viernes, 12 de agosto de 2022

Ricardo Calvo en Las Palmas 1973 y apuntes biográficos. Nuevo artículo. Ajedrez canario y nacional

 

Ricardo Calvo, médico, ajedrecista (1943-2002). Texto complementario sobre apuntes biográficos y de su estancia en Las Palmas.

Ricardo Moyano agosto 2022.

1. Introducción.

A la vista de nuevos datos sobre la vida de Ricardo Calvo me decido a ampliar mi texto anterior sobre su figura con este artículo complementario.









Calvo visita en Mallorca a su esposa e hijos cuando ya había marchado a Madrid

El joven Calvo

Los años felices del matrimonio, probablemente 1973 en Las Palmas


 En la panoplia de los jugadores hispanos de ajedrez, no debe haber muchas personalidades de la complejidad poliédrica que envuelve a la figura del doctor Ricardo Calvo (1943-2002). Prematuramente desaparecido a los 58 años, su talento, formación cultural, polifacetismo, pero también su arriscada personalidad contestataria y rebelde, lo hacen difícilmente encasillable. Se le admiraba, tuvo algunos grandes pero pocos amigos; y se granjeó también numerosos y poderosos enemigos. Fue sin duda uno de los mejores jugadores españoles en las décadas de los 60 y 70, pero su dedicación a la medicina y otros quehaceres y su indolencia natural para el estudio técnico limitaron su titulación a la categoría de Maestro Internacional, aunque sus cualidades innatas hubieran dado para mucho más -sin ir más lejos, el notario Jesús Díez del Corral consiguió el título de GM-. 

Ricardo Calvo fue un espíritu libre que prefirió desplegar   sus cualidades en muchas direcciones: de vasta cultura, fue dermatólogo especialista europeo en lepra, y también periodista de ajedrez, escritor, investigador del ajedrez medieval, traductor, políglota… Pedro Lezcano le definiría con justicia en su paso por Las Palmas en  1973, al dedicarle un poema, como “un humanista”; ciertamente fue un verdadero hombre del renacimiento, al que su difícil trato personal y su querencia por la polémica y por nadar contracorriente enajenó un mayor reconocimiento público.

 

  El propósito de este artículo no es desde luego desarrollar un estudio completo de la biografía de Ricardo Calvo Míguez, que se escapa de mis posibilidades. Aquí me centro básicamente en las tres visitas a Las Palmas de las que tengo constancia, y en el año que pasó viviendo esta ciudad durante 1973, con 30 años, período en que consiguiera el título de Maestro Internacional además de coadyuvar al primer título de campeones de España por equipos logrado por un equipo canario, como primer tablero del Caja de Ahorros de Las Palmas.

No obstante, facilito algunos datos biográficos anteriores y posteriores a este momento, basándome en informaciones de su viuda Carmen Pérez y de su hermana mayor Natividad que serán buenos para ubicar el entonces joven médico en su contexto vital.

        El paso de Calvo por Canarias fue el de un cometa tan brillante como fugaz. En algunos aspectos fue un precedente de lo que supondría luego la residencia del GM Bent Larsen en Las Palmas y su fichaje por el equipo del Caja, precisamente para suplir la marcha de Calvo. Los dos eran carismáticos, dicharacheros, cultos… Pero la brevedad de la etapa de Calvo, su difícil trato, su carácter de jugador aficionado, hacen que la comparación no pueda llevarse más allá.  

        Cuando Calvo deja Canarias en enero de 1974, no contaba mucho más amigos que los que ya tenía previamente: Angelito Fernández, al que había conocido en Alcoy en 1965, y Fernando Visier, jugador castellano y campeón de España que estaba afincado por entonces en Las Palmas, integrante también del equipo del Caja. Se fue muy enfrentado en cambio a los estamentos federativos locales, precedente a su vez de lo que le sucedería luego en sus lucha a muerte con la Federación nacional y posteriormente con la internacional, hasta llegar a ser declarado “persona non grata” por ésta, en una decisión insólita. 


