jueves, 30 de marzo de 2017

Galería de ajedrecistas grancanarios. Pedro Lezcano Montalvo (II): Años 60 y 70

Galería de ajedrecistas grancanarios. Pedro Lezcano Montalvo (II): Años 60 y 70.-





Años 60.-


Los años 60 fueron de desarrollismo a nivel nacional, y también en el ajedrez se notó la entrada de dinero, gracias a la entusiasta colaboración del nuevo Presidente de la Federación, Juan Marrero Portugués, que accedió a la presidencia en 1961 a la vez que lo hacía a la Dirección de la Caja Insular de Ahorros. La larga etapa de presidencia de Marrero, hombre dinámico y de la cultura, supuso que entre ese año y 1979, fecha de su definitiva dimisión, el ajedrez grancanario viviera su mayor esplendor. Pedro, igual que Sagaseta o Pírez, colaboró entusiastamente con Marrero, pese a sus diferencias ideológicas: al ajedrez se jugaba con la izquierda, como escribió el poeta, pero Juan Marrero fue un franquista convencido e incluso Procurador en Cortes, aunque a la vez republicano y defensor a ultranza de las singularidades canarias.

Juan Marrero, recordando su apoyo al ajedrez junto a Pierre Dumesnil, señalaba que nada habrían podido hacer sin esos enamorados del ajedrez que eran Pírez, Sagaseta y Lezcano.

En estos años, Pedro continuaba con el desarrollo de su obra literaria, la imprenta, las tertulias en casa de Pino Ojeda, los hermanos Millares, del también ajedrecista y primo de éstos Isidro Miranda Millares, con quien había ya coincidido en el Instituto Pérez Galdós en algún curso de bachiller, etc. Pero le quedaba tiempo para jugar: en 1961 logró ser subcampeón provincial y regional, por detrás de Germán Pírez en ambos torneos, y por delante de Fernando Sagaseta. Sería uno de sus mayores éxitos, pero declinó acudir al campeonato individual de España, a pesar de la renuncia de Germán.

En los siguientes años jugó poco a nivel individual, al menos hasta 1964, pero se involucró totalmente en la selección de Las Palmas, que desde 1960 inició sus torneos oficiales contra la selección de Tenerife. En 1963 se unió a la selección un adolescente del Carrizal, Miguelín Ramírez, que era el “baby” de la expedición. Miguelín contaba jocosamente que cuando terminaron las partidas de Tenerife con el triunfo de Las Palmas los más noctámbulos querían irse de bares y discotecas por Santa Cruz, así que dejaron a Miguelín en la habitación de los más sosegados, que era Germán Pírez y Lezcano –el presupuesto era escaso y había que compartir habitaciones-. El joven recuerda que los dos míticos ajedrecistas se pasaron horas enseñándole partidas de Capablanca, Tahl, y Alekhine…

Lezcano en el viejo club de la calle Terrero fines de los 60 o principios de los 70



Mucho menos divertido fue para el poeta el traslado a la península de su querido hermano Ricardo, en 1962. Habían vivido años en la misma casa en el puerto las dos parejas, Pedro y su joven esposa Carmen Jaén, y Ricardo con su esposa Flora. Años felices de vida compartida. Y de pronto, al aprobar Ricardo las oposiciones de inspector de hacienda, había tenido que marcharse. Pedro tenía tendencias melancólicas, depresivas a veces incluso, y su hermano mayor era un apoyo moral indispensable. Nunca se recuperó del todo de este distanciamiento –físico, que no espiritual- de su hermano. Y le escribió entonces en una sentida carta: “Ya habitamos la enorme casa de Tomás Miller. Resulta un inmenso castillo con vuestros fantasmas en pena. Me ha costado semanas poderme sentar en tu sala sin que la congoja me echara a la calle…muchas veces te has marchado, pero es lo definitivo lo que trae esta vez la angustia, siempre es lo definitivo la cualidad trágica de las cosas, aquello que distingue a un muerto de un durmiente”.

