Equipos históricos de Ajedrez en Las Palmas. Ajedrez en Ciudad Alta.- Del C.A. Ciudad Alta al Voxson (1961-1983).-
El ajedrez es un juego-deporte
barato. Puede incluso, en un caso extremo, jugarse mentalmente, "ala
ciega", aunque lo ideal es hacerlo lógicamente provistos de un tablero y
piezas más o menos modestas... Por eso, el ajedrez ha triunfado tanto en los
grandes salones como, y quizá más, en los garitos más modestos. En Las Palmas
capital, tradicionalmente la rivalidad se dio entre los barrios populares
portuarios y la ciudad antigua. Sin embargo, a partir de los años 50, también existió
un buen nucleo de aficionados en los barrios altos y populosos de Ciudad Alta.
Blas Rodríguez.-
El jugador de Schamann
más carismático de todos los tiempos sin duda fue Blas Rodríguez González (8/10/29-5/5/2011).
Aprendió tarde el juego, hacia los 25 años, pero le
bastaron tres o cuatro años para, a fines de los años 50,
empezar a hacer frente a los mejores. A principios de los 60, en pugna casi
siempre con Juan Rafael Betancort, logró varios títulos de
campeón
provincial y regional.
Blas se había dejado
caer por los ambientes del bar Fabelo y el parque San Telmo en el barrio de
Triana, pero era de la calle El Audaz, y posiblemente no era ajeno al grupo que
se reunía muy cerca, en el Bar Los Palmeros de la calle
Los Ayacuchos, para jugar al ajedrez. Blas ya había colaborado con la
naciente Federación de Pierre Dumesnil desde 1959, en aquel mítico torneo
del Hotel Cairasco en que Juan Pedro Domínguez venciera a
Arturo Pomar, y quedó bajo la protección de Joaquín
Sarrautte, que le empleó en la Obra sindical de Educación y
Descanso. Por ello, su equipo fue siempre en esos primeros años el de
Joaquín
Sarrautte, y no se incorporó nunca al más modesto que se
gestaba en Ciudad Alta. Las costumbres desarregladas y bohemias de Blas
causaban muchos quebraderos de cabeza a Joaquín, a Pierre, al
propio Betancort, que aún así le buscaron
trabajo de conserje en el club de la Caja de Ahorros a partir de 1967... Luego
tuvo que ser cesado... Pero regresó. Abandonadas sus
costumbres de aguardiente, el Blas senectó se reincorporó al juego
con plena dedicación. El jugador de Schamann era una persona
querida. Dicharachero, nervioso, romántico dentro y
fuera del tablero, no pasó indiferente nunca por la vida.
David Henríquez
recuerda en su blog su última época, el apoyo que
le brindó Gregorio Hernández desde sus
puestos en la nueva Federación. Estamos en 1992: “Hace unos pocos años nos dejó su padre
ajedrecístico Gregorio Hernández "Goyo". Recuerdo que
siempre estaba pendiente de él y en cada Internacional de El Corte
Inglés que arbitraba se interesaba por sus triunfos y era el primero que lo
animaba en sus derrotas. Recuerdo que en el año 1992 después de jugar
el Open Internacional de Benasque la expedición canaria tomó rumbo a
Lanzarote. Cual fue mi sorpresa cuando vi que también jugaba
Blas Rodríguez!!!. Seguramente Gregorio y los
organizadores de la Sociedad la Democracia creyeron oportuno invitarle al
evento. Recuerdo que estaba como un niño con zapatos nuevos, se sentía
importante e incluso consiguió llevarse un trofeo que por desgracia se
le quedó en una discoteca a la que fuimos al terminar el torneo. Al día siguiente
se le comentó que ya se lo enviarían a Gran
Canaria, pero Blas se empeño y antes de ir al aeropuerto quiso pasar
por el local a llevarse el trofeo personalmente.” Así era Blas,
su amor por el juego. En 2005 a sus 75 años se le tributó un
homenaje por medio de un torneo en el que él mismo participó. Y aún continuó
participando en torneos hasta 2010, con ochenta años, siendo un
ejemplo de pundonor y dedicación contínua al ajedrez.
Veamos a
Blas en 1964, y sus declaraciones con motivo de su campeonato provincial que le
valieron jugar el Campeonato de España celebrado en Las
Palmas ese mismo año.
El C.A. Ciudad Alta (1961-1964).-
Pero al
margen de Blas, a fines de los años 50 surgió como digo
un nucleo de jugadores que se aglutinaban en el Bar Los Palmeros de la calle Los
Ayacuchos. La nueva federación les instó a constituirse en
equipo, y lo hicieron enseguida bajo la presidencia del médico D. José Ramos
Guerra. El local provisional... ¡el propio bar!. Era
un club muy entusiasta y de la calle, que programaba numerosas simultáneas en la
plaza, los parques, que se enfrentaba en pruebas no oficiales a otros equipos
como La Fraternidad de Telde. Y en 1961 compitieron nada menos que con dos
equipos (Ciudad Alta A y B) en el II Interclub provincial, con buen éxito. El
jugador más destacado era A. Sánchez, de
primera.
Sin
embargo, la falta de medios era muy habitual en los equipos de las barriadas
populares, y el entusiasmo no bastó para mantener el
club. A fines de 1964 dejó de existir. La prensa se hacía eco de su
agonía...
El Club La Amistad (1967-1971) y el renacido Ciudad Alta (1973-1974) y luego el Chumberas-Casa de Madrid-Voxson.-
El ajedrez
de club renace en los barrios altos sin embargo algunos años después, en 1967,
a través de una sociedad juvenil parroquial, la Sociedad
La Amistad. Los jóvenes se reunían en plena calle,
en la plaza don Benito, y la parroquia les facilita un local pequeño para que
puedan juntarse para sus tertulias, y también para jugar al
ajedrez. Una simultánea ofrecida por el fuerte jugador J.Fco.
Martín impulsó el
entusiasmo de los jóvenes ajedrecistas, entre los que se
contaban José González Lorenzo e
Ildefonso Lasso Pérez. Posteriormente se incorpora Marco A. Campos,
que asumirá la presidencia. A partir de 1970 el Amistad
compite como club Federado, organiza también numerosas actividades,
y hacia 1973 deciden recuperar el histórico nombre de
Ciudad Alta. Pero la pérdida del precario local social les
obliga a acogerse a una nueva sede facilitada por el barrio Chumberas, y
deciden cambiar nuevamente de nombre. El equipo se mantendrá con ese
nombre hasta que en 1975 consigan ser esponsorizados por Casa de Madrid, a cuyo
local se trasladan. Finalmente, tras el cierre de la Casa de Madrid, Marco A.
Campos logró un nuevo sponsor, la firma Voxson, que se
mantuvo en competición hasta fines de 1983.
La figura
emergente de este grupo será Ildefonso Lasso Pérez, no ya
como jugador, sino como federativo y organizador, y especialmente como
responsable del Open El Corte Inglés desde 1979 hasta
su muerte en 2012.
Sirva este
pequeño texto de
recuerdo a este grupo de esforzados pioneros del ajedrez de los barrios más populares
de la ciudad.
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