En su momento de mayor gloria, a principios de los años 70, el campeonato provincial reunió a muchos campeones o subcampeones de España, como Ricardo Calvo, Fernando Visier, Angel Fernández, José García Padrón, o a primerísimos jugadores de nivel nacional, como Augusto Menvielle, Juan Pedro Domínguez, Juan Rafael Betancort, Juan Antonio Valcárcel, Alejandro Ortega, Pedro Lezcano Montalvo, Sergio Cabrera, Octavio Pérez, Juan García Padrón, Francisco López Colón, etc. Y en la generación de los años 80, Alfredo Brito, Ernesto Solana, Miguel Angel Almeida, Carmelo Cuencia, Pedro Perezetc, aunque el torneo fue perdiendo nivel.

Gracias a la participación en regionales, se conservan también algunas partidas disputadas por grandes jugadores tinerfeños, como Rodolfo Gómez Camacho.

En actualizaciones de este mismo artículo o de otros del blog comentaremos alguno de los juegos.

Y obviamente, de conseguir nuevas partidas -y alguna gestión hay ya en marcha- la base será aumentada, y en su caso depurada de defectos.

La base presente compila más de 300 partidas, hay que depurar sin embargo algunas duplicadas. Se han añadido algunas partidas de otros torneos como complementarias, aunque se pierda en "pureza".

Fuentes documentales: Revistas nacionales (singularmente revista Ajedrez canario/ajedrez 6000 1971-1977), prensa local de Las Palmas (1933-1986), boletín del club Caja de Las Palmas (1979) y colecciones particulares facilitadas por Juan Antonio Valcárcel, Octavio Pérez Montesdeoca, Ricardo Hernández Déniz, Francisco López Colón, José María Trujillo, y la familia de Alejandro Ortega.

Base parcial provinciales y regionales Las Palmas y Canarias 1933-1986 Base 1933-1986 provinciales y regionales


domingo, 11 de agosto de 2019

Diario del joven y el solitario 13. El emperador del Sahara

Diario del joven y el solitario 13. El emperador del Sahara.



Ricardo Moyano. Agosto 2019.

El solitario y yo teníamos pendiente una charla sobre aquel famoso emperador del Sahara, Jacques Lebaudy, del que ya habíamos hablado antes. Yo quería preparar un trabajo para una exposición, y le pedí ayuda. El sabía del tema bastante más que yo, pero durante algunas semanas los dos nos dedicamos a leer todo lo que cayó en nuestras manos. Finalmente nos citamos en la tranquila biblioteca del Museo Canario. No había nadie esa tarde, y pudimos departir a gusto, aunque solo faltaba un rato para cerrar. Como siempre, el solitario llevó la voz cantante, porque aunque soy yo quien escribe este diario, realmente trata de sus confidencias y recuerdos. Y porque como él me dice algunas veces, él me superaba en “edad, dignidad y gobierno”. Así que, cuando el bibliotecario nos dejó a solas, nos remontamos a los orígenes del turismo en las islas.



-Pues es poco conocido-dijo el solitario-, pero antes de los años 1960, en que comenzó el turismo de masas en Canarias, ya había viajeros y turistas en las islas. Siempre tuvimos visitantes esporádicos, por mero ocio, para curar su salud en nuestro clima templado, o por razones científicas o culturales. Hasta los años 1960, también, los terrenos yermos de las costas no valían gran cosa, y fíjese ahora. El conde de la Vega poseía tierras desde los tiempos de los Reyes Católicos, que le hicieron, siglos después, otra vez millonario.
-Los ricos siempre tienen suerte. Juegan con mejores cartas. Pero vamos a hablar ya de Lebaudy, solitario; del emperador del Sahara.




-Siempre con sus prisas, joven. No se por qué los jóvenes siempre van corriendo a todas partes, cuando tienen mucho más tiempo por delante que nosotros. Quiza porque nosotros ya hemos llegado a donde queriamos, o al menos a donde pudimos. Vale. Hablemos de Lebaudy. Pues fue también uno de esos viajeros puntuales de principios de siglo, del XX digo; en este caso por apetencias económicas, o por mero ego, o por las dos cosas. Era un millonario francés bastante lunático y tartarinesco, por el Tartarín de Tarascón de Alfonso Daudet.

-Conozco la obra.

-Y yo. Fue el primer libro que tuve, con diez años. Ganado en el concurso de lectura del colegio. Pero de eso hablaremos otro día, ya que le veo con urgencias. Lebaudy era hijo de un industrial azucarero e inversor en bolsa. Su hermano había volado en dirigible, y de hecho su familia promovió la construcción de uno de esos modelos, al que se llamaba precisamente  “el Lebaudy”.
Era una familia notable. Pero el primogénito, Jacques, tenía otros sueños de grandeza, delirios más bien, aunque también envueltos en un espíritu empresarial innegable. Esa mezcla de utilitarismo y vesania es lo que descolocaba a todos los que le trataban. Era un loco que decía cosas cuerdas, también; y además, a fin de cuentas, tenía mucho dinero, lo que siempre se tolera mejor que al impecune. En aquellos años era el turista más rico de Las Palmas, y también desde luego el más excéntrico. Vestía de riguroso negro, y portaba siempre paraguas. Otras veces, cambiada su atuendo por el de un pordiosero.