En 1964 se clasificó para el campeonato regional, pero ayudó a que J.P. Domínguez, el otro grancanario, se clasificara para el campeonato nacional. Aún así logró un bello triunfo contra el tinerfeño Nicolás De la Rosa, veamos el  remate:

De la Rosa-Lezcano regional canario 1964



En 1964 se celebró por primera vez en Las Palmas, en el club Náutico y Mercantil, el campeonato individual de España, y Pedro se implicó de manera absoluta en la organización y en la elaboración del boletín diario de partidas, lo que le suponía acostarse de madrugada… Su economía no era saneada, y estas colaboraciones con la Federación de Marrero le suponían una ayuda material importante, pero que a la vez le iba quitando tiempo para el ajedrez activo. “"No puedes imaginarte... además de resolver múltiples follones a venticinco tíos, se me ocurrió editar un boletín diario con todas las partidas, total veinte días acostándome a las tres de la mañana y levantándome a las siete. Y aunque el importe de los impresos del campeonato asciende a 40.000 ptas., no he hecho ningún gran negocio. No niego que el sacrificio lo he hecho con gusto…”, escribió en otra carta a Ricardo.


Cartel Campeonato España 1964 realizado en Imprenta Lezcano


Pedro coopera con Pierre Dumesnil preparando a los jugadores locales que intervienen en el campeonato, como Blas Rodríguez, al que intentan sin mucho éxito alejar de la farándula nocturna… También se presta a dar simultáneas divulgadoras y cursillos no sólo en Las Palmas sino en otra isla más virgen que le entusiasma, Lanzarote, donde puede acercarse a su querido mar, practicar submarinismo y pesca…

Capitán de los equipos grancanarios.- Ultimos años de la década.-

Pedro nunca quiso ir a campeonatos individuales, ya lo he dicho, pero era un entusiasta del juego por equipos. Por eso, cuando se tomó la decisión de competir en el campeonato de España por equipos a partir de 1965, lo hizo encantado. Para entonces Fernando Sagaseta estaba preso en Burgos por sus actividades políticas en Canarias Libre, y Pírez ya se había retirado, así que Pedro asumía de forma natural la capitanía completando la escuadra con Juan Pedro Domínguez y algunos de los nuevos valores, como Juan Rafael Betancort y Angel Fernández. Con este equipo inició Pedro su primer viaje del ajedrez fuera de la isla, a Alcoy, donde conocerían a un destacado y culto jugador, el médico alcoyano  Ricardo Calvo. Años más tarde Pedro dedicaría su poema Alfiles de distinto color a Calvo, “médico humanista”. Aunque Calvo con quien sellaría una amistad eterna ya desde ese torneo fue con Angelito Fernández.

Pero la anécdota de este torneo es que Pedro, jugador muy seguro y al que en Las Palmas era muy difícil vencerle, sufre tres derrotas consecutivas en las rondas finales del torneo. Entre ellas, con los destacados jugadores Monedero y Sicilia. Pedro se queda totalmente abatido, y al acabar la tercera sus compañeros no le encuentran en la cena, ni en la habitación… Inician su búsqueda por todo Alcoy, hasta que le encuentran en un bar. ¡El capitán, totalmente hundido, estaba meditando su abandono para siempre del ajedrez! Afortunadamente, entre Juan Pedro, Angel ,Juan Rafael y el delegado Sarrautte lograron consolarle.

En 1966 Fernando Sagaseta consiguió la excarcelación y los viejos amigos disputaron el provincial, como recuperando aquellos enfrentamientos del club universitario y el parque San Telmo. Parecía que esta vez Pedro iba a ser campeón provincial, curiosamente ninguno de los dos lo había conseguido hasta ahora; pero en un impresionante “sprint” final el abogado le superó y se proclamó campeón, con Lezcano nuevamente subcampeón. Lo más relevante es que ambos acudieron al campeonato por equipos en Bilbao. El Sagaseta que había salido de la cárcel estaba abandonando la indumentaria burguesa, y se negaba a usar corbata en el rancio Casino bilbaíno, lo que dio lugar a situaciones divertidas. Fernando y Pedro formaban una pareja curiosa, de personalidad muy diferente, vehemente y agresiva la de Sagaseta, calmada y reflexiva la de Lezcano… Sagaseta atacaba sin freno y perdía o ganaba también sin freno, mientras Pedro meneaba la cabeza: “Jugamos románticamente y perdimos románticamente muchas partidas”.