            2. Infancia y juventud de Ricardo Calvo.-  


        Ricardo Calvo Míguez nació el 22 de octubre de 1943 en Alcoy (Alicante), en el seno de una familia muy numerosa, llegaron a ser diez hermanos. Su hermana mayor Nati narra en un texto sus primeros años, añadiendo su viuda Carmen Pérez algunos datos: "Era muy rubito y con cara de niño bueno. Mi padre Ricardo se desesperaba, pues le hubiera gustado que fuera más movido. Sin embargo, era debilucho, tuvo varios problemas intestinales. Papá quería que jugara fútbol, y a él no le gustaban los deportes, pero tanto insistió que se apuntó a un equipo del colegio. Mi padre acudió con mucha ilusión a ver el partido en que iba a jugar, y se desencantó porque Ricardo no hizo más que correr para todas partes, sin tocar balón en ningún momento. Mi padre ya no le insistió más con el deporte". "(Carmen): Hasta el punto de que para salir al campo se había puesto la camiseta encima de la ropa de calle, no le gustaba nada el fútbol".


"Ricardo era la lumbrera de la familia, el más inteligente, pero... también el que se rodeaba siempre de los menos recomendables, y su inteligencia la aprovechaba para hacer maldades y travesuras. Un día le riñeron por alguna trastada, y se fue con Rosa, que era a la vez su confidente y su víctima, andando hasta Alcoy desde Jalance, donde veraneábamos algunos años. A Rosa le dio miedo y se volvió a casa, pero Ricardo no aparecía y toda la familia se volvió loca buscándole. Se llevó una gran riña. Más tarde tuvo una temporada de reposo, y como se aburría mi padre le enseñó a jugar al ajedrez, le encantó y se apuntó al club de ajedrez Alcoy, y ya en el primer torneo, compitiendo con los de su edad, ganó. Dado su potencial le animaron a que fuera a Alicante a jugar los provinciales, acudió y también ganó. Fue una gran alegría para la familia".


En efecto, desde 1958 Ricardo Calvo estaba disputando los torneos de la categoría en Alicante, jugando también por equipos, hasta proclamarse campeón provincial. Más tarde, al irse a vivir a Valencia para cursar estudios de medicina, también se proclamaría campeón regional de Valencia.


    Y Ricardo no solo destacó en el plano local, pues ya en 1960 fue  campeón de España escolar, y en 1961 fue el primer campeón juvenil español "sub 20". Hasta ese momento la Federación nacional consideraba cubierto el ajedrez infantil y juvenil con  esos torneos escolares, pero el Campeonato juvenil mundial había comenzado a disputarse cada dos años, y estaba abierto a jugadores "sub 20" (los escolares eran solo "sub 16"), y sin que se precisara proceder de la vida escolar. Por ello, la FEDA pensó en organizar un campeonato juvenil nacional "sub 20", de modo que el vencedor acudiera a los mundiales. La primera edición fue preliminar, pues consistió en un pequeño torneo de liga en Madrid entre ocho jugadores elegidos por su actuación en el campeonato escolar o por las federaciones directamente. Para algunos el favorito parecía el sevillano Ernesto Palacios, que estaba más rodado que Calvo, y había sido cuarto en una semifinal del campeonato de España previa, pero se impuso el alicantino con 6,5 puntos sobre un total de 7, obteniendo dos puntos más que los segundos clasificados. La revista “El ajedrez español” narra la actuación de Calvo: "La brillante trayectoria del vencedor, el alcoyano Ricardo Calvo, Ie situó desde pleno comienzo como el principal favorito. Tras su victoria en el Campeonato Escolar del año pasado, el joven Calvo -de diecisiete años- logró proclamarse carnpeón de Ia provincia de Alicante, en lucha ya oficial y con los mayores. Este año, residiendo en Valencia por sus estudios, obtuvo el título regional valenciano, confirmando sus excelentes condiciones, corno gran promesa del ajedrez patrio".

    


 Tras este éxito rotundo, el joven Calvo debía disputar el campeonato mundial, que se jugaba en La Haya (Holanda). Volvemos al texto de su hermana Nati: "Mi padre estaba entusiasmado con el éxito de Ricardo, pero no veía con quien podía ir Ricardo a Holanda, llamó a Mr. Lommer que era el árbitro, y que iba con su esposa; se hicieron amigos y Ricardo pudo viajar con el árbitro. Por las noches mi padre ponía las radios extranjeras en español, y una noche se sorprendió de que Radio Hilversum emitía una charla con Ricardo, así que toda la familia escuchamos el programa muy emocionados. Como agradecimiento mi padre invitó al matrimonio Lommer a casa en Alcoy, y se lo pasaron muy bien con el ambiente festivo de la familia".


    La actuación de Calvo en el mundial juvenil fue buena, quedando séptimo -campeón fue Bruno Parma seguido de Florin Gheorghiu-, aunque quedó lastrado por su mal comienzo. Consiguió no obstante el premio de belleza por su triunfo sobre Westerinen. Su brillante estilo le granjearía bastantes premios de este tipo a lo largo de su carrera.

