miércoles, 14 de julio de 2021

Apuntes biográficos sobre el médico y ajedrecista Carlos Rodríguez Lafora, con especial atención a su etapa en Canarias

 

 

Apuntes biográficos sobre el médico y ajedrecista Carlos Rodríguez Lafora (1884-1966), con especial atención a su etapa en Canarias

Ricardo Moyano García. Las Palmas Julio de 2021. A la memoria del doctor Carlos R. Lafora.

Carlos Rodríguez Lafora 1884 (¿Madrid?¿Valencia?)- Paterna (Valencia) 1966.-

Agradecimientos: A Jesús Remis por haberme dado la pista de la temprana estancia del doctor Lafora en Telde en la década 1910. A Alejandro Melchor por sus datos sobre su retorno a Cataluña en los años 50.

Ultima versión: 29-11-2023 se añaden comentarios de Jesús Remis y Alejandro Melchor.



1. Introducción. La biografía de Carlos R. Lafora es mal conocida. Fue médico, conferenciante, ajedrecista y damista. En el ámbito del ajedrez, fue destacado jugador “en vivo” y postal, campeón de Valencia muchos años en la década de los 20 y 30, miembro de la selección olimpíca española en Hamburgo en 1930, compositor de problemas artísticos y de dos libros sobre finales. Sin embargo, no es mucho lo que se sabe de él. Hermano mayor del célebre psiquiatra Gonzalo Rodríguez Lafora, que da nombre a un hospital psiquiátrico aun existente en Madrid, su apellido ha quedado sin duda asociado a Gonzalo. Quizá su discreción para hablar de su vida privada, sus cambios de residencia, y el que sus mayores logros los consiguiera en modalidades minoritarias como el problema de ajedrez o el ajedrez postal pesen en el desconocimiento de su figura.

Sin embargo, dado que ejerció como médico en Canarias dos años en 1915-1916, y más tarde durante más de quince años, y participó en varios de los torneos aurorales jugados en Las Palmas en los años 30 y 40, como gran rival del que fuera primera campeón de la provincia, Germán Pírez, sí se le nombra en Gran Canaria, junto al del propio Pírez como un personaje casi de leyenda. "Aquellos años del doctor Lafora", "el célebre match Pírez-Lafora de 1942", son expresiones típicas entre los ajedrecistas cuando se recuerdan las décadas seminales del ajedrez canario. Uno de los ajedrecistas de aquellos años, el filólogo José Luis Gallardo Navarro, recordaba también cómo Pírez dominaba el ajedrez desde los años 30, hasta que con la llegada de Lafora las cosas cambiaron. En este sentido, esa gran rivalidad fue una bendición para el ajedrez grancanario, pues muchos se aficionaron al juego con esos duelos apasionantes.

Pese a que no tenemos una biografía formal sobre Carlos R. Lafora, la figura del médico ha merecido atención reciente de los historiadores del ajedrez, como el valenciano José A. Garzón entre otros, y existen algunos artículos que han iluminado aspectos parciales de su trayectoria. Pero quizás la etapa más desconocida sea precisamente la canaria. Por ello, en este texto sencillo pretendo centrarme especialmente en sus años en Canarias, entre 1934 y -posiblemente- 1950. Y dado que doctor Lafora nunca mereció memoriales ni homenajes en Canarias, pese a su contribución como médico, humanista y jugador, sirva también de modesto tributo.

Carlos R. Lafora murió con 81 años en Paterna (Valencia), y podemos dividir su trayectoria en tres etapas: Antes de su traslado a las islas Canarias en 1934, la etapa canaria, y su retorno a la península hasta su fallecimiento en 1966.