En 1966 se produjeron sin embargo los desagradables sucesos del Consejo de guerra contra el sobrino de Sagaseta (el joven periodista Salvador Sagaseta) y el poeta, por la publicación de un poema pacifista de Pedro en la prensa local. Las condenas y el posterior indulto a Pedro y la prisión de Salvador distanció a los dos amigos del ajedrez por unos años, y por otro lado, afectó visiblemente a la calma interior del poeta, que casi dejó de escribir, y no compitió con el mismo nivel en el ajedrez. En 1967 ni siquiera participó en el campeonato de España por equipos que tanta ilusión le hacía, y en el provincial, al que tenía derecho dada su condición de preferente (apenas 6 o 7 jugadores tenían esa categoría máxima) lo hizo de forma errática, perdiendo por ejemplo en pocas jugadas con el buen jugador de primera Francisco Román Páez:


Una característica de Pedro era su cierta fragilidad moral, le afectaban los problemas más que a otros, e incluso en el tablero, cuando se sentía inferior no luchaba por evitar la derrota e incluso abandonaba prematuramente.


Juan Pedro Dominguez el bastión canario en el campeonato de 1964

Afortunadamente los problemas judiciales terminaron y en 1968 Pedro se reincorporó a la actividad ajedrecística, asumiendo la condición de seleccionador provincial ante la dimisión de Germán Pírez. En estos años el ajedrez se había reforzado con nuevos valores, no sólo Blas Rodríguez, sino también Juan Rafael Betancort y Angel Fernández. Ya había un buen plantel de jugadores y nuevamente tocaba eliminar a Tenerife para ganar la plaza del campeonato de España por equipos, y nuevamente se consiguió. Se había inaugurado el club de ajedrez de la Caja de Ahorros ya, y se iniciaba el despegue del ajedrez grancanario a nivel nacional e internacional, en el que Pedro colaboraría básicamente como organizador y preparador, y como jugador de los torneos por equipos, donde acude prácticamente año tras año, siendo siempre un valor sólido del equipo Caja de Ahorros recién creado.


En Lanjaron Lezcano no participó por los problemas del Consejo de Guerra

Pedro pudo reincorporarse al equipo en 1968 en Murcia


La Federación le comisiona también como profesor de los nuevos valores escolares de Arucas, donde imparte lecciones entre otros al futuro campeón de España José García Padrón:

-Pedro Lezcano tenía un carácter tranquilo y muy caballeroso siempre, era profesor de ajedrez nuestro, de los de Arucas, designado por la Federación. Me acuerdo que a nosotros, en aquellos primeros años, como sucede siempre cuando uno empieza que eres un táctico, nos iban las aperturas abiertas, el ataque. Y él llegó con unas hojas en papel cebolla donde había apuntado una apertura cerrada, nos la pasó uno a uno y nos dijo "Esta es una buena apertura, la Cambridge-Springs, es buena para no perder, apréndanla". Nosotros pusimos aquello en el tablero y no nos gustó nada: "¡Pero esto es una porquería, sólo da tablas!". El quería enseñarnos el juego posicional, era muy metódico, una persona muy entrañable también.

En 1969 la llegada de Augusto Menvielle al ajedrez insular revolucionó su nivel, y los provinciales se hacían muy duros: por un lado la vieja guardia, de la que Lezcano era ya un claro representante, por otra los nuevos valores, y ahora también el veterano Menvielle, olímpico y varias veces a las puertas del título de campeón de España. Lezcano se batió bien sin embargo en estos provinciales, quedando en la zona media-alta en el de 1969 y subcampeón en 1970, defendiendo con facilidad su categoría de preferente. De hecho con su estilo posicional era de los que más problemas planteaba al campeón Menvielle.