Leamos de nuevo la revista “El Ajedrez español”: "En La Haya finalizó el pasado mes de septiembre el Campeonato Mundial Juvenil,  competición que organiza -cada dos años la Federación Internacional , y que está reservada a jugadores menores de veinte años. Veintinueve jugadores, representando a 28 países, se dieron cita en la ciudad holandesa, -disputándose las semifinales en cuatro grupos, de los cuales los tres primeros clasificados pasaban a la fase final. Después de destacada actuación en las preliminares, el representante español, Ricardo Calvo, campeón de Valencia, aunque nacido en Alcoy, logró clasificarse en el segundo puesto de su grupo, llegando a la fase decisiva. En la gran final tuvo Calvo mal comienzo, perdiendo con Nagy una partida que tuvo muy favorable, y en la que rechazó el empate, y luego con Parma y Georghiu, lo cual desanimó a nuestro jugador, quien tras diversas alternativas se clasificó en el séptimo puesto”. 


        A partir de aquí Ricardo empezó a despuntar en el ajedrez, pero lo combinaba con los estudios universitarios. Nunca se planteó ser un jugador profesional. Como digo, se marchó a Valencia para estudiar medicina, y se incorporó al ajedrez valenciano, siendo campeón regional, aunque sin olvidar nunca su procedencia alcoyana: más tarde sería el mayor puntal del C.A. Alcoy disputando  con dicho equipo varios campeonatos de España.

         Sigue el relato de su hermana: "Empezó a estudiar medicina en Valencia... vivía en un colegio mayor... pero era tan vago como inteligente, y empezó a tener problemas en el colegio. Ya que empezó a juntarse con amigos poco recomendables, y era muy contestatario y reivindicativo. Un día no se presentó al examen de doctorado, porque no tenía ganas de levantarse, lo mismo le sucedió para las pruebas físicas de la milicia universitaria".


            Calvo combina sus estudios con el ajedrez. Medicina y ajedrez son sus dos pasiones, como él diría siempre.  Comentaría en una entrevista de 1987 que nunca tuvo apoyo federativo, y que al empezar los estudios de medicina tuvo que dejar la competición, que luego retomaría, combinando como podía ajedrez y estudio.

            No se prodiga Calvo desde luego en los torneos oficiales de la FEDA, pero sí juega algunos  selectos como el Costa del Sol de 1962, donde da la sorpresa para ser un aficionado: queda hacia la mitad de la tabla, en séptimo lugar de once participantes, y 5.5 puntos, siendo la revelación del torneo. De nuevo además obtiene el premio de belleza por su victoria sobre Langeweb. 

        No sería Calvo, por sus estudios, muy habitual de los campeonatos individuales de España, pero en sus contadas participaciones de estos años queda siempre muy arriba: En 1963 en su bautismo en el absoluto obtiene un magnífico tercer puesto -Pomar se impondría en el torneo-Juega también fuera de España, en Hamburgo -iniciando su larga relación con el país teutón-, la Copa Clare Bennedict de 1964, etc. Realmente, andando los años Calvo remarcaría que jugaba a menudo más fuera de España que en su país natal, atribuyéndolo a su distanciamiento con las autoridades federativas.

        En 1965, de nuevo defendiendo una vez más por equipos los colores del C.A. Alcoy, fue cuando conoció  a quien iba a ser su mejor amigo “canario”, o “astur-canario”, Angel Fernández. Y es que en este año jugó por primera vez una selección de Las Palmas el campeonato de España por equipos, precisamente en la localidad alcoyana. Ricardo y Angel (1942), casi de la misma edad, estaban llamados a entenderse, pues compartían en gran medida el modo de ser: inquietos, creativos, individualistas. Eso sí, el carácter de Ricardo era mucho más áspero que el de Angel, pero quizá eso les hacía complementarse mejor. La amistad duraría ya hasta la muerte de Angel en 1999, aún más joven que Ricardo, que fallecería igualmente de forma prematura, y también por cáncer, en 2002.

            Calvo iba subiendo de nivel continuamente, y sería olímpico en cinco ocasiones. La primera vez fue muy feliz para él, en La Habana 1966. En esta olimpiada el propio Fidel Castro se fotografió con Calvo y le hizo un regalo. Obtiene además allí Calvo una victoria resonante, al vencer al soviético Victor Korchnoi, que no debió calibrar la fuerza de un jugador que por ser simplemente no profesional carecía de título internacional. Ricardo siempre estaría orgulloso de esa victoria. Más tarde, una vez que Calvo consiguiera el títuio de M.I., Korchnoi diría que por fin había encontrado un jugador de esa titulación que era realmente fuerte.