2. .Inicios. Carlos R. Lafora nació el 10/7/1884. Según algunos testimonios en Valencia (España), pero más probablemente, según J.A. Garzón, en Madrid. Hijo de militar, con muy corta edad se trasladó con sus hermanos, Gonzalo, Pilar e Isabel, a Puerto Rico. Su hermano  había padecido poliomelitis y tuvo secuelas durante toda su vida, además de otros problemas graves de salud que sobrellevó siempre con entereza. Tampoco la vida de Carlos, ni del resto de la familia, fue fácil: El padre,  que había llegado a ser gobernador militar en Puerto Rico, falleció repentinamente, y la viuda y los cuatro hijos -dos varones y dos mujeres- regresaron de inmediato a España, en concreto a Onteniente, ya que la familia materna era de origen valenciano, aunque la paterna procedía de Málaga y Ceuta. En teoría la familia tenía un patrimonio suficiente en América, ya que el padre había ahorrado algo de dinero, pero lo había invertido en valores, que fueron mal gestionados por el administrador en Puerto Rico, lo que produjo la ruina familiar. Un familiar, el abuelo materno, abogado y diputado, echó una mano, pero eso no era suficiente. Los hermanos Carlos y Gonzalo R. Lafora cursaron estudios en un internado franciscano de Onteniente, y poco después medicina, en Madrid, aunque inicialmente Carlos había pensado seguir la tradición militar de su padre. Aunque existía un pequeño grupo de estudiantes adinerados, la carrera de medicina básicamente era cursada entonces por estudiantes de pocos recursos, como recordaría luego Gonzalo. Los dos hermanos se licenciaron, orientándose Gonzalo hacia la psiquiatría, siendo discípulo de Ramón y Cajal, del psiquiatra valenciano Simarro y otros, e iniciando una brillante trayectoria en este campo, con estudios en el extranjero y numerosas publicaciones especializadas. Luego, a partir de los años 20, dirigió sanatorios mentales en Madrid, creando uno privado, el Sanatorio neuropático de Carabanchel, en 1925. Curiosamente, mientras que los dos hermanos varones tenían mentalidad progresista, las dos mujeres eran muy religiosas, y de hecho fueron monjas, si bien Pilar abandonó el convento por razones de salud. Respecto a Carlos, los datos son escasos, pero consta en prensa local canaria que entre 1915 y 1916 Carlos fue médico titular en San Gregorio (Telde), así como médico forense. Se habla también de que en verano de 1915 marcha a la playa teldense de Salinetas a veranear "con su familia", por lo que hay que suponer que entonces ya estaba casado. Solicita finalmente la plaza de médico de un Hospital de Telde, que el Cabildo sin embargo adjudica a un tercero. A principios de 1916 renuncia tanto a la plaza de médico en San Gregorio como a la plaza judicial, y ya no hay más noticias del doctor en Canarias. En este tiempo no hay constancia de actividades en el ajedrez por parte de Carlos en Canarias, en un período en que no existían torneos organizados en la isla, aunque sí hubo algunas actividades en el club inglés y otras sociedades, y residió en la isla el militar Gustavo Navarro, fuerte ajedrecista, por lo que es posible que el médico trabara contacto con estos limitados círculos. Posteriormente es sabido que Carlos ejerció la medicina como médico titular en diversos pueblos levantinos, en la década de los 20. Pero para entonces ya era un gran aficionado al ajedrez, que para Gonzalo sólo fue un pasatiempo, y en dicha década se proclamó campeón de Valencia numerosas veces -según su propia información, entre 1925 y 1933, a excepción de un año-. Quizá la excepción fue 1927, pues consta que en el año 1927 Carlos fue el administrador del sanatorio de Carabanchel, en sustitución de su hermana Pilar, que fue quien habitualmente, junto a su madre, ejercía esa función.

El psiquiatra Luis Valenciano, discípulo de Gonzalo y biógrafo suyo, que fue residente en el sanatorio de Carabanchel, recuerda la figura de Carlos: "En el colegio de Onteniente Carlos era más valorado como estudiante que Gonzalo. De inteligencia rápida y vivaz, audaz y de fuerte complexión, que le permite la dedicación a los deportes, sobre todo al fútbol. Le conocí bien años más tarde y conservaba esa cualidades, junto, todo hay que decirlo, cierta inestabilidad... Gonzalo sintió siempre gran admiración por su hermano, al que vi jugar con el doctor Rey Ardid al ajedrez en el sanatorio..." Y más tarde: "Carlos (tenía) viveza pasional, exultante ímpetu y fuerzas física; alto, robusto, casi imponente... Discrepancias llevaron a romper la colaboración entre los dos hermanos, en el sanatorio. Carlos se casó dos veces, hombre de gran inteligencia pero inestable y de díficil ajuste...". (El doctor Lafora y su época, Luis Valenciano Gayá, 1977).

En todos los textos se hace mención al fuerte carácter que tenían todos los hermanos Rodríguez Lafora. De Gonzalo se acompaña esta mención de cierta frialdad de trato, y en cambio de Carlos de esa impulsividad inestable que menciona el doctor Valenciano.

En esta década de los años 20, que es cuando mostró mayor fuerza como jugador, Carlos juega numerosos torneos por toda España, juega también ajedrez postal, modalidad en la que era considerado uno de los mejores jugadores españoles en ese tiempo. En 1930, como consecuencia de algunas bajas, es convocado para disputar la Olimpiada de Hamburgo con España. No tardó ni horas en aceptar la llamada de la federación: buscó sustituto para su puesto como médico de Alcudia, y tomó el tren para París y Alemania. En Hamburgo no lo hizo mal, teniendo en cuenta que España era una de las selecciones más débiles, logando algunas victorias estimables, aunque también sufrió derrotas, como una espectacular contra Rubinstein, que “me pasó por encima” como contó jocosamente por entonces el médico en una crónica para la revista "El ajedrez".


Posteriormente, Carlos R. Lafora siguió muy activo, jugando numerosos torneos, y a nivel organizativo, implicándose por ejemplo en la celebración en Valencia del campeonato de España en 1932. Todavía a principios de 1934 disputa un match en Madrid con el fuerte jugador J.Sanz, que pierde, y en el que las crónicas de prensa describen a Lafora como "desentrenado". Poco después es cuando se le encuentra ya como médico ejerciendo en Puerto del Rosario (Fuerteventura).