-Lebaudy llegó a Las Palmas como palanca de su sueño africano. 

-Parece que en Francia un aventurero le había hablado de las tierras inexploradas del Sahara. Y concibió el proyecto nada menos que de un tren transahariano que uniría Senegal con Orán y Francia. El se aseguraría el monopolio del transporte, y transportaría entre otras cosas sales y fosfatos, para lo cual fundó una sociedad. Tonto no era. Pero no quería limitarse a ser un industrial, su sueño precisaba todo un imperio. Y aprovechando que las potencias europeas aún no tenían clara la delimitación de las distintas partes del Sáhara, se fijó en una tierra de nadie entre cabo Juby y Cabo Bojador, abandonaba algunos años atrás por los ingleses, cerca de Tarfaya, y sobre la que no tenía autoridad real el sultán, donde atracó y fundó la capital de su imperio de papel o de opereta, como decían algunos. Troja. Quería también establecer el telégrafo entre Las Palmas y su imperio saharaui, y convertirla en el puerto de enlace con el gran desierto. No eran malas ideas.

-Pero tenía muchas otras fantasías extrañas, como una expedición turística por Sudán en camellos.

-Sí, o conseguir el cruce del caballo y el camello. Pero todo eso fue más tarde. En 1903, que es el año del que hablamos, compró una goleta de segunda mano, el Frasquita, atracó en el Puerto de la Luz, y reclutó marineros, que en realidad tenían que ser soldados de su Armada. Quería hombres jóvenes y fuertes y fusileros para su empresa imperal. Acabaría años después acusado de contrabando de armas, entre otros delitos.



-Y se fue a Troja.

-Sí, una bahía cerca de Tarfaya, a la que llamó así, capital de su imperio. Acuñó moneda, creó una bandera y un estandarte, fundó una orden religiosa… Decía que tenía que ser conocido como “Jacques I, Najin-al-Den, Emperador del Sahara, Emir de los Creyentes, rey de Tarfaya, duque de Arleuf y Príncipe de Chal-Huin”. En Francia y España sus actividades entre circenses y empresariales sembraron a la vez la guasa y la preocupación. La verdad es que el imperio nunca llegó a despegar. En Troja dejó un destacamento de cinco hombres para dirigirse a la segunda ciudad de su imperio, y los nativos apresaron fácilmente a sus “soldados”. Los bereberes que ocupaban aquellas tierras no tenían otra obediencia que la influencia  religiosa del jeque Al El Mainin, y era independientes, aunque el sultán pretendía domeñar todas esas tierras. Y al final los prisioneros acabaron como rehenes del sultán, y liberados a cañonazos por un buque francés. Los liberados acabaron demandando a Lebaudy, que se vio acosado por todas partes.


-Y emprendió la huida.




-Primero sólo de Francia. Marchó a Londres, proclamándose desde el hotel Savoy todavía emperador del Sahara, y planteó demandas en el tribunal de La Haya para que se reconocieran sus dominios, ahora en enemistad con su antigua patria. Nombraba condes y marqueses, editó una revista como una especie de boletín oficial del Estado de su imperio. También vivió luego en Italia y en Bélgica. Tenía mucho dinero todavía, y se dejaba ver en los más elegantes hoteles de la vieja Europa, con sus extraños atuendos.



-Luego vino la deriva familiar.

-Sí. Si esto fuera una obra de teatro, eso sería el segundo acto. Lebaudy había conocido a una modesta actriz, Agustine, con la que había compartido algunos períodos, aunque ella recelaba de sus locuras. Finalmente quedó embarazada. Jacques creía que iba a tener heredero, un emperador sin heredero no estaba completo. Por desgracia Agustine dio luz a una niña. Jacques la repudió. Más tarde hizo las paces con ella, se casó, y visitó Las Palmas de nuevo para pasar la luna de miel con su "emperatriz" con toda munificiencia. Era muy famoso aquí, por supuesto. Nadie podía pasar menos desapercibido, con su aspecto, su dinero, sus extravagancias... en aquella pequeña sociedad isleña.

-Y más tarde, la tragedia.

-Ese sería el tercer acto. Las potencias europeas acordaron el reparto sobre Marruecos y Sahara en el tratado de Algeciras. Lebaudy se sintió ignorado, escribió a los gobiernos europeos quejándose incluso de su postergación… Pero el cerco sobre él se iba estrechando legalmente, se abrieron varios procedimientos penales, se confiscaron sus barcos. Finalmente decidió instalarse en el nuevo mundo, con su esposa e hija. Adquirió una enorme mansión en Long Island.

-Y concibió deseos...