        Calvo, a estas alturas, era ya desde luego uno de los mejores jugares españoles, pese a que seguía siendo un aficionado, y nuevamente juega las olimpiadas de 1968 y 1970. Y en ese año, 1970, Calvo disputa  por segunda vez el campeonato individual de España, en Llarenes (Asturias), donde queda subcampeón esta vez, tras precisamente el sevillano Palacios, invirtiendo el orden del juvenil de 1961. Allí compartió piso con los madrileños Visier y con J.A. Valcárcel, éste ya afincado en Las Palmas. Valcárcel recordaba las fiestas donde Visier y Calvo tocaban la guitarra y cantaban canciones como Hasta siempre comandante. Y es que Calvo, que tenía una voz grave y profunda, era un gran cantante.

            Sería éste el mejor puesto obtenido por Calvo en el torneo nacional, pues en su retorno en 1977 y años posteriores, su dedicación laboral y el paulatino abandono del tablero no le permitiría ya brillar en el podio.

        En lo profesional, acabada la carrera de medicina, realiza estudios de postgrado en Alemania.  Calvo tiene ya una sólida formación académica y habla perfectamente inglés y alemán. Su conexión con Alemania, que será permanente, quedará puesta de manifiesto en su traducción del libro Lucha, del ex campeón mundial Lasker, de significativo título, en el que hace además un estudio preliminar para su edición en español -Años más tarde jugaría la liga por equipos del país germano-.

        Pero ahora, estamos a comienzos de los 70, ha fichado ahora por el poderoso club madrileño Schweppes, de Román Torán, que se proclama campeón de España varias veces seguidas. 

            La escuadra madrileña era el equipo a batir por el Caja de Las Palmas, que había quedado subcampeón en 1971 y 1972. Y la figura de Calvo no había pasado desapercibida para los federativos locales. En el Caja milita precisamente su amigo Angel Fernández, campeón de España en 1967, Y fue en 1972 cuando, al parecer en la Olimpiada de Skopje de 1972 donde se produjo la oferta para que se residenciara en Las Palmas con un buen puesto como médico en un hospital del Cabildo Insular de Gran Canaria, y por supuesto, ello entrañaba fichar por el Caja como primer tablero para intentar dar el asalto al título nacional. En esa Olimpiada, por cierto, Calvo no figuraba como jugador sino como analista y capitán del equipo, por no haber disputado los campeonatos individuales nacionales.

            Calvo aceptó la oferta y realizó el viaje a Las Palmas en barco a principios de 1973. Pero no llegó solo. Se había casado con una joven vasca, Carmen Pérez, que había conocido en Alemania donde Calvo estaba trabajando por entonces. Llega el matrimonio a Las Palmas en plena luna de miel, con 30 años, con un  Calvo en pleno crecimiento de su fuerza ajedrecística y de su desarrollo profesional como médico. Se había especializado en dermatología y en concreto en los estudios sobre la lepra.

    -(Carmen Pérez): Nos conocimos en Aachen, Aquisgrán; Ricardo trabajaba en unos laboratorios, en  Grünental-Stolberg-, empresa farmacológica que fabricó la Talidomida, "Contergan" en alemán. Hubo un juicio, en el que se comprobó que pese a sus problemas, era efectiva en leproreacciones, y Ricardo llevaba esa investigación, dentro de sus estudios sobre la lepra. Yo trabajaba allí como profesora. Creo que fue en la Olimpiada de Skopje de 1972 donde a Ricardo los ajedrecistas canarios le ofrecieron ir al equipo de Las Palmas y que podría trabajar en la leprosería que había allí y podría mantener el contacto con Alemania. Esto no se confirmó, y trabajó realmente en el Hospital Inglés en la Avda. de Escaleritas.

       

        Durante su estancia en Las Palmas profundizó en su amistad con Angel Fernández. Quedaban a menudo, iban a bares que conocia Angel, veían las estrellas desde el telescopio que Angel tenía en su vivienda del barrio de Escaleritas, hablaban de filosofía, de cualquier tema… y por supuesto jugaban al ajedrez. Sin duda, dentro de esa amistad, Angel, que tendía a mimetizarse con los demás, profesaba al joven médico también admiración, por sus logros personales y por su trayectoria en ajedrez. Pronto incluso empezaría a copiar su aspecto físico, cuando Calvo se dejó una espesa barba, que Angel adoptaría pocos años después, o a comprar una furgoneta con camas como la que tenía también Calvo. Eso sí, en este aspecto contracultural Angel llegaría más lejos, pues vivió dos años en plena bohemia atravesando europa y viviendo casi como un Robinson Crusoe en la isla de Fuerteventura, donde confeccionaba piezas de ajedrez con cañas y vivía de lo que él mismo pescaba con su esposa Inma y su pequeño hijo.

