El año de Ricardo Calvo en Las Palmas, 1973: momento de gloria de un
joven médico ajedrecista.-
Foto cedida por la esposa de Ricardo Calvo Carmen Perez |
El
M.I. alcoyano Ricardo Calvo Mínguez (1943-2002), médico e historiador del
ajedrez, fue sin duda también uno de los más grandes jugadores españoles de los
años 70 y 80. Posteriormente destacó más en su faceta de cronista del ajedrez,
organizador, y en sus últimos años como investigador del ajedrez medieval, y en
su faceta polemista de duro opositor a la estructuras establecidas y enemigo
declarado de la F.I.D.E y F.E.D.A, hasta el punto de ser declarado persona “non
grata” por la Federación Internacional de Campomanes en 1989.
Pero
por debajo de esta personalidad combativa y arriscada, Ricardo fue un verdadero
hombre del Renacimiento: no por casualidad el poeta-ajedrecista Pedro Lezcano,
al dedicarle un poema sobre ajedrez, a principio de los años 70, se lo dedicó
nombrándole “humanista de la F.I.D.E.”.
Y es que nuestro protagonista fue un hombre universal, de extraordinaria
inteligencia y cultura, políglota, estudioso, conversador incansable sobre
innumerables temas, que se acercó a la medicina para mejor conocer el cuerpo y
la mente del ser humano. Medicina y ajedrez fueron, como él mismo declaró, sus
dos grandes pasiones, aunque es cierto que con el tiempo dejó de practicar
activamente lo uno y lo otro.
Sin
duda Calvo vivió en avanzada, fuera de su tiempo: la realidad con la que se
topó y las frustraciones de sus proyectos violentaron su carácter de por sí irónico y rebelde, que con los años y las frustraciones se fue agriando,
repartiendo dicterios tanto contra
enemigos –que cada vez fueron más- como contra amigos –que por ello mismo cada
vez fueron menos-. Posiblemente, por debajo de la fachada, del personaje duro e implacable, había una personalidad romántica e idealista.
Pero todo eso vendría luego. Dedico este artículo básicamente al año mágico de 1973 que
pasó Ricardo, el joven médico de 28 años, residenciado en Las Palmas y plenamente incorporado a nuestro
ajedrez local. Año en que conseguiría además el título de Maestro Internacional
que era su objetivo por entonces (ahí se quedaría: años después obtuvo norma de
G.M. en el Torneo de Montilla-Moriles, pero nunca alcanzaría ese título) y
colaboraría con el ajedrez grancanario partipando del mítico equipo del Caja de
Ahorros de Las Palmas que se alzó por primera vez con el entorchado nacional. Por tanto, quedan fuera de este artículo tanto los años anteriores como su trayectoria posterior.
![]() |
Calvo años 60 |
2.
"Fichaje" de Ricardo Calvo por el club Caja de Ahorros de Las
Palmas.-
En
los comienzos de la década de los 70, el ajedrez grancanario alcanzó sin duda
su cenit. Las inyecciones financieras de la Caja de Ahorros que presidía el
presidente de la Federación Provincial Juan Marrero Portugués, unida a la política
de fichajes de valores peninsulares y extranjeros destacados –el campeón de
España Fernando Visier, el francés Bernard Huguet…- tuvo su tercera pieza en
Ricardo Calvo (luego vendría otros, el danés Bent Larsen, que ya había
realizado muchas visitas a Las Palmas antes de afincarse aquí; el argentino
Roberto Debarnot; el peruano Orestes Rodríguez, etc.). Calvo, junto al notario
Diéz del Corral y J.M. Bellón, era uno
de los nuevos jugadores más destacados de la escena nacional. Calvo, que había aprendido a jugar al ajedrez con su padre de igual nombre, ya había
sido campeón nacional juvenil en 1961 (en el primer certamen de esa modalidad,
aún de hecho extraoficial), y conocía el
ajedrez grancanario desde 1965, cuando se celebró en su Alcoy natal el
campeonato de España por equipos –que ganó precisamente el Alcoy de Calvo-.
Luego fue subcampeón de España en 1970. Además había tenido resultados
destacados en torneos internacionales y en las olimpiadas de 1966 (La Habana, donde Fidel Castro le dedicó una carta manuscrita y le regaló un ajedrez artesanal), 1968 y 1970,
y brilló también en los campeonatos por equipos en el Schweppes de Román Torán.