-Dado que Agustine no le daba un varón, pensó que tenía que engendrarlo en su propia hija. Cuando se convirtió en una adolescente atractiva empezó a perseguirla. Madre e hija vivieron una auténtica reclusión, un maltrato psicológico permanente. Jacques no las dejaba salir, y entretanto él se paseaba por los hoteles de lujo de Nueva York, provocando numerosos altercados. Lo que hoy llamaríamos un caso claro de violencia de género. El emperador estaba perdiendo la salud mental. Fue ingresado en un psiquiátrico varias veces. Sus excentricidades no tenían límite. Compró un centenar de caballos para armar un ejército que ayudara en la I guerra mundial al ejército francés. Contrató jóvenes para la instrucción. La policía le encontró cabalgando con la bandera tricolor como chal, una trompeta de juguete colgando en el cuello y un bastón de mariscal en la mano. Quería comprar también treinta mil bueyes. Se paseaba por su casa con sahariana, sable y pistola. El acoso a la hija iba en aumento, entretanto. Alarmada,  Agustine fue a visitar al sheriff. El sheriff, hombre prudente, dado que no había hechos consumados, consiguió simplemente una pequeña pistola a la señora, para que pudiera defenderse, en caso de necesidad.

-Y le hizo falta.

-Sí, un día de 1919 el emperador comunicó por teléfono a su esposa que esa tarde llegaría a casa para yacer con su hija, de buen grado o por la fuerza; y que no se resistiera. Debía concebir de una vez al heredero. Madre e hija se encerraron en una habitación. Y empieza el desenlace de la tragedia. Aquí las versiones discrepan. Unos dicen que Jacques derribó la puerta armado. Otros que al encontrarse la puerta cerrada, simplemente prendió fuego a la casa. Lo cierto es que Agustine salió de su encierro y, desesperada, vació el cargador de su arma contra el emperador. Ella dice que él disparó primero. Quien sabe. No había nadie más que los tres en la casa, y el difunto emperador no pudo testificar. La hija se limito a llamar al sheriff...mama ha disparado a papa.



-Siguio un juicio célebre.

-Y que acabó con absolución. El Tribunal apreció legítima defensa. Tengo mis dudas de que los hechos ocurrieran exactamente así. Pero sin duda, la absolución, si no legal, fue justa.

-Ahí terminó el imperio del Sahara.

-Bueno, realmente acabó de forma mucho más vulgar. En su testamento, Jacques había donado su fortuna a su esposa e hija, a condición de que ésta se casara. Mantenía su obsesión, supongo, por tener herederos. Como la hija era soltera ninguna de las dos podían heredar. Así que concertaron un matrimonio quizás blanco con un detective, que también perseguía el dinero… Madre e hija acabaron huyendo de nuevo, ahora del buscafortunas. Claro que es lo que ellas también buscaban, y todos. Al final, el imperio acabó en un reparto salomónico en el año 1921, entre la hermana de Lebaudy, Agustine, su hija, y el marido de ésta. Lo cierto es que tiempo más tarde la emperatriz casó con otro buscavidas, y entre los dos maridos se encargaron de diluir  en los casinos de Cannes  la fortuna de la emperatriz y la rica heredera.

-Un final tradicional y ramplón para una historia insólita. La casa siempre gana.

-El dinero  procura soluciones prosaicas a las cosas. De vez en cuando, la prensa, incluso la local, recuerda la historia de Lebaudy… Pero ¿realmente era solo un loco? Se proponía explotar los fosfatos, y lo cierto es que esa es la mayor riqueza del Sahara, aún hoy día. Quería fundar un imperio basado en la igualdad y la libertad de sus gentes. Igual no estaría mal que apareciera otro, para entretener nuestros ocios. O para rescatar al Sahara de su condena, del siroco terrible, de la noche absoluta, del éxodo tamazigh en los campamentos de Tinduf.

-Mucho pide usted, solitario. Ya no existen esos personajes. Y cuando aparecen, prometen el cielo y luego rápidamente venden su alma al diablo.

-Ni eso. Ya no hay almas que vender. Ahora lo que se estila son héroes de videojuegos o cantantes de reguetón- el solitario me dio una palmada en el brazo- ¡Un día tenemos que ir al Sahara, joven, a ver el amanecer en aquellas playas de arena infinita, tomando el te en una jaima!. ¿Dónde estará ahora Troja? Creo que sigue siendo una bahía abandonada.

Los dos nos quedamos callados, evocadores, al final de la tarde. Era la hora del cierre, y el bibliotecario, muy amablemente, nos invitó a abandonar el Museo. Terminamos con un “enyesque” por los bares de la calle Triana. Pensé que por esos mismos lares había paseado en carruaje el emperador del Sahara su paraguas un siglo atrás, firmando autógrafos y encargando caricaturas. Ya sólo eso es lo que queda en Canarias de él, un retrato bufo en sepia, y unas fotos de la vieja goleta atracada en el muelle. Polvo somos, al polvo vamos. Tampoco es mala metáfora para una historia del Sahara, ese desierto, que según dicen, un tiempo fue selva inmensa y feraz.