        Pero no nos apartemos de Calvo, y continuemos con el relato de la hermana de Ricardo: "Era el protector de los borrachines, una vez le regaló una gabardina a uno. Y muy reivindicativo. Se peleó con el director en su primer trabajo en Fontilles, y tuvo que salir escoltado por la guardia civil. Siempre traía gente rara a casa. Compañeros de fiestas, ajedrecistas... Una vez trajo a un leproso, que ya estaba curado. Se hizo amigo de un tal Molina, que era asocial, y cuando trabajó después en Cáceres contrató a otra persona de mayordomo que era también extraña" "(Carmen) Sí, el de Cáceres fue alguien que conoció allí, se llamaba Florencio; ese Molina  afortunadamente acabó yéndose a suramérica". 

Nunca se apeó Calvo de este modo de ser rebelde, antes al contrario, se fue agravando con el tiempo. El propio Calvo resumía en una entrevista de 1987 las condiciones de un ajedrecista, en lo que parecía ser un retrato robot de sí mismo: "Huraño, introvertido, con fuertes dosis de agresividad, de escasas y sentenciosas palabras, y dificultad para la interacción social". 

3. "Fichaje" de Ricardo Calvo por el club Caja de Ahorros de Las Palmas.-


               Como dije, parece ser que Calvo fue captado para el ajedrez canario en la olimpiada de 1972. En  ese año estaba desarrollando una temporada espléndida, quedando en el internacional de Mallorca a medio punto de la norma de M.I. y venciendo al G.M. soviético Averbach.   Estaba llamando a las puerta del título internacional, y sin duda si para Las Palmas Calvo era una pieza esencial para la conquista del campeonato de España por equipos, para él suponía un trampolín para su objetivo, conseguir el título de MI, que por entonces tenían muy pocos en España. Para ello contaba con participar en el II Internacional de Las Palmas que se celebraría en primavera de 1973 y en el inmediato I Internacional de Arrecife. Claro está que para acceder al Internacional de Las Palmas era preciso que obtuviera una de las dos primeras plazas en el campeonato provincial de Las Palmas que daban el acceso. Calvo no tendría problema alguno, y ganaría de calle el provincial, como ya había hecho en Alicante y Valencia, cediendo unas solas tablas como explico en el artículo anterior sobre el joven médico.

 

        Por tanto, la tarea de Calvo consistía en jugar el provincial, los dos torneos internacionales, y competir como primer tablero con el equipo del Caja de Ahorros de Las Palmas. Todo salió a pedir de boca, si no en lo laboral, como ya he dicho, sí en lo ajedrecístico.


                 En el muelle, enero de 1973, le esperaban con los brazos abiertos todas las fuerzas vivas de nuestro ajedrez. Entrevistado por el cronista del ajedrez Andrés Armas Suárez, declaró que su objetivo era luchar por el título de M.I., y que quería combinar el ajedrez con su profesión médica, y por supuesto se incorporaba de inmediato a la disciplina del club Caja. Con Menvielle, Visier, Angel Fernández, Betancort... Calvo completaba una plantilla de muchos quilates. Tantos, que al estar vinculados todos ellos excepto Menvielle laboralmente a la entidad financiera, Domínguez o Pedro Lezcano tuvieron que buscar refugio en otros equipos grancanarios. No era excesivo problema, pues Las Palmas tenía jugadores suficientes para colocar dos o tres equipos en la categoría nacional, en esos años.

               -(Andrés Armas): Sí, le entrevisté nada más llegar al puerto de la Luz. Calvo, políglota, culto, bien trajeado, impresionaba con su presencia y su mirada inteligente, esas grandes gafas y su grave voz.  El lado malo era su difícil carácter. 