Veamos algunas partidas de este provincial de 1969:

Lezcano-Román provincial 1969




En 1969 el G.M. Bent Larsen realizó su primera visita a Las Palmas, comenzando lo que fue la internacionalización de nuestro ajedrez. Un hecho singular fue la victoria de Pedro en simultánea contra el mítico. Pedro comentó la partida en prensa local.





Década de los 70.-

Los años 70, en el pleno “boom” del ajedrez grancanario, Pedro Lezcano estuvo muy activo en el ajedrez, continuando a la vez con su vida privada, sus múltiples aficiones, el mar –sus problemas respiratorios por el tabaquismo le obligaron a cambiar el buceo por la pesca de superficie-, la micología, por supuesto su obra literaria, su familia, y la imprenta y la librería abierta en el paseo de Tomás Morales, donde por cierto yo compré varios de mis primeros libros de ajedrez en esos años 1973-74. Pedro tenía siempre una pequeña pero cuidada sección de ajedrez con libros de la colección Escaques y otros.

Ya era el único de los veteranos de primera línea, una vez prácticamente retirados Pírez o Sagaseta. Como demuestra su superioridad sobre el "mariscal" Pírez en esta escasa participación de Germán en el Social del Círculo Mercantil 1970:

Pírez-Lezcano social Mercantil 1970

Pedro participó en el ajedrez a todos los niveles, redactor de la primera Cartilla Escolar de España; director de la revista Ajedrez Canario entre 1971 y 1977, cuando pese a que era ya una revista autofinanciada, la editorial, la Caja Insular de Ahorros, obligó al cierre tras el cese de Marrero Portugués como director de la entidad financiera: No sólo era preciso acabar con el hombre, sino también con su obra; docente de los escolares, en estos años de despegue de las Campañas Escolares en la isla; seleccionador… Y también jugador en torneos locales como el provincial, donde mantenía la preciada categoría de preferente, e integrante del poderoso Club Caja de Ahorros, con el que acudió a muchos campeonatos de España e incluso a una entusiasta gira europea por Alemania y otros países.

El reverso de la medalla es que la obtención de ingresos en la Federación acabó con el ajedrez “amateur” que le gustaba practicar, sin presión. No sólo porque tenía que dedicar tiempo a las labores de organización y docencia, sino porque ahora, como jugador, se exigían resultados. Y la competencia iba subiendo de año en año: su antiguo alumno aruquense José García Padrón ya era más fuerte que él, también le hacía frente  José Miguel Fraguela, campeón de España en 1975, y por supuesto los valores locales o llegados de la península, Menvielle, Valcárcel, Angel Fernández, Juan Pedro Domínguez, y luego incluso Visier o por un solo año, Ricardo Calvo… Sin contar con los extranjeros que recalaron en la isla, como el argentino Debarnot o el francés Huguet. Incluso los nuevos juveniles como Sergio Cabrera, Octavio Pérez, o los hermanos de José García Padrón. Y no me añado yo, ya que ¡en la única partida que jugamos me derrotó!. El dominio que había ejercido en las décadas anteriores había terminado, y no le parecía mal, pues eso significaba, como él mismo declaró, que la labor previa había dado sus frutos. Aún así, Pedro mantuvo su prestigio, era el  único jugador de los años 40 que se mantenía entre los 10 o 12 primeros de nuestro ajedrez, y era muy rara una mala actuación suya, si bien ya en los resultados difícilmente aparecía en los primeros puestos.


Pedro Lezcano colaboró en el match Larsen-Ulhmann a todos los niveles incluida la cartelería


     Pedro colaboró con devoción, al igual que había hecho con el Campeonato de España de 1964, en el match de Candidatos Larsen-Ulhmann jugado en Las Palmas en 1971, y en simultáneas logró batir también al maestro alemán, como dos años antes había vencido a Larsen. Luego colaboró con los torneos internacionales que se iniciaron en 1972 y alcanzaron hasta 1983. En estos empeños echaba de menos a su hermano Ricardo, que proseguía en la península por razones laborales, a pesar de su amor por Canarias.