En 1972, concluidos sus estudios, desarrolló una temporada espléndida, quedando
en el internacional de Mallorca a medio punto de la norma de M.I. y venciendo
al G.M. soviético Averbach. Pero al no haber disputado el campeonato de España
en que venció Fernando Visier, sólo había podido acudir a la Olimpiada de
Skopje como capitán y analista de la selección. Allí fue donde, según revela su
viuda Carmen Pérez, a quien agradezco varios datos biográficos y fotos para este artículo, se produjo el contacto de los federativos grancanarios con
Ricardo.
Sin
duda como en las ocasiones anteriores -Larsen, Visier, Huguet...- fue el
vicepresidente Pierre Dumesnil, que viajaba a todos los certámenes importantes,
el que realizó la oferta a Ricardo. El Caja de Ahorros había sido ya subcampeón
de España dos veces, y reforzar la plantilla con el tablero más en forma del
equipo rival podía ser decisivo. Dumesnil siempre hacía sus jugadas -fuera de
las 64 casillas- con racionalismo cartesiano.
El
joven Calvo, sin embargo, no tenía vinculación con Canarias fuera de su amistad
con Angel Fernández, ex campeón de España, y por otro lado quería ejercer su
profesión de médico. Así que la oferta de Dumesnil se orientó a ese flanco: si
fichaba por el Caja, se le incorporaría a la plaza de la leprosería que llevaba
vacante muchos años en Las Palmas. Y como el sueldo era escaso, se
complementaría con un plus que pagaría el Cabildo Insular. Obviamente, el
poderoso Juan Marrero Portugués, procurador en Cortes y director gerente de la
Caja de Ahorros, a la vez que presidente de la Federación de ajedrez, bendencía
la operación.
En
lo ajedrecístico, si Calvo obtenía uno de los dos primeros puestos en el
campeonato provincial, se clasificaría para el II Internacional Ciudad de Las
Palmas que comenzaría en primavera de 1973. Además, se proyectaba para poco
después el I Internacional de Arrecife, donde Calvo podría competir también.
La
oferta era inmejorable en los dos aspectos, y Ricardo aceptó: contrajo matrimonio con su novia Carmen, a la que había conocido mientras ambos trabajaban en unos laboratorios médicos en Alemania, y la joven pareja se embarcó rumbo al Puerto de la Luz de la capital grancanaria.
Calvo con su esposa Carmen Pérez en los años 70 |
![]() |
Calvo en el campeonato por equipos 1973 |
En el muelle le esperaban con
los brazos abiertos todas las fuerzas vivas de nuestro ajedrez. Entrevistado
por el cronista del ajedrez Andrés Armas Suárez, declaró que su objetivo era
luchar por el título de M.I., y que quería combinar el ajedrez con su profesión
médica, y por supuesto se incorporaba de inmediato a la disciplina del club
Caja. Con Menvielle, Visier, Angel Fernández, Betancort... Calvo completaba una
plantilla de muchos quilates. Tantos, que al estar vinculados todos ellos
excepto Menvielle laboralmente a la entidad financiera, Domínguez o Pedro
Lezcano tuvieron que buscar refugio en otros equipos grancanarios. No era
excesivo problema, pues Las Palmas tenía jugadores suficientes para colocar dos
o tres equipos en la categoría nacional, en esos años.
Ricardo Calvo con su esposa Carmen Pérez e hijos |
-(Andrés
Armas): Sí, le entrevisté nada más llegar al puerto de la Luz. Calvo,
políglota, culto, bien trajeado, impresionaba con su presencia y su mirada
inteligente, esas grandes gafas y su grave voz de barítono. El lado malo era su difícil carácter. Al
final la propuesta laboral se torció y estaba molesto. Y eso que Marrero
Portugués le consiguió trabajos temporales en el Hotel inglés y otros sitios.
Pero en 1974 se marchó, y su presencia en el ajedrez grancanario fue efímera. Cuando se fue, su único amigo seguía siendo prácticamente el de siempre, Angelito, que tenía un carácter dulce y conciliador.
3.
Angel y Ricardo, una amistad de por vida.-
Si no el único amigo, Angel fue siempre claramente el mejor de sus amigos canarios. Incluso les uniría el destino en su común muerte prematura, Angel en 1999, Ricardo en 2002. Se habían conocido en Alcoy, cuando Angel marchó en 1965 a la primera expedición grancanaria a los campeonatos de España por equipos. Enseguida conectaron. Cierto es que Calvo conocía a otros jugadores canarios o residentes en Las Palmas, como Domínguez, Menvielle o Lezcano, pero no tenía la misma relación de empatía. También había coincidido en 1970 en el campeonato de Llaranes con Visier y Valcárcel, con quienes compartió piso y salidas nocturnas. Con Visier sí tuvo desde luego un trato intenso en Las Palmas; pero Valcárcel en 1973 estaba retirado del ajedrez y no mantuvo contacto con Calvo.
En Las
Palmas pudo intensificar su amistad con Angel. Casi de la misma edad, Ricardo estaba recién
casado y Angel aún permanecía soltero. Ricardo se dejaba caer mucho por el piso
que tenía Angel en Escaleritas. Eran parecidos en muchos aspectos, muy
creativos, imaginativos, refractarios a las estructuras… Sólo que Angel tenía
un carácter más apacible, y Ricardo era ácido y polémico. Angel decía que sí a o todo y todos, y a Ricardo le encantaba llevar la contraria. En el piso los dos amigos hablaban de lo divino
y lo humano, jugaban ajedrez, tomaban algo, Angel tocaba el piano, y mucho tiempo lo dedicaban a contemplar las estrellas con un
telescopio. Angel se abstraía de la vida rutinaria del trabajo, de la oficina bancaria
en que echaba todas las mañanas desde hace seis años, cuando también él había aceptado la oferta de Pierre Dumesnil para incorporarse a la plantilla comercial de la Caja. Un trabajo que no iba nada bien con el modo de ser de Angelito, aunque cumpliera disciplinadamente hasta su muerte, fuera de los dos años en que construyó su paraíso, pidió la excedencia, y se dedicó a recorrer Europa en furgoneta y vivir como un Robinson Crusoe en Jandía (Fuerteventura) junto a su joven esposa Inma.
Inma Almenara, con quien
Angel se casó en 1976, recuerda esos años:
-Angel siempre fue muy amigo de
Ricardo Calvo, hasta su muerte. Ellos ya se conocían de antes, y cuando yo me
casé ya Ricardo Calvo no vivía en Las Palmas. Se había ido decepcionado,
diciendo que la Federación no había cumplido sus promesas laborales. Pero
llamaba a Angel casi a diario, y se pasaban horas hablando en la noche. También
me aconsejaba continuamente sobre mi embarazo, como médico que era, y tanto me
llamaba, que acabé poniéndole Ricardo a mi hijo, en homenaje a él. Nos vimos
muchas veces, las dos parejas, en la península, o cuando él venía a Las Palmas,
3.La actividad ajedrecística en
Las Palmas.
3.1.
Lo primero, el II Internacional Maspalomas Costa Canarias por equipos.- Febrero
de 1973.
Apenas
llega Ricardo a la isla, tiene que empezar a jugar con el Caja, porque está
programado el II Maspalomas Costa Canarias por equipos. Este era un torneo
financiado por el Conde de la Vega Grande desde el año anterior. Para esta II
Edición se consiguó la partipación de tres escuadras poderosas, una holandesa,
otra suiza, y otra alemana, además del Caja. El cuadrangular se disputó en
febrero de 1973 en el Círculo Mercantil, y fue el estreno de Ricardo en Las
Palmas. Eso sí, el inicio no fue con buen pié: intentó forzar la partida con el
joven M. Schauwecker (posteriormente M.F.), y cometió un grave error en el
final de partida que le obligó al abandono inmediato. Se repuso ganando a
Hartoch en la segunda ronda. El Caja quedó tercero.
Calvo-Schauwecker II Maspalomas Costa Canarias 1973
Calvo-Hartoch II Maspalomas Costa Canarias 1973
Calvo-Schauwecker II Maspalomas Costa Canarias 1973
Calvo-Hartoch II Maspalomas Costa Canarias 1973
3.2.
Ricardo Calvo barre en el provincial individual de Las Palmas.-
Si
Ricardo quería jugar el II Internacional de Las Palmas podía hacerlo por
invitación, pero la plantilla de ese año era muy fuerte, plagada de G.Maestros.