            Inma Almenara la que sería esposa de Angel Fernández años después, recuerda a Ricardo Calvo:


                -Angel siempre fue muy amigo de Ricardo Calvo, hasta su muerte. Ellos ya se conocían de antes de que yo conociera a Angel, y cuando yo le conocí y empecé a salir con él Ricardo Calvo ya no vivía en Las Palmas.  Pero, aunque se había marchado, Ricardo llamaba a Angel casi a diario, y se pasaban horas hablando en la noche. También me aconsejaba continuamente sobre mi embarazo, como médico que era, y tanto me llamaba, que acabé poniéndole Ricardo a mi hijo, en homenaje a él. Luego nos vimos las dos parejas, en la península, o cuando él venía a Las Palmas. Y Ricardo se portó maravillosamente cuando mi esposo falleció en 1999.

Volviendo a la llegada de Calvo a Las Palmas, comenta su esposa Carmen:

        -Ricardo aceptó la oferta de la federación. Así que decidimos casarnos a fines de 1972 y trasladarnos a Las Palmas en barco, sí, en plena luna de miel. Era enero de 1973. De Las Palmas recuerdo lo bien que nos acogieron en el entorno de los ajedrecistas. Vivimos primero en el edificio Guayarmina, en la avenida Juan XXIII, después en Ciudad Jardín. Fue un año magnífico. Ricardo jugó el torneo Internacional en el Hotel Santa Catalina, recuerdo todo, la clausura, el haber acompañado a Tigran Petrosian a comprar ropa barata para su familia, a Oscar Panno, a Liubojevic etc., también la bonita sede del equipo Caja en el club de ajedrez, muy cerca de donde vivíamos al principio, por supuesto a todos los organizadores y ajedrecistas canarios, no paso a nombrarlos por si me dejo alguno, también recuerdo a José María González el fundador de la revista Jaque, que acudía a los torneos. Un sinfín de recuerdos. Conservo la preciosa mantelería de bordado canario que me regalaron. ¡Gracias a todos!.


-Se conservan las partidas que jugó Ricardo en los internacionales y algunas por equipos, pero el resto se han perdido... 


-Las partidas él no las conservaba, las arrugaba y las dejaba en los bolsillos. Lo que tengo son algunos trofeos, y muchas fotos. Tengo sus fotos desde que era niño. 

-El matrimonio terminó más tarde...

-Nos fuimos a Mallorca en enero de 1974, también en barco, y allí él siguió trabajando como médico. Tuvimos tres hijos, pero pasado mucho tiempo, nos separamos. Yo soy amante de la vida sana y familiar y él lo era de la vida nocturna y sus consecuencias. No era una ruptura definitiva, en ese instante; el venía a Palma a vernos, y nosotros, mis tres hijos y yo, íbamos también a menudo a Madrid, donde él se trasladó. Teníamos buena relación, y se podría haber arreglado todo, hasta que inició una relación con Carmen Romeo Pérez, a la que yo conocía desde antes de casarnos. Ellos, eso sí, nunca se casaron. Yo soy la viuda de Ricardo Calvo y la madre de sus hijos.

Para la actividad ajedrecística en 1973 en Las Palmas, me remito al artículo inicial de este mismo blog. Como ya digo en él, Calvo ganó con insultante autoridad el provincial de Las Palmas y ganó por derecho propio una de las dos plazas del internacional. Un provincial en que su amigo Angel, que atravesaba unos años de crisis, jugó tan mal que perdió la categoría. Luego Ricardo brilló en el internacional, obteniendo norma de MI y casi la de GM, y ganando de forma espectacular a varios grandes maestros. Posteriormente disputó el I Internacional de Lanzarote, donde con mayores apuros logró la segunda norma de MI y con ello el título. Posteriormente acudió a la copa Clare Bennedict en el equipo español, y al campeonato de España por equipos con el Caja de Las Palmas, como primer tablero, consiguiendo el título nacional.



                4.- Despedida en silencio y en conflicto.-

                Pese a todos los parabienes y éxitos, en el otoño se produjo el silencio, Calvo sólo jugó en diciembre el internacional de Madrid, con resultados más discretos.  Y en enero de 1974, abandonó Las Palmas. 

            En lo ajedrecístico el año había sido magnífico. Pero no tanto en lo laboral. Ricardo trabajaba como médico en Las Palmas, pero no en el puesto que le habían asegurado en la leprosería, al menos no como plaza fija. No es que los federativos engañaran a Calvo, sino que, de forma algo negligente, no se informaron bien de la situación de la plaza vacante en la leprosería. Pensaron que podría cubrirse por adjudicación directa, pero un médico impugnó el nombramiento, que exigía su cobertura por oposición. Como consecuencia, Calvo hubo de cesar, y la federación le buscó un trabajo alternativo en el Hospital Inglés, pero que no garantizaba la estabilidad. Calvo al parecer se sintió muy decepcionado con lo sucedido, como cuenta la viuda de Angel Fernández y el cronista Andrés Armas. La esposa de Ricardo, en cambio, no tiene constancia de ese malestar.