Ulhmann-Lezcano simultáneas 1971

Pero Pedro disfrutaba sobre todo en los campeonatos por equipos nacionales, donde continuó acudiendo regularmente; generalmente se desplazaba en unión de su esposa Carmen, y a veces podía reecontrarse con su hermano Ricardo. En Igualada (1971) formó parte del club de la Caja que se proclamó por primera vez subcampeón de España y redactó crónicas entusiastas para la prensa local. A los jugadores les acompañaba el lanzaroteño Antonio López Suárez e incluso una mascota. El lugar de juego era un poco lúgubre, aislado de la población y durante las partidas a veces se desancadenaron tormentas…




Pero, aunque era un veterano respetado, a partir de 1972 hubo de iniciar un trasiego por los otros equipos que colocaba Gran Canaria en el ajedrez nacional: El Enroque y el Grand Macnish. Y es que con la sucesiva incorporación de Menvielle, Visier o Calvo al equipo de la Caja, más el apoyo de jugadores que pertenecían a la plantilla laboral de la Caja, como Angel Fernández o Juan Rafael Betancort, Domínguez o Lezcano empezaron a quedarse sin sitio de titular en el club Caja. Así que Pedro formó en los citados equipos  e incluso a partir de 1976 en otro nuevo, el Condal, financiado por Eufemiano Fuentes, al que yo mismo pertenecí. Fue un orgullo para mí compartir expedición en Alicante 1977 y Centelles 1978 con Pedro, aunque ya habían llegado las vacas flacas y no pudimos evitar que el equipo descendiera y desapareciera en 1979. Con el Grand Macnish se anotó Pedro una de sus victorias más celebradas contra el M.I. Román Torán.  

Lezcano-Torán equipos nacional 1973

Pedro continuó participando en equipos hasta 1981, retornando al equipo del Caja, una vez que empezó “la fuga de cerebros” ante las dificultades de financiación del ajedrez grancanario y la dimisión de Marrero Portugués en 1979.




Ultima participación de Lezcano en campeonatos por equipos de España en 1981


Veamos dos partidas de estos años, una victoria en 1975 y una derrota en 1981.

Lezcano-Francisco Sanz 1975 equipos nacional


Mora-Lezcano equipos nacional 1981

A fines de los 70 también intervino por primera y única vez en un Internacional, en Maspalomas, en el hotel Tamarindo. Pero Pedro trabajaba por las mañanas en Las Palmas y entre eso y la dureza del plantel no pudo evitar quedar en los últimos puestos.


En el plano local, aparte de continuar con su entusiasta dirección de la selección grancanaria hasta su disolución hacia 1974, en los 70 Lezcano se desempeñó con éxito en su sólido estilo en los campeonatos provinciales, donde siempre quedaba en la mitad alta de la tabla, manteniendo su categoría de preferente. No obstante, en el provincial de 1975 sucedieron incidentes desagradables con la publicación de una crónica en el periódico local Eco de Canarias bajo pseudónimo de Columna abierta; quien redactaba las crónicas era precisamente un poeta amigo de Lezcano, Antonio García Ysabal, y venía a sugerir que los veteranos hacían piña para evitar que los juveniles se alzaran con los premios. Esa infamia motivó una dura réplica en prensa de Lezcano, acompañada de las firmas de todos los jugadores, incluidos los juveniles, y causó la renuncia de García Ysabal a continuar con sus crónicas. Era en realidad el primer ataque de la naciente oposición a la Federación de Marrero Portugués, con la que Pedro, a pesar de sus distancias ideológicas, estaba alineado. Los incidentes se reproducirían con mayor belicosidad en los años 80.



Veamos algunas partidas suyas individuales de este tiempo, de provinciales, el Social de la Caja de Ahorros, etc.

Lezcano-Valcarcel provincial 1971

Betancort-Lezcano Social Caja 1971


Lezcano-Dominguez (Provincial 1972)

Ortega-Lezcano Provincial 1975



Lezcano-José García Padrón Provincial 1975


Lezcano-Valcarcel regional canarias 1970


La revista Ajedrez Canario en los años 70 tuvo como Director a Pedro Lezcano

En el III y último artículo de esta serie abordaremos las últimas décadas de la vida del poeta en el ajedrez, entre 1980 y su muerte en 2002, así como su huella posterior.

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