Nota del autor: El investigador Jesús Remis matiza los datos ofrecidos en este texto: "Este artículo "avance" es de alto interés y aún faltando mucho para completarlo hay "datos" que en mi opinión es necesario poner en cuarentena. Sobre su nacimiento en Madrid sólo con la referencia incluida en su expediente académico "UNIVERSIDADES, 6090, Exp. 15, el “Expediente académico de Carlos Rodríguez Lafora, alumno de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Central. Natural de Madrid (capital)" me parece incompleta o habría que completarla con su partida de nacimiento. El que adoptaran el apellido materno (de forma parcial pues no suprimen la R de Rodríguez de su padre) con R. Lafora tiene más que ver con la muerte de su padre en 1892 (Carlos tenía 8 años) que con la filiación alicantina (no filiación valenciana como dice el investigador Garzón). La "calificación" de mejor jugador de España por Correspondencia proviene de la nota periodística sobre su inscripción en el Torneo Nacional de Zaragoza de 1920 recogida, entre otros, por José Antonio Adell Castán y Celedonio García Rodríguez en sus trabajos sobre el ajedrez aragonés, sin embargo no consta esta actividad de forma profusa y merecedora de tal calificativo nada más que en un match amistoso con Rey Ardid y su participación en el IFSB M-4 1929-32 del que hay dos partidas. Sobre la afirmación de que ganó varios torneos mundiales tengo mis dudas aunque no es descartable que aparezcan por esos mundos datos que lo avalen (La IFSB-International Association for Correspondence Chess se crea en 1928 y se disuelve en 1939, reemplazada en 1945 por la ICCA y después de la reestructuración de 1951 ICCF. La IFSB publicó Brief-Schach por unos años-hasta 1932- por lo que allí habrá información o en los números de Fernschach de antes de la guerra; por ejemplo el último número de Fernschach de antes de la guerra dio la tabla cruzada de BM de 1938-1939, así como los resultados de la Olimpiada de Ajedrez por Correspondencia.de los países europeos.). Los ganadores del IFSB-BM (campeonato europeo no oficial) fueron I. Eugen Busch (Alemania) y Eduard Dyckhoff (Alemania), 1929/30; II. Eduard Dyckhoff (Alemania), 1930/1; III. Arthur Priwonitz (Alemania), 1931/2; IV. Hans Müller (Austria), 1932/3; V. Marcel Duchamp (Francia), 1933/4; VI. Hilding Persson (Suecia), 1934/5; VII. Paul Keres (Estonia), 1935/6; VIII. Milán Vidmar (Yugoslavia), 1936/7; IX. Miklós Szigeti (Hungría), 1937/8 y X. Edmund Adam (Alemania), 1938/9. Otro dato que sí sabemos es que fue campeón y presidente del "Grupo Ajedrecista de Mogente" por los años 1920,.., queda camino, pero felicitaciones por el excelente adelanto".

3. La etapa canaria.- 1934-1950.- En efecto, mientras Gonzalo sigue desarrollando su carrera en la psiquiatría, Carlos emprende en cambio la marcha a Fuerteventura como médico en Puerto del Rosario, en la primavera de 1934. Como hemos visto, Canarias no le era desconocida en absoluto, pues ya había ejercido la medicina en Telde (Gran Canaria) entre 1915 y 1916. Las razones por las que decide volver al archipiélago casi veinte años después, con casi 50 años, no nos son conocidas. En cualquier caso, el doctor Lafora no fue a Fuerteventura a sestear. El pensamiento de los hermanos Lafora era claramente progresista, identificado con el espíritu de la generación del 98, si bien el biógrafo de Gonzalo, Luis Valenciano, considera que mientras Gonzalo era más apartidista y centrista,  un liberal-progresista, Carlos es cercano o tal vez afiliado incluso al partido comunista, en todo caso con una ideología de izquierda mucho más clara que Gonzalo. Por ello, Carlos no se limita a ejercer la medicina en Fuerteventura, tenía una fuerte vocación social,  y según consta en la prensa local, imparte charlas familiares sobre la higiene infantil, entre otras, y reparte cartillas entre los asistentes. 

Lo que sin duda echaba de menos el doctor Lafora en Fuerteventura es la práctica del ajedrez. Y un día, leyendo la prensa de Las Palmas, recibe una noticia: se está jugando allí un torneo formal, y además es conocida su presencia en Fuerteventura y se le menciona en las crónicas que rodean al torneo. 

Torneo Towers, 1934-1935: La llegada de Carlos R. Lafora, en efecto, no había pasado desapercibida en el incipiente ambiente del ajedrez en la isla de Gran Canaria, donde el joven Germán Pírez (1914-1992) está intentando movilizar al escaso  número de aficionados al ajedrez, que desde 1931 se han organizado en la Sociedad Ajedrecística del Gabinete Literario. En 1933 Pírez había ganando el II Torneo del Gabinete y era considerado extraoficialmente campeón de Canarias.  En 1934 precisamente se había organizado un nuevo torneo en un hotel de la playa de Las Canteras, el Hotel Towers, frecuentado por turistas británicos. Los jugadores más fuertes eran Pírez, el subcampeón provincial el holandés Verhoof, y el panameño de origen polaco, posiblemente judío, Don Borenstein, un buscavidas que se proclamaba campeón de Centroamérica, y acababa de llegar a Las Palmas,  batiendo a Pírez en un pequeño match meses atrás. En la prensa local se publica una crónica cuando va a comenzar el torneo. Borenstein, que es muy fanfarrón, asegura que ganará el torneo, pero que sería bueno que hubiera competido el médico valenciano Lafora, ya que en tal caso este sería el segundo delante de Pirez.