    -(Inma Almenara): Por lo que supe se había ido decepcionado, diciendo que la Federación no había cumplido sus promesas laborales.

    -(Andrés Armas): Al final la propuesta laboral se torció y estaba molesto. Y eso que Marrero Portugués le consiguió trabajos temporales en el Hotel inglés y otros sitios. Pero en 1974 se marchó, y su presencia en el ajedrez grancanario fue efímera. Cuando se fue, sus únicos amigos seguían siendo los de siempre, Angel Fernández y Fernando Visier.

    -(Carmen Pérez): La verdad es que nos fuimos porque Ricardo recibió una oferta de trabajo en Mallorca, y es cierto que no pudo consolidar el puesto en la leprosería. Pero yo no tengo constancia de que estuviera enfadado, a mí no me dijo nada. Claro que a veces no me contaba todas las cosas. Yo el recuerdo final que tengo es el de esa bonita despedida de los canarios.

    Sea como fuere, en invierno de 1973 recibió una oferta laboral en Mallorca y se fue por donde vino, otra vez en barco, con su joven esposa Carmen. Estaba muy distanciado de los estamentos oficiales del ajedrez canario, la federación de Marrero Portugués y Betancort. También los federativos estaban dolidos con él: ni siquiera aceptó permanecer en el equipo del Caja, regresando al Schweppes de Román Torán. Nunca más sería invitado a torneos en Las Palmas, ni disputaría siquiera los open abiertos como El Corte Inglés. Cuando volviera a la isla no sería como jugador. Por ambas partes, el idilio había terminado.

                -Fíjate como estarían las cosas- comenta un federativo de la época- que cuando en un campeonato por equipos posterior coincidimos, yo tenía una afección cutánea en la mano, y recordando que Ricardo era dermatólogo, le pedí consejo. Calvo, con mucha displicencia, me dijo: "Vete a que te vea el médico del torneo".

                -(Andrés Armas): Calvo se debió marchar a principios de 1974, en enero, sí, porque en diciembre de 1973, tras disputar el torneo de Madrid y regresar, cuando se produjo el asesinato de Carrero Blanco, recuerdo que subíamos en el coche con él hasta la leprosería. El tráfico estaba cortado y entonces nos enteramos del atentado de Madrid.

                

                Pero no nos corresponde ya narrar la vida posterior del doctor Calvo. Lejos de Canarias, siguió jugando a buen nivel, obtuvo incluso norma de GM en un torneo en Montilla Moriles, participa en varios campeonatos de España, individuales y por equipos, pero poco a poco su vida se va alejando del ajedrez de competición y orientándose a las crónicas periodísticas, la escritura de libros, y a las luchas federativas.


                5.- Nuevas visitas. 1989, 1999. Un Ricardo Calvo crítico y muy cambiado.-

                Hasta quince años después no hay noticias de Ricardo Calvo en Las Palmas, visitas privadas aparte. Hay que esperar a 1989, y el Ricardo Calvo que regresó no venía a jugar, sino como representante en España de Kasparov, para las simultáneas que diera  en Lanzarote y Las Palmas. La federación que él había conocido había caído en 1979, y él se sentía sin duda más cercano de la nueva federación comandada por Fraguela y vitola de "progresista" que existía en ese momento. Muy enfrentado a la F.I.D.E., había sido declarado persona "non grata", y su carrera como jugador activo prácticamente había terminado. Calvo, en declaraciones a la prensa, no fue muy generoso con quienes le habían apoyado en aquel lejano 1973, y consideró que la Federación comandada por Marrero entendía por entonces el ajedrez más bien como un espectáculo, sin apoyarlo realmente. "Sale un talento como José García Padrón, y en vez de apoyar su carrera, lo que hacen es incorporarle como empleado a la Caja de Ahorros". Verdades aparte, Calvo no tenía entre sus cualidades la del agradecimiento. 

        En las simultáneas de Kasparov estuvo muy activo Ricardo, y siguió con especial interés la partida de su amigo Angelito, que sin embargo perdió muy rápidamente. Ricardo indicó una mejora de su juego que Angel dejó anotada en su planilla. 