La otra opción era quedar en una de las dos plazas del provincial, que
clasificaban para ese torneo. Se optó por esta idea, lo que no fue muy
afortunado, ya que Calvo y el francés Huguet coparon los dos primeros puestos,
con el resultado de que no pudo participar
ningún canario en el internacional.
El
provincial de ese año fue quizá el torneo más fuerte de esa categoría jugado
nunca en Las Palmas. Una especie de campeonato de España a escala local.
Curiosamente yo comenzaba en esos años en el ajedrez federado, y participé en
el torneo de Primera A que clasificaba 4 jugadores para ese provincial. Ahí era
nada poder competir con los Calvo, Menvielle, Domínguez, Visier, etc. Claro
está que no pude conseguir ese sueño, y quedé solo en el puesto 14. Las
cuatro plazas para el provincial las consiguieron el joven Manuel Ramírez, el adolescente
José García Padrón (la nueva estrella del ajedrez escolar de Las Palmas), el veterano Luis Martín Estupiñan -él mismo que había vencido en simultáneas a Alekhine en 1945- así
como el ex preferente Luis García Caballero. Compitieron con ellos todos los
preferentes excepto Visier, Betancort y Lezcano, que finalmente decidieron
reservarse para la organización de los internacionales.
El
torneo parecía una apuesta a tres entre Calvo, Menvielle y Domínguez. Y al
principio lo fue, ya que Menvielle lideró tras ceder Calvo tablas con el
francés Huguet. Pero pronto se vió que Augusto no estaba tan en forma como
Ricardo, y tras perder varias partidas quedó fuera del título e incluso del
segundo puesto. Ricardo, tras un comienzo con bastante suerte en muchas
partidas, se fue imponiendo sin problemas, y acabó destacado cediendo sólo esas
tablas iniciales con Huguet. Por el segundo puesto competían hasta el final el
francés y Domínguez. Mientras que Bernard logró deshacerse de José García
Padrón, aún muy novato, Calvo con mucha deportividad se impuso a Domínguez,
regalando el subcampeonato al galo.
A
Ricardo le impresionó sobre todo que compitiera un sexagenario como era Luis
Martín Estupiñán, jugador de los tiempos de la II República, y se mostró muy
contento de su clasificación y de poder disputar el inmediato torneo
internacional. Pero nadie se imaginaba la exhibición que iba a dar el
alicantino en ese torneo.
El
provincial de 1973 lo recuerdo nítidamente porque lo presencié día a día. Fue
uno de los últimos torneos que se jugó en el viejo club Caja de la calle
Terrero, y se respetaba la separación
entre jugadores y público con el típico cordón. Las partidas se ofrecían en
murales, y los jugadores iban generalmente ataviados de chaqueta y corbata.
Recuerdo el traje gris de Ricardo y el azul de raya diplomática de su amigo
Angel, muy desafortunado en ese provincial, donde incluso, como Alejandro
Ortega, perdió la categoría.
De este provincial se conocen 6
partidas por la revista A.Canario y unas pocas más rescatadas de la destrucción
por el joven Octavio Pérez, que me las ha cedido. En total 18 partidas. De
ellas, algunas jugadas por Calvo son absolutamente inéditas.
-(Octavio Pérez) En un tiempo en que colaboré con la
Federación me encontré unas cuantas planillas en una caja abandonada. Solo
esas. Una pena. Corresponden a las primeras rondas.
-(Carmen
Pérez): Ricardo no guardaba las partidas. Las arrugaba, las metía en el bolsillo, y luego las tiraba. No era nada ordenado, ni preparaba las partidas; lo que demuestra que era un verdadero genio. Amaba la noche y sus costumbres,
y yo el día y la organización. Con el tiempo, eso nos costó la separación. Pero
no era una separación definitiva. Yo quería regresar a Mallorca y él permanecer
en Madrid, pero él venía con frecuencia a las Baleares a vernos a mí y a
nuestros hijos. Hasta que apareció otra mujer, Carmen Romeo.
3.3.Los
Torneos Internacionales.-
Las
cosas le iban bien en lo personal a Ricardo en 1973, disfrutando de su nueva vida
de casado, y en lo profesional, y eso se reflejaba en su juego. En el
internacional dio la sopresa absoluta, practicando su juego ecléctico, Ricardo
igual atacaba con ímpetu que jugaba
finos finales. En la primera ronda el G.M. argentino Oscar Panno obtuvo
tablas con mucho esfuerzo. Era el pistoletazo de salida. Calvo dejó a tres G.M.
en la lona, Lbubojevic, Kavalek y
Gheorghiu. Especialmente brillante fue el triunfo con blancas contra Kavalek,
con una línea poco usada contra la siciliana-najdorf (6.De2 en vez de 6.Df3).
Conquistó la norma de M.I. entre el entusiasmo del público, quedando a medio
punto de la norma de G.M.. Poco después, aunque con menos brillantez –Ljubojevic
y Kavalek se cobraron la revancha-, y
quizá ya algo cansado, logró la segunda norma y el título de M.I. en el I
Internacional de Lanzarote, donde batió al M.I. Saydy, y por segunda vez, tras
el provincial, a Augusto Menvielle, lo mismo que a Bernard Huguet -quien le
había entablado en el provincial, pero fue derrotado por Calvo en los dos
torneos internacionales canarios-. En cambio perdió con Fernando Visier. Sobre esta partida hay opiniones contradictorias: para algunos, Fernando en un momento dado ofreció tablas, que fueron rechazadas por Ricardo; sin embargo, Carmen Pérez viuda del ajedrecista tiene otra visión:
-Ricardo se molestó mucho con lo que sucedió, ya que no se si se había pactado o era un sobreentendido jugar a tablas, y así estaba jugando Ricardo, pero para su sorpresa Fernando jugó a ganar...
A su vez, esta opinión contrasta con la del propio Fernando Visier, a quien he preguntado sobre este episodio:
-Lo que yo recuerdo de la partida del torneo de Lanzarote, siempre teniendo en cuenta que la memoria recuerda las cosas de forma esquemática, es lo siguiente: Ricardo estaba entusiasmado con el proyecto de conseguir la segunda norma de M.I. En su fuero interno pensaba ganarme, pues se encontraba en buena forma. Yo nuca le ofrecí tablas antes de comenzar la partida, aunque él sabía que bastaba una leve insinuación suya para firmar el pacto de no agresión. No obstante, haciendo gala de gran deportividad, antes de comenzar la partida me dijo: "Vísieeeer (en su fonética acentuaba mi apellido), tendremos que luchar "a cara de perro". Entendí, pues, que las tablas no le interesaban. Así pues, como decía Román Torán "tuve que ganar en defensa propia". Él reaccionó de manera sorprendente, al menos para mi. Se enfadó. Su disgusto duró hasta que acabó el torneo y consiguió la ansiada norma de M.I. Una amistad tan entrañable como la nuestra, se mantuvo firme hasta el final de sus días. Es difícil medir los sentimientos, pero creo que ha sido mi mejor amigo. Todos los que nos conocían sabían que yo estaba dispuesto a jugar para tablas. No es exacto lo que dice Andrés de que yo ofreciera tablas, pero sí que estaba totalmente predispuesto a ello, de no ser por el comentario previo de Ricardo...
Esa derrota obligó a Ricardo Calvo a puntuar al límite en las últimas rondas, lo que consiguió obteniendo finalmente la segunda norma y el ansiado título.
Calvo-Luis GARCÍA Caballero Lanzarote 1973
Calvo-Visier Lanzarote 1973
Huguet-Calvo I Internacional Lanzarote 1973
Calvo-Saidy Lanzarote 1973
-Ricardo se molestó mucho con lo que sucedió, ya que no se si se había pactado o era un sobreentendido jugar a tablas, y así estaba jugando Ricardo, pero para su sorpresa Fernando jugó a ganar...
A su vez, esta opinión contrasta con la del propio Fernando Visier, a quien he preguntado sobre este episodio:
-Lo que yo recuerdo de la partida del torneo de Lanzarote, siempre teniendo en cuenta que la memoria recuerda las cosas de forma esquemática, es lo siguiente: Ricardo estaba entusiasmado con el proyecto de conseguir la segunda norma de M.I. En su fuero interno pensaba ganarme, pues se encontraba en buena forma. Yo nuca le ofrecí tablas antes de comenzar la partida, aunque él sabía que bastaba una leve insinuación suya para firmar el pacto de no agresión. No obstante, haciendo gala de gran deportividad, antes de comenzar la partida me dijo: "Vísieeeer (en su fonética acentuaba mi apellido), tendremos que luchar "a cara de perro". Entendí, pues, que las tablas no le interesaban. Así pues, como decía Román Torán "tuve que ganar en defensa propia". Él reaccionó de manera sorprendente, al menos para mi. Se enfadó. Su disgusto duró hasta que acabó el torneo y consiguió la ansiada norma de M.I. Una amistad tan entrañable como la nuestra, se mantuvo firme hasta el final de sus días. Es difícil medir los sentimientos, pero creo que ha sido mi mejor amigo. Todos los que nos conocían sabían que yo estaba dispuesto a jugar para tablas. No es exacto lo que dice Andrés de que yo ofreciera tablas, pero sí que estaba totalmente predispuesto a ello, de no ser por el comentario previo de Ricardo...
Esa derrota obligó a Ricardo Calvo a puntuar al límite en las últimas rondas, lo que consiguió obteniendo finalmente la segunda norma y el ansiado título.
Calvo-Luis GARCÍA Caballero Lanzarote 1973
Calvo-Visier Lanzarote 1973
Huguet-Calvo I Internacional Lanzarote 1973
Calvo-Saidy Lanzarote 1973
-Yo
le recuerdo- me dice Augusto Menvielle- en aquel campeonato de Lanzarote de
1973... Ricardo, al que ya conocía desde mis tiempos en Madrid en los años 50 y
60, era un gran conversador sobre todo tipo de materias. Aquella noche, en el
Arrecife Gran Hotel que era la sede del torneo, nos encontramos con Gil Robles
hijo, y nos pasamos hasta las seis de la mañana charlando los tres de
política. El que más hablaba era él, que
no dejaba meter mucha baza a nadie, jaja. Así era Ricardo, era una personalidad
muy brillante.
3.4 La lucha por equipos. Intermedio en la copa
Clare Bennedict-.-
Tras
los torneos internacionales, Ricardo
Calvo era la estrella del momento en Las Palmas. España tenía un M.I. más en un
tiempo de escasez de titulados, y Las Palmas estaba de moda. El tiempo plácido
continuaba. Suiza y Alemania correspondieron a la invitación del Caja en el
cuadrangular e invitaron al equipo canario a jugar en sus respectivos países, a
gastos pagados. Sin embargo, a la vez Calvo y Visier estaban convocados para
jugar con España la XX Copa Clare Bennedict en la propia Suiza (Gstaad) el
campeonato oficioso de la Europa occidental por equipos –eran tiempos de guerra
fría y tras el telón de acero empezaba otro mundo-. Así pues Fernando Visier
hizo doblete, porque disputó tanto la copa como la gira europea del Caja,
mientras que Calvo, que tenía que atender su puesto como médico en Las Palmas,
sólo acudió a la Copa. España tuvo una actuación discreta en la Copa de la
mecenas suiza, pero Calvo logró su mejor resultado en ella: dos victorias,
cuatro empates y ninguna derrota.
Calvo-Kuiper Clare Bennedict 1973
Calvo-Kuiper Clare Bennedict 1973
Calvo
reflexionaría luego que esta gira del Caja y la Copa Clare Benedict puso
totalmente a punto a los jugadores de cara al nacional por equipos que se
jugaría en verano.
3.5. El campeonato de España por equipos num.
XXVII, Barcelona 1973. El Caja campeón de España por primera vez.-
Después
de nueve participaciones desde 1965, en una progresión ascendente desde aquel
campeonato de Alcoy, el Caja de Ahorros de Las Palmas era el primer equipo
canario que se proclamaba campeón. La conjunción de valores locales -Angel
Fernández y Juan Rafael Betancort- con Augusto Menvielle, que llevaba en las
islas desde 1969, más los refuerzos sucesivos de Fernando Visier y ahora
Ricardo Calvo obraron el éxito. Calvo en concreto, demostrando su buena
estrella en este año grancanario, fue el mejor primer tablero en ese durísimo
torneo, oteniendo 7 puntos de 9 partidas, con una única derrota ante Román
Torán, y triunfos notables como ante Arturo Pomar y Antonio Medina. Los jugadores del Caja estaban en su mejor
momento de “estrellato”, se habían convertido casi en estrellas en la isla, en
un momento de gran popularidad del juego en la isla, con las monumentales
simultáneas escolares, los torneos internacionales, los éxitos, y algunos
lucían elegantes trajes blancos, como se puede ver en el caso de Betancort y de
Calvo. Calvo se había dejado además una tupida barba –Angel la adoptaría despues...
![]() |
Campeones de España por equipos 1973 Menvielle Visier Angel Fernandez Calvo Marrero Portugues y J.R. Betancort |
Si Calvo había llegado en solitario en barco
en febrero, diez meses después el recibimiento en el aeropuerto de Gando al
equipo campeón fue apoteósico. Para
colmo, poco después José Miguel Fraguela se alzaba con el título de campeón
juvenil nacional. Nuevos fastos en el aeropuerto...
6.-
Despedida en silencio.-
Pese
a todos los parabienes y éxitos, con dos normas y el título de M.I., el título
de campeón provincial, el éxito con el equipo del Caja... en el otoño se
produjo el silencio y la inmediata despedida de Ricardo Calvo, que puso rumbo a
Mallorca. La oferta profesional de fines de 1972 no se había podido consolidar:
otro candidato al puesto en la leprosería impugnó el nombramiento de Ricardo, y
en Madrid el recurso fue estimado. Los trabajos temporales de Calvo no le
satisfacían, y recibió una oferta mejor para ejercer su profesión en Baleares.
Carmen Pérez, la viuda de Ricardo, recuerda la bonita despedida que les
tributaron, el ramo de flores y el bordado canario con que la agasajaron, el
cariño de los jugadores isleños... Otros en cambio tienen otra visión más
negativa. Recuerdan que Ricardo se sintió defraudado, y a la vez que el ajedrez
canario se sintió defraudado por Calvo, que a las primeras de cambio cambió de
residencia y ni siquiera aceptó permanecer en el equipo del Caja, regresando al
Schweppes de Román Torán. Para estas fuentes, estaba bastante distanciado de
todos, excepto de Angel Fernández. Lo cierto es que no fue invitado nunca más a
participar en torneos canarios. El idilio había terminado.
-Fíjate
como estarían las cosas- comenta un federativo de la época- que cuando en un
campeonato por equipos posterior coincidimos, yo tenía una afección cutánea en
la mano, y recordando que Ricardo era dermatólogo, le pedí consejo. Calvo, con mucha
displicencia, me dijo: "Vete a que
te vea el médico del torneo".
-(Andrés
Armas): Calvo se debió marchar a principios de 1974, porque en diciembre de
1973, tras disputar el torneo de Madrid y regresar, cuando se produjo el asesinato de Carrero Blanco, recuerdo que subíamos
en el coche con él hasta la leprosería. El tráfico estaba cortado y entonces
nos enteramos del atentado de Madrid.
7.-
Nuevas visitas. 1989, 1999. Un Ricardo Calvo muy cambiado.-
No
hay más presencia ajedrecística de Calvo en Las Palmas hasta quince años
después, y ya no como jugador. El Ricardo Calvo que regresó en 1989, como
representante de Kasparov, para las simultáneas que diera en Lanzarote y Las Palmas, se sentía más
cercano de la nueva federación progresista que existía en ese momento. Muy
enfrentado a la F.I.D.E., había sido declarado persona "non grata", y
su carrera como jugador activo había terminado. Calvo, en declaraciones a la
prensa, no fue muy generoso con quienes le habían apoyado en aquel lejano 1973,
y consideró que la Federación comandada por Marrero entendía por entonces el
ajedrez más bien como un espectáculo, sin apoyarlo realmente.
Su esposa y viuda Carmen Pérez (no confundir con su segunda pareja Carmen Romeo Pérez), recuerda sus contactos posteriores con el ajedrez y con los jugadores que había tratado en Las Palmas, como Fernando Visier y Angel Fernández:
-Después de que ya Visier se hubiera ido ya de Las Palmas, estuvimos comiendo en su casa ,con Pilu, su mujer, en Los Navalucillos, pueblo de Pilu, donde Visier había puesto un pequeño supermercado. Antes de morir, Ricardo le ofreció regalarle todos los Informator, pero "La Carmela" se lo impidió. Con Inma Almenara, la esposa de Angel Fernández, el trato fue posterior a 1973, el año que vivimos en Las Palmas, ya que ese año todavía Angelito no la conocía (N.A.: Ciertamente, Angel conoció a Inma hacia 1975, precisamente presentada por Fernando Visier...). A ella yo sólo la he visto una vez, en un torneo en Santander (N.A. Posiblemente se refiere al torneo de Torrelavega que disputó Angel cuando estaba semirretirado del ajedrez, en los dos años que se dedicó a viajar por Europa en una furgoneta, según comenta Inma) . Luego he hablado con ella alguna vez por teléfono. Ricardo también se compró una furgoneta con camas...De hecho creo que la idea se la dió él a Angelito. Otro contacto se produjo en la muerte de Román Torán. Estuve en Madrid en el funeral, allí hablé con Fraguela, Visier, Pilu, Díaz del Corral etc. etc...
![]() |
Calvo con Kasparov y el entonces príncipe Felipe de Borbón |
Su esposa y viuda Carmen Pérez (no confundir con su segunda pareja Carmen Romeo Pérez), recuerda sus contactos posteriores con el ajedrez y con los jugadores que había tratado en Las Palmas, como Fernando Visier y Angel Fernández:
-Después de que ya Visier se hubiera ido ya de Las Palmas, estuvimos comiendo en su casa ,con Pilu, su mujer, en Los Navalucillos, pueblo de Pilu, donde Visier había puesto un pequeño supermercado. Antes de morir, Ricardo le ofreció regalarle todos los Informator, pero "La Carmela" se lo impidió. Con Inma Almenara, la esposa de Angel Fernández, el trato fue posterior a 1973, el año que vivimos en Las Palmas, ya que ese año todavía Angelito no la conocía (N.A.: Ciertamente, Angel conoció a Inma hacia 1975, precisamente presentada por Fernando Visier...). A ella yo sólo la he visto una vez, en un torneo en Santander (N.A. Posiblemente se refiere al torneo de Torrelavega que disputó Angel cuando estaba semirretirado del ajedrez, en los dos años que se dedicó a viajar por Europa en una furgoneta, según comenta Inma) . Luego he hablado con ella alguna vez por teléfono. Ricardo también se compró una furgoneta con camas...De hecho creo que la idea se la dió él a Angelito. Otro contacto se produjo en la muerte de Román Torán. Estuve en Madrid en el funeral, allí hablé con Fraguela, Visier, Pilu, Díaz del Corral etc. etc...

Volvería de nuevo en 1999 para las exequias de Angelito Fernández, su gran amigo, que había fallecido de cáncer en sólo seis meses, con 57 años.
-(Inma Almenara): Ricardo Calvo vino a la incineración de Angel, estaba desolado, y me ayudó muchísimo, hasta el punto de que se llevó a mi hijo Ricardo con él a Madrid unas semanas para que yo pudiera hacer las gestiones de mi viudez…En los últimos años se separó de su esposa Carmen, que era a la que yo conocía, y vivía con otra chica que también se llamaba Carmen (N.A.: Carmen Romeo).
Era un Ricardo el de 1999 cansado y envejecido, al que le había ido mal la sociedad
mercantil y estaba atrapado por las deudas, hasta el punto de que el viaje a
Las Palmas le había supuesto un sacrificio económico. Pero él mismo contaba que le había explicado a su nueva pareja que tenía un deber de amistad que cumplir y que no podía faltar a las exequias de Angelito.A la salida del tanatorio, el federativo de por
entonces, Gregorio Hernández (más conocido por sus fotografías del ajedrez) junto con Ernesto Solana y José García Padrón, se fueron a cenar. Calvo hizo un intento de pagar la cuenta que los demás no consintieron. Ricardo hablaba del mito platónico de la caverna, de como existía una realidad oculta ideal y superior... Tenía
el ánimo muy decaído, y el M. F. Ernesto Solana intentó apoyarle:
-¡Maestro,
hay que resistir!.
ResponderEliminarImpresionante post sobre Ricardo Calvo. Gracias Ricardo me encantó.
Muy interesante. Me has regalado una parte de la vida de alguien a quien quise mucho. Gracias
ResponderEliminarMuy completo y exacto documento
ResponderEliminar