Lafora lee el ejemplar en su destino en Puerto del Rosario y manda un telegrama a la organización: “Si es posible aún, jugaré el torneo, para ganar al menos el segundo puesto que me pronostica Borenstein”.

El telegrama causa revuelo, y dado que Lafora sólo podría venir algunas fechas concretas pues debe atender su consulta, se organiza para que el doctor pueda jugar dos o tres rondas diarias, y recupere la ronda perdida, ya disputada. Lafora se desplaza con entusiasmo, y aunque acusa cansancio y está algo desentrenado, puede situarse pronto al frente de la tabla, perdiendo sólo una partida con Verhoof. Gana en cambio las dos partidas a Borenstein, que sólo puede ser cuarto, y a Pírez, que quedará segundo. Germán Pírez, que llevaba las crónicas de prensa, señala que estas victorias eran lógicas, y las asume con la sencillez con que un discípulo reconoce la superioridad de un maestro. Y es que Pírez apenas llevaba unos años jugando al ajedrez, y el doctor Lafora varias décadas. Pero Pírez, eso sí, aprendería rápido.

El torneo realmente fue muy accidentado, pues tras la retirada del organizador se paralizó varios meses; asumiendo la dirección un nuevo organizador; por tanto comenzó en septiembre de 1934 pero no terminó hasta principios de 1935. De hecho, por la gran demora sufrida, las dos copas del torneo que la dueña del hotel guardaba en sus vitrinas esperando la conclusión del torneo fueron objeto de un robo, así que los campeones se quedaron probablemente sin trofeo…

Se conoce solamente de este torneo una de las victorias de Lafora sobre Pírez:   R. Lafora,Carlos - Pírez,Germán [C14]

Torneo Towers, 1934

 

 

1.e4 e6 2.d4 d5 3.Cc3 Cf6 4.Ag5 Ae7 5.e5 Cfd7 6.Axe7 Dxe7 7.Cb5 Cb6 8.c3 a6 9.Ca3 C8d7 10.b4 c6 11.Cc2 Ca4 12.Dd2 b5 13.f4 Cdb6 14.Ce3 Ad7 15.Ad3 a5 16.a3 f5 17.Ce2 0–0 18.0–0 axb4 19.axb4 Ta7 20.g4 g6 21.gxf5 gxf5 22.Rh1 Ae8 23.Tg1+ Rh8 24.Tg5 Ag6 25.Tag1 Cc4 26.Axc4 dxc4 27.De1 Cb6 (Error, es mejor 27..Tg8 para 28...Af7 aliviando la presión en la columna g. O si 28.Dg3 previo Ta7a8).

 

XABCDEFGHY
8-+-+-tr-mk(
7tr-+-wq-+p'
6-+p+p+l+&
5+p+-zPptR-%
4nzPpzP-zP-+$
3+-zP-sN-+-#
2-+-+N+-zP"
1+-+-wQ-tRK!
xabcdefghy


28.Dh4 Dd8 29.Dh6 Cd5 30.Txg6 Cxe3 31.Tg7 Dd5+ 32.T1g2 Ta1+ 33.Cg1

 

1–0

 

Como anécdota, Germán Pírez contaba sobre la elegancia de Lafora, que rehusó ganar por incomparecencia una partida en la que Pírez tuvo que ausentarse, y también otra del “post mortem” de las partidas en los salones del hotel: Borenstein, tras su dura derrota, se quejaba a Lafora:

-Usted tenía peón de más, de acuerdo, pero yo tenía siempre ataque…

-Ataque de nervios es lo que tiene usted, Don, y ese lo va a tener siempre, porque no se le va a quitar…

Acabado el torneo, parece ser que impartió Lafora una sesión de simultáneas en Las Palmas, aunque es posible que fuera en una fecha posterior. En todo caso, Lafora ya no vuelve a jugar en Gran Canaria, pues en 1935 se traslada a ejercer la medicina a La Palma, sin que tengamos datos de su desempeño en aquella isla, aunque es probable que jugara partidas amistosas con los jugadores del momento en la provincia occidental.

En 1935 también disputó un match telefónico de la selección valenciana contra el equipo catalán Condal. Y es que por supuesto cuando podía, que no era mucho, se desplazaba a la península, y aprovechaba para jugar ajedrez.

Guerra civil y prisión.-

En La Palma y Tenerife, desde 1935, Lafora continúa implicándose en la vida social, se relaciona con sectores progresistas, e imparte por ejemplo varias conferencias sobre temas médicos en la llamada “Semana proletaria”. Estas vinculaciones le costarían sin embargo un disgusto cuando estalla la guerra civil en julio de 1936. Canarias queda inmediatamente bajo el control del general Franco. Su hermano Gonzalo, que se encontraba en Madrid, partiría al exilio en Mexico al acabar la guerra, pero Carlos es detenido en La Palma y acusado de rebelión militar. Se le interna en la prisión de Feyfes en Tenerife. De su tiempo en prisión dio cuenta un compañero de presidio: “(José Antonio Rial. "Conocí a muchos médicos, sobre todo y a gente que escribía. Estaba Antonio Torres el pintor, también el pintor Niebla, Lafora (famoso médico y jugador de ajedrez) y muchos médicos palmeros y maestros de escuela”. Al parecer, según otros testimonios, Lafora daba clases de ajedrez a los presos, como años después harían los propios Pírez y Fernando Sagaseta.

 El 21/5/1937 se celebró en Tenerife el consejo de guerra por delito de rebelión contra el doctor Lafora y varios civiles más, siendo condenado a más de 24 años de prisión. Y en 1938, sin duda todavía en prisión, recibió la triste noticia del fallecimiento de su madre en enero, en Benidorm, sin haberla podido siquiera visitar. Una época muy dura para el médico. Ignoramos los años que el doctor permaneció preso; no debieron ser muchos, pues la pena de prisión le es conmutada por la diez años destierro, que cumplirá en la isla de Gran Canaria. 

Consulta y destierro en Telde, años 40.- Cuando Carlos R. Lafora recibe la conmutación de la pena por la destierro, se traslada a Gran Canaria. Allí, inicialmente en Telde, monta consulta de medicina general, en concreto en el barrio de los Llanos -San Gregorio-, en la calle Nueva, junto a la barbería, y vuelve a su inveterada afición al ajedrez. Recordemos de nuevo que había sido ya médico titular en esa localidad precisamente en 1915-1916. Pero ahora no se limita a ejercer la medicina y cumplir la pena de destierro: En San Gregorio, hacia 1940-41 inicia el ajedrez en esa población, jugando con el párroco de San Gregorio, Simón Caballero, y plantando la semilla del juego en el municipio. Estos inicios teldenses de los años 40 han sido contados por Lucas Casimiro en su magnífica historia del ajedrez teldense en la revista Reflexiones, 2002: “Simeón Caballero ( procedente de Ingenio), párroco de San Gregorio, jugaba en el archivo de la iglesia en un principio y posteriormente en Acción Católica  contra el doctor Carlos Rodríguez Lafora , que tenía su despacho en los Llanos (término que el municipio debería recuperar en sustitución de lo que hoy se llama San Gregorio) Miguel El Catalán, tambien conocido por el "prácticante" y Angelito Rodríguez el" Majorero ", conjuntamente con Cesáreo Suárez Medina”.

Lafora fue fundamental en el hecho de que Telde pasara desde entonces a ser un núcleo relevante del ajedrez insular, junto a la capital y algo más tarde Gáldar en el norte de la isla.

Pero el ambiente ajedrecístico que se encuentra Lafora en Gran Canaria dista mucho, por supuesto, del que vió en el torneo Towers de 1934-35. De los jugadores que había en los 30, alguno ha muerto en el frente, como Julio Navarro, otros habían dejado de jugar prácticamente, como Alvaro de Mendizábal o el militar Ramón Rúa Figueroa, y otros habían marchado a la zona republicana y aun estaban volviendo, caso de Luis Martín Estupiñán, Andrés Zamora, o el propio Germán Pírez. A Germán y Andrés Zamora les había sorprendido la guerra civil en Barcelona, donde acababan de llegar para disputar la Olimpiada popular con la selección canaria de ajedrez. Ambos permanecieron en la península desde entonces, incorporándose al ejército de Líster y al partido comunista. Tras la guerra civil Zamora --cuyo padre había sido fusilado por falangistas- regresó a Las Palmas, pero Pírez pasó a Francia, combatiendo en el maquis, y siendo expulsado a España por el régimen nazi. Interno brevemente en la prisión de Reus, salvó la vida y pudo regresar a Las Palmas en 1942, si bien estaba bajo sospecha policial. Que no era infundada pues estaba plenamente implicado en la organización del partido comunista, del que fue secretario general de Canarias.

Así pues, es en 1941/42 cuando los mejores jugadores canarios o afincados alli se reencuentran. Este año de 1942 precisamente en que vuelve Pirez es cuando el ajedrez se estaba reorganizando. El teniente coronel Ramón Rúa Figueroa, buen aficionado también desde los años 30, que ya formaba parte del nucleo del Gabinete Literario desde los años de la república, había promovido la constitución de la federación provincial, y mientras se desarrollan los trámites burocráticos organiza en verano de 1942 un buen torneo en el kiosco de la música del Parque Telmo, un bar donde solía jugarse de forma informal al ajedrez. Coincide este torneo pues con el regreso de Pírez, que se inscribe junto a Lafora, y es como un nuevo duelo entre ambos ocho años después del torneo Towers. Ha pasado mucha agua bajo los puentes, eso sí. Es la postguerra civil y aun se combate en Europa. La policía vigila de cerca a Pírez,  e incluso a Lafora, que está considerado un "médico rojo", y que sigue cumpliendo destierro. Pero ambos se imponen en el torneo y quedan empatados. Lafora ya practicaba por cierto entonces sus célebres “valencianas”, una variante de la apertura Mieses (1.d3, e5. 2.Cd2). Han de jugar un desempate con gran expectativa de público, y gana Lafora. Por segunda vez, como en 1934, Lafora era capaz de frenar a Pírez. Para algunas fuentes, ello supuso que se proclamara campeón provincial al valenciano, aunque la federación aun no estaba constituida formalmente ni está claro que el torneo tuviera ese valor. Sin embargo, Lafora en los años 50 sí señalaría en su currículo que había sido campeón de Canarias.

                Lo cierto es que tras acabar el torneo de San Telmo los cuatro primeros clasificados disputan un cuadrangular en el Casino La Unión de Telde: Junto a Lafora y Pírez están Luis Martín Estupiñán y Zamora Lloret. Sin duda el doctor se había movido para conseguir apoyo en el ayuntamiento y el casino de Telde. En este cuadrangular Pírez ya estaba más en forma, y si bien en las partidas entre ambos no hubo diferencias, las derrotas del valenciano con Estupiñán dieron el triunfo Pírez, y a Lafora el segundo puesto. Lafora tendía a menospreciar algo a los rivales, y sin duda no consideraba a Estupiñán un rival serio, lo que le costó caro. Ahora bien, lo cierto es que Lafora había ganado en el torneo del San Telmo y Pírez en el cuadrangular… Dado que ahora sí se acababa de aprobar oficialmente la constitución de la federación,  decidieron disputarse el título de primer campeón oficial federado en un largo y recordado match entre ambos, donde también ganó Pírez un poco por sorpresa, ya que hasta Lafora era considerado superior y tenia mejores conocimientos teóricos. Eso si, ya tenia casi sesenta años por ventiocho de Germán.  Pírez reflexionaría muchos años después que Lafora  perdió por su excesivo orgullo, que le llevó a despreciar al joven canario, y a cometer muchos errores por frustración. Y es que como he dicho antes el médico tenía un carácter complicado, algo temperamental, que le jugaba malas pasadas. El mismo había escrito con ocasión de la Olimpiada de Hamburgo que tenía “un carácter esquinado”. Lafora ganó la primera partida, pero probablemente eso le hizo confiarse, con el resultado de que perdió varias partidas seguidas, alguna de ellas por intentar forzar lo que era un claro empate. En la segunda parte del match recuperó algo de la desventaja pero fue insuficiente para evitar la derrota. No entro en más detalles pues he dedicado otro artículo a ese match, donde pueden consultarse también las partidas conservadas de este encuentro. http://nemogc.blogspot.com/2017/12/match-pirez-lafora-1942-43-por-el-i.html

pirez lafora match 1942-43

               


     

Pírez juega simultánea en Telde y Lafora observa,  1942-43, foto cortesía de Lucas Casimiro.

Tras este largo y célebre match los dos rivales, Lafora y Pírez, ofrecieron varias simultáneas por la isla, en un ambiente de gran auge del ajedrez. Pero tras esto los dos acabaron muy cansados. De Pírez no se volvió a saber hasta 1944. De Lafora, ni eso: prefirió dedicarse a su afición a las damas y al grupo que presidía en el Círculo Mercantil. Inicia una columna sobre ajedrez y damas en prensa local, pero ya solo juega en vivo partidas de damas Pírez diría después, en los años 80, que Lafora dejó de jugar ajedrez por la hostilidad de la afición canaria, afirmación algo sorprendente pues Lafora sí jugó muchos torneos de damas, pero sobre la que carezco de más información.

                 Retorno puntual en 1946.- Intento frustrado de presidir la federación de Las Palmas en 1948. Marcha a la península-

                En ajedrez Carlos R. Lafora desaparece del tablero, ni siquiera disputa la simultánea de noviembre de 1945 contra Alekhine, donde jugaron todos los mejores jugadores de la isla. Por cierto que en este tiempo el doctor trasladó su consulta a la capital, en concreto a la calle Anzofé del barrio portuario de la Isleta, anunciándose para consulta de medicina general, enfermedades sexuales y nerviosas. 



Hay que esperar a fines de 1946 para que la Federación, tras varios años sin torneos, se mueva para organizar un torneo importante en la navidad de 1946 en el Círculo Mercantil. Se contacta con todos los buenos jugadores, y esta vez Lafora accede a jugar, aunque no está muy entrenado.  Curiosamente la clasificación se pareció a la del torneo de 1942: Pírez campeón, y Lafora y Luis Martín Estupiñán en segundo puesto, sin que conste el resultado del desempate que jugaron.

                Poco después, en febrero de 1947 Pírez huye de la persecución policial como responsable del Partido Comunista, y nada se sabrá de él hasta que sea detenido y preso en los años 50. Sería el final de la relación entre Pírez y Lafora: Cuando Pírez retornara a Las Palmas en 1957, hace mucho que Lafora ha terminado su etapa de residencia en las islas.

En este momento sin embargo vuelve a haber una noticia sobre Lafora. El presidente de la Federación, el coronel Ramón Rúa Figueroa, se había desentendido ya estos años de la organización del ajedrez, por lo que en 1948, cumplido su mandato de cuatro años, había que renovar la plancha federativa, y en ausencia de Pírez y de ganas de Rua de continuar en el cargo, Lafora parecía el recambio lógico. En enero de 1948 dirige una comunicación a la prensa local manifestando que ha sido elegido nuevo presidente de la Federación. Sin embargo, el intento  resultó frustrado por el veto gubernamental debido a sus antecedentes penales. Poco después, la policía hacer llegar al gobernador civil un informe contrario al doctor Lafora. Así dice el texto dirigido por el inspector policial al Gobernador Civil en 29/3/1948 (blog de Pedro Medina Sanabria https://pedromedinasanabria.wordpress.com/tag/carlos-rodriguez-lafora/:

“En relación con su respetable escrito de fecha 24 del actual, referencia al margen, por el que adjunta propuesta para la elecciòn de nuevo miembro de la Junta Directiva de la “FEDERACIÓN DE AJEDREZ” de esta Capital; tengo el honor de informar a V.E. que D. Antonio Corral Baena, Vice-Presidente; D. Manuel Pèrez Medina ( es un error, y se trata de Manuel Pérez Reina, N.A.), Secretario D. José Garcia Pèrez, Tesorero; Vocales D. Eutiquiano Hernandez Medina y D. Josè Moreno Ortiz, carecen todos de antecedentes poliotico-sociales y comunes y observan buena conducta moral pública y privada.  En relaciòn con el nombrado Presidente D. Carlos Rodriguez Lafora debo significarle que fuè condenado  a 24 años 5 meses y 10 dias por auxilio a la rebeliòn siendo conocido elemento de izquierdas.”

                Como resultado de estos problemas, Carlos R. Lafora no fue confirmado en la presidencia federativa, sino, al parecer, quien era antes secretario y nuevo vicepresidente, Manuel Pérez Reina (asumiendo la secretaría el joven José Luis Gallardo según información facilitada por el propio Gallardo). En cualquier caso, la federación quedó inoperativa hasta que a mediados de los años 50 el joven francés Pierre Dumesnil promoviera la reconstitución de la Federación. 

Durante 1948 y 1949, consta que el doctor Lafora continuó al frente la de la pena damista aunque ya no mantenia la columna de prensa. Y la última noticia de Carlos R. Lafora en Canarias son unas partidas amistosas que disputó en Tenerife en el Círculo de la Amistad en noviembre de 1949,  Juega cuatro partidas amistosas con el fuerte jugador tinerfeño Orozco, acabando en 2-2 venciendo cada jugador en dos partidas.

Y a partir de aquí no existen más datos. Posiblemente en 1950, terminada la pena de destierro, fue cuando volvió a la península, y terminó su periplo canario, tan accidentado. Por desgracia, nunca ha existido un reconocimiento a la labor del Carlos R. Lafora por el ajedrez en Canarias. Periódicamente, eso sí, se recuerda en prensa local su período canario, y el investigador teldense Lucas Casimiro ha elogiado reiteradamente su figura como promotor del ajedrez en Telde.

4. Retorno a la península y fallecimiento.- Años 50 y 60.-

Como digo, probablemente fue 1950, cuando Carlos R. Lafora retorna a la península, ya sexagenario, radicándose inicialmente al parecer en Valencia junto a sus hermana Pilar -su hermano Gonzalo había podido regresar también a España desde el exilio también en 1947, sometiéndose al proceso de depuración de responsabilidades políticas que duró más de tres años-. No obstante, de acuerdo con informaciones facilitadas por el investigador catalán Alejandro Melchor, en 1952-1953, contando entonces 69 años, es entrevistado en un periódico local de Suria, donde manifiesta estar trabajando como médico en dicha localidad, si bien en breve (la entrevista es de septiembre de 1953) se trasladará a Girona a su nuevo destino. Lafora había ganado el torneo de la comarca de Manresa por entonces. En esta entrevista recuerda haber jugado postal con jugadores fuertes como Lilienthal, y simultáneas con Lasker -al que admiraba- o Reti. Lafora se implicó en la creación en Suria de un club de ajedrez, que sería realidad al año siguiente, en 1954.

En Girona, según averiguaciones del citado investigador,  fue entrevistado también para el periódico "Gerona deportiva", donde manifestó que había encontrado muy desorganizado el ajedrez de dicha provincia, y que intentaba colaborar, poniendo de relieve que ya se celebraba al menos un torneo de Educación y Descanso. Considera que el ajedrecista para progresar tiene que estudiar a los clásicos y los finales de partida, aunque ha de partirse de una base de talento para el ajedrez. En su palmarés cita su participación en la Olimpiada de 1930, y haber sido muchos años campeón de Valencia, y también de Canarias. Este dato no es rigurosamente exacto, aunque podría considerarse que al haber ganado el Torneo Towers en 1934 por encima de Germán Pírez, que era el campeón extraoficial con su triunfo en el torneo del Gabinete de 1933, el título de campeón le correspondiera a él hasta que formalmente Germán Pírez le derrotara en el match de 1942-1943.

En cualquier caso, su ubicación final en Valencia no debió ser muy posterior a estas fechas, ya que probablemente se jubiló como su hermano al cumplir 70 años, a mediados de  1954. En Valencia Carlos R. Lafora se reincorpora al ajedrez local, si bien de manera ocasional. Tenemos constancia de que en 1956 disputó el campeonato de Levante -que había ganado muchas veces en los años 20 y 30-, y pertenecía al club Ateneo Mercantil. Posteriormente, en 1958, consta  su pertenencia al club Portuarios de Valencia,   como su mejor tablero. Se conoce también que en 1961 jugó en Cataluña el II Torneo de médicos.

A partir de estos años, fines de los 50,  también colaboró en publicaciones ajedrecísticas y continuó como compositor de finales artísticos, de los que compondría varios miles, siendo nombrado en 1960 juez de composiciones artísticas por la FIDE, y  escribiendo además dos libros sobre finales, uno de ellos con prólogo de su hermano Gonzalo y epílogo del también psiquiatra Ramón Rey Ardid, ambos textos de sumo interés,  dejando al parecer inédita a su muerte en 1966 una continuación de su obra. Se pueden consultar muchos artículos suyos por ejemplo en la revista Ajedrez español, hasta 1965, en que desapareció la revista. También escribió manuales sobre el juego de damas, que permanecen inéditos.

Carlos R. Lafora vivía en  sus últimos años vivía en La Cañada (Paterna). El club de ajedrez allí existente había tomado su nombre, que en 1959 cambió a Club de Ajedrez Paterna. El doctor Lafora fue miembro de ese club.

Lafora en el club de Paterna años 50

. Y fue en Paterna  donde le sorprendió la muerte en abril de 1966, con 81 años, cinco años antes del fallecimiento de su hermano Gonzalo.  Está enterrado en dicha localidad, como recuerda una sencilla lápida encontrada en 2013 por José A. Garzón. El investigador facilita algunos datos más sobre Lafora que me permito copiar:

“Sus padres fueron Carlos Rodríguez Alonso y Pilar Lafora y Caturla Calatayud. La familia paterna  tiene sus ancestros en Ceuta y Málaga; la materna en la Comunidad Valenciana.  Sus bisabuelos maternos fueron Juan Bautista Lafora y Caturla, natural de Alicante —como su madre—  y Salvadora Calatayud,   de Onteniente, población muy unida a la familia, donde estudiaron los hermanos Lafora el bachillerato (colegio de los frailes franciscanos)  y donde algunos años veraneó  la familia.

 

A menudo se indica que nació en Valencia el 10 de julio de 1884, pero teniendo en cuenta que para entonces la familia vivía en Madrid, donde nacería su célebre hermano, el prestigioso psiquiatra Gonzalo Rodríguez Lafora (Madrid, 25 de julio de 1886; Madrid, 27 de diciembre de 1971), la información parece dudosa. En el Archivo Histórico Nacional se conserva, sig. UNIVERSIDADES, 6090, Exp. 15, el “Expediente académico de Carlos Rodríguez Lafora, alumno de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Central. Natural de Madrid (capital)”, que parece arrojar luz sobre el lugar de nacimiento del insigne finalista. El hecho de que ambos hermanos adoptasen el apellido materno, podría explicar, especialmente en el caso del ajedrecista,  que al menos Carlos sintiese más la filiación valenciana. Existe otra razón, la prematura muerte de su padre, militar de profesión, que acaeció en Puerto Rico (llegó a ser Gobernador Militar) el 14 de abril de 1892. Carlos tiene entonces 7 años, su hermano Gonzalo, 5. La madre, viuda a los 28 años tuvo que sacar adelante a sus cuatro hijos (tenía 2 hermanas, Isabel y Pilar).

 

Sus dos etapas más fecundas, primero  como jugador (finales de los años veinte/primeros años treinta, donde obtuvo varias veces el campeonato regional), y luego como compositor y autor —en los últimos años de su vida—, se desarrollaron en Valencia.  La fecha de su muerte también ha generado cierta discrepancia. En algunas fuentes se indica que ocurrió en Valencia el 18 de abril de 1966.

 

Para nosotros ha sido crucial encontrar la tumba del venerable ajedrecista.  El Dr. Carlos R. Lafora (como él mismo escribía) está enterrado en el cementerio municipal de Paterna, hecho que pudimos colegir pues residía en aquellos años en la urbanización La Cañada, perteneciente al mencionado municipio valenciano. La recuperación de varias postales, dadas a conocer en el excelente blog de Javier Asturiano, Escacultura, intercambiadas con el compositor Kasparian, confirmaban su residencia en La Cañada.

 

Personalmente tenemos una verificación testifical. Según nos confirmó el gran periodista valenciano, Rafa Marí, a su vez uno de los más grandes ajedrecistas valencianos de todos los tiempos (fue 5 veces Campeón de Valencia), meses antes de la muerte del Dr. Lafora,  le visitó, en compañía de otro ajedrecista, José Ramírez,  en su chalet de La Cañada. El Dr. Lafora les había preparado un café y les mostró varios finales (probablemente material de alguno de sus dos famosos libros). Rafa Marí recordó que en la casa había un azulejo donde se leía el siguiente texto: “Aquí vive un ajedrecista”. La aparición de la lápida confirma la fecha exacta de su muerte, ocurrida el 19 de abril de 1966; también sabemos con certeza que el entierro fue el 20 de abril. José Antonio Garzón” (https://www.hortanoticias.com/el-hallazgo-de-la-tumba-del-dr-carlos-r-lafora-en-paterna-breves-apuntes-biograficos/).