    Su esposa y viuda Carmen Pérez (no confundir con su segunda pareja Carmen Romeo Pérez), recuerda sus contactos posteriores a su marcha de Las Palmas con los jugadores que había tratado en Las Palmas, como Fernando Visier y Angel Fernández:


    -Yo, aparte de esa visita de 1989, no se si Ricardo volvió a Las Palmas de forma privada, yo desde luego no volví, sólo visité Tenerife. Después de que ya Visier se hubiera ido ya de Las Palmas en 1976, estuvimos comiendo en su casa, con Pilu, su mujer, en Los Navalucillos, pueblo de Pilu, donde Visier había puesto un pequeño supermercado. Antes de morir, Ricardo le ofreció regalarle todos los Informator, pero su nueva novia  se lo impidió. Con  Angel siguió en contacto siempre; con Inma Almenara, la esposa de Angel Fernández,  yo sólo la he visto en el ajedrez una vez, en un torneo en Santander (N.A. Posiblemente se refiere al torneo de Torrelavega que disputó Angel cuando estaba semirretirado del ajedrez, en los dos años que se dedicó a viajar por Europa en una furgoneta, según comenta Inma) . Luego he hablado con ella alguna vez por teléfono. Otro contacto se produjo en la muerte de Román Torán. Estuve en Madrid en el funeral, allí hablé con Fraguela, Visier, Pilu, Díaz del Corral...


            Calvo sí retornaría al menos una vez más a Las Palmas, en 1999, para las exequias del propio Angelito Fernández, su gran amigo, que había fallecido de cáncer en sólo seis meses, con 57 años. 


              -(Inma Almenara): Ricardo Calvo vino a la incineración de Angel, estaba desolado, y me ayudó muchísimo, hasta el punto de que se llevó a mi hijo Ricardo con él a Madrid unas semanas para que yo pudiera hacer las gestiones de mi viudez…En los últimos años se separó de su esposa Carmen, que era a la que yo conocía, y vivía con otra chica que también se llamaba Carmen (N.A.: Carmen Romeo).


                Era un Ricardo el de 1999 cansado y envejecido, al que le había ido mal la sociedad mercantil y estaba atrapado por las deudas, hasta el punto de que el viaje a Las Palmas le había supuesto un sacrificio económico. Pero él mismo contaba que le había explicado a su nueva pareja que tenía un deber de amistad que cumplir y que no podía faltar a las exequias de Angelito.A la salida del tanatorio, el federativo de por entonces, Gregorio Hernández (más conocido por sus fotografías del ajedrez) junto con Ernesto Solana y José García Padrón, se fueron a cenar. Calvo hizo un intento de pagar la cuenta que los demás no consintieron. Ricardo hablaba del mito platónico de la caverna, de como existía una realidad oculta ideal y superior... Tenía el ánimo muy decaído, y el M. F. Ernesto Solana intentó apoyarle:


                -¡Maestro, hay que resistir!.


           Pero Ricardo Calvo enfermó poco después, y ya no regresó. 


    6. El final. 2002. 

Los últimos años de la vida de Calvo no fueron fáciles. Toma la pluma de nuevo su hermana: "Los tres últimos años había fichado por un equipo valenciano, y venía los fines de semana, así que pasaba por casa, charlábamos mucho, pero yo lo pasaba mal porque bebía mucho y se estaba destruyendo. No dormía nada, continuaba siendo el desastre de siempre. Finalmente se le diagnosticó el cáncer de esófago. El sabía lo que iba a ocurrir. Los médicos le habían dado tres meses de vida pero él sabía de medicina y me dijo, "Nati, no creo que sean tantos". No le vi ya más, ni quiso que nadie fuera a verlo. Murió el 26 de septiembre de 2002, diez días después que nuestra madre. Una pena que una persona con su potencial y su inteligencia se fuera destruyendo de ese modo".


    Ya hace veinte años que Ricardo Calvo nos dejó. De personalidad bronca, contestataria, difícil para la amistad, pero también genial, nos queda el testimonio de su vida, sus traducciones de libros de Lasker, sus investigaciones de ajedrez histórico, sus magníficas partidas. Para mí, a pesar de sus zonas de sombra, será siempre aquel joven médico de personalidad arrolladora, una especie de Kasparov o Larsen nacional, que un día de 1973 batió a todos los jugadores en el difícil provincial de Las Palmas y poco después se deshiciera con espectaculares ataques a varios grandes maestros en el internacional. El que trajo el primer título por equipos para Las Palmas liderando el club Caja. El conversador culto y políglota que era capaz de tertuliar hasta el amanecer. D.E.P.


Calvo y Kavalek 1973 Las Palmas internacional, yo estoy en el público con mi amigo Sergio Cabrera



Ricardo Calvo en sus